bell volumen 17 parte 2.

 Capitulo 04 – Los Olvidados  --Uuu… Sintiendo un dolor ardiente que se hundía en lo profundo de su cuerpo, Ryuu dejo escapar un gemido. Al abrir sus parpados temblorosos, pudo ver un techo de madera que no reconocía. Una frazada llena de polvo cayó desde su cuerpo postrado. Ryuu levanto su cuerpo sobre la cama y juzgo que se encontraba en una posada barata en algún lugar. --… ¡…! ¡Lyon, despertaste! --¿<Andrómeda>…? ¿Por qué tú…? No, en lugar de eso, este lugar es— Asfi, quien esta cubierta con unos harapos desde la cabeza, abrió la puerta y entró como si se deslizara por el piso. Más confusa que sorprendida, Ryuu intento preguntar, y en ese momento dejo de moverse. Lo recordó. --¿¡F-Fui atacada por <El Rey>…!? ¿Qué le había ocurrido a su cuerpo antes de que despertara? --¿¡Que es esto, <Andrómeda>!? ¿¡Qué demonios está ocurriendo!? Los recuerdos de haber sido derrotada por el Boarman sin poder hacer nada revivieron y medio en caos clamo por información. Asfi empujo el cuerpo de la Elfa que acababa de recuperarse y hablándole para que se calamara, comenzó su historia. --Primero, estamos en el pueblo de Agris. Escapamos de Orario y evacuamos hasta este lugar distante a unos 12 minutos. Ha pasado un dia completo desde el momento en que perdiste la conciencia. … Y entonces, limitado a lo que yo sé, la <Familia Freya> atacó a la <Familia Hestia> y capturo a todos sus miembros. También a Bell Cranel quien estaba contigo. --¿¡Un día completo!? No, en lugar de eso, ¿¡ La <Familia Freya>, la facción más grande de la ciudad, ataco a Bell y los demás…!? Aunque escucho la explicación de Asfi, Ryuu no pudo comprenderlo instantáneamente. Mientras pensaba con extrañeza en el incomprensible punto que decía que “escaparon de Orario”, el miedo de que un ‘enfrentamiento’ hubiera ocurrido recorrió su cuerpo. --¿¡Por qué no me despertaste inmediatamente!? ¡Tenemos que regresar a Orario de inmediato! Frente a Ryuu quien intentaba salir volando de la cama, Asfi puso más fuerza en la mano que coloco sobre su hombro.   Ante la su mirada que podía ver a través de sus anteojos, Ryuu se desconcertó. --… La razón por la que salimos de Orario, fue por una orden de Hermes-sama. Ahora, Orario quizás esta dentro de la influencia de una Diosa de la Belleza. Asfi se esforzó por suprimir sus emociones, le explico la situación y entonces le hablo de sus propias especulaciones. Lo que ella había visto, no, lo que había sentido—la Voluntad Divina invisible que cubría la ciudad. Conjeturándolo desde la desesperación de Hermes justo antes, casi sin error eso fue el poder del <Encanto>. Como resultado de eso, lo que estaba ocurriendo ahora en Orario era que estaba bajo el “control total” de una sola Diosa. Ryuu, quien termino de escuchar la historia de Asfi, solo pudo mirarla fijamente con asombro. --¿¡Controlando la ciudad por el poder del <Encanto>…!? ¿¡La Diosa Freya!? Imposible, ¿¡Por qué!? --Desde aquí es completamente mi especulación, pero… probablemente con el fin de hacer suyo a Bell Cranel. -- —¡¡…!! --La Diosa Freya desde antes había estado obsesionada con él, quien continuaba creciendo rápidamente. Habiendo estado involucrada en los problemas de Hermes-sama, yo sabia sobre eso. No puedo determinar por qué lo hizo en este momento, pero… decidió “cosechar” a Bell Cranel en este “Festival de la Cosecha”. La pasión de la Diosa Freya era bien conocida entre los habitantes de ciudad. Había incluso rumores de que, con el fin de arrebatarles un hombre, había destruido una <Familia>. Ryuu se impacientó mucho más. Sabiendo que la persona que amaba, de la cual finalmente se había hecho consiente, sin duda le seria arrebatado por una Diosa, su corazón se alborotó inevitablemente. Pero, como era de esperar, Asfi demando “prudencia” incluso frente a la Ryuu actual. --Lyon, te lo pido. Por lo que más quieras, no te impacientes, ni te apresures, y prométeme que actuaras fríamente. Si no puedes hacerlo, te atare a este lugar incluso si tengo que derribarte. --¿<A-Andrómeda>…? --El <Encanto> de una Diosa de la Belleza es absoluto… los habitantes de Orario sin espacio para dudas, todos, han caído. Tus conocidos, tus compañeros e incluso los Dioses. --¡…! --… Hermes-sama, quien siempre actúa despreocupadamente, perdió completamente la compostura y me hizo escapar. Sin duda, ahora mismo también él… es nuestro “enemigo”.   En ese momento, Ryuu finalmente se dio cuenta. La razón por la que regreso a la habitación como si se escabullera y porque estaba vistiendo harapos para ocultar sus características era porque temía la existencia de un “perseguidor”. En el momento que fueran atrapadas y llevadas frente a la Diosa Freya, seria el final para ambas. Asfi también intentaba calmarse desesperadamente. Angustiada por no haber podido proteger a su Dios y compañeros, al mismo tiempo se enfrentaban a la desesperación de que tendría que luchar contra ellos. Mirando sus ojos que intentaban no temblar mientras reprimía sus emociones turbulentas, Ryuu finalmente pudo tranquilizar sus propios impulsos. --Lo siento, <Andrómeda>… Te agradezco de todo corazón que me salvaras. --No te preocupes por eso. Yo también habría descargado mi frustración en lo que estuviera a mano si hubiera estado sola. Hagamos los preparativos y luego regresemos a Orario. Lo primero con el fin de reunir información es hacer reconocimiento. Si. Asintiendo, Ryuu comenzó a moverse junto con su indeseable, pero inseparable “amiga”. × × × El pueblo de Agris estaba al sureste de Orario y estaba cerca de las ruinas del antiguo castillo Shreme que fue el escenario del <Juego de Guerra> que anteriormente desarrollaron Bell y los demás contra la <Familia Apolo>. Les tomaría un día entero llegar desde Orario usando un caballo, pero si volaban por el cielo no tenían ese límite. Soportando ser cargada, Ryuu viajo a través de la distancia más corta hasta la ciudad por el poder de las <Talaria> de Asfi. Incluyendo el tiempo que gastaron reuniendo los implementos para usar como disfraz en el pueblo, la mañana del tercer día tras el final del “Festival de la Cosecha” pudieron ver las gigantescas murallas de la ciudad laberinto. --¿Solo la puerta sur de la ciudad está abierta…? Sin acercarse descuidadamente a la ciudad, y mientras se ocultaba en la sombra de una roca sobre una pequeña colina, Ryuu estaba mirando a través de un pequeño cilindro. Ese era uno de los Items Mágicos de Asfi. “Fortaleciendo” aún más el poder visual de un Aventurero de Clase Alta quien ya sobresalía sobre una persona normal, podría captar los detalles incluso de un paisaje a 10 km por delante. Normalmente las puertas ubicadas a lo largo del lado norte y este deberían estar abiertas, pero solo había una. Gracias a eso los comerciantes y viajeros llegaban solo a ese punto, y se estaba produciendo una gran congestión. Mientras escuchaba el susurro de Asfi lleno de un mal presentimiento, Ryuu, quien dirigió el Item Mágico hacia el lado interno de la puerta, abrió ampliamente sus ojos. --¿¡La Diosa Freya…!?   En ese instante lo vio. Frente a las personas que intentaban cruzar las puertas de la ciudad, justo como si les otorgara un oráculo, la Diosa extendia sus brazos. Ryuu al instante arrojo el Item Mágico y corto su línea de visión. Incluso si estaban lejos, solo verla era una de las “condiciones para Encantar” de la Diosa de la Belleza. Con solo mirar su “Belleza”, los habitantes del Mundo Inferior se volverían sus prisioneros fácilmente, cayendo en un estado de trance. Y si escuchaban su voz se volverían sus fieles muñecas. Ryuu desesperadamente empujo su pecho donde su corazón latia violentamente. Su corazón, que chillaba al estar en contacto con una “belleza” que superaba el intelecto humano, se caolmo después de un tiempo. --¿¡Estas bien, Lyon!? --Si… pero, con esto estoy segura. ¡La Diosa Freya capturo el interior de la ciudad con el poder de su <Encanto> y está dándole alguna clase de “sugestión” incluso a aquellos que llegan del exterior…! Ryuu quien termino sin caer gracias a su juicio instantáneo, miro en dirección de la ciudad. Tenía la confianza en que Orario ya se había convertido en un “jardín en miniatura” que se regía por las reglas de la Diosa de la Belleza. —Por otro lado, no se dio cuenta de que la Diosa que ella vio era una “transformación”. --Viendo que están controlando las puertas de la ciudad y <Encantando> sistemáticamente a los que entran… dejando de lado al Gremio, incluso la <Familia Ganesha> se convirtió en su títere, ¿Eh? --Después de invadir la ciudad, si nuestra verdadera identidad es expuesta existe la posibilidad de que seamos capturadas. Recemos porque no haya una recompensa por nuestras cabezas. --Desde hace mucho estas en la lista negra… espera, espera, es una broma. ¡Así que baja esa mano! Así que llego el día en que seré el objetivo de los guardias. Mientras murmuraba eso, Asfi y Ryuu comenzaron su plan para infiltrarse en la ciudad. × × × El cielo fuera de la ventana estaba cubierto de nubes. Sobre la cama donde el sol de la mañana no llegaba, había una montaña cobijas. Desde el borde se extendía una cola de gato. Colgando sin fuerzas, se parecía a una serpiente muerta. Anya abrazaba sus rodillas con ojos sin vida. --……   Edificio separado del bar <Señora de la Abundancia>. Desde la segunda noche del “Festival de la Diosa”, Anya siempre se mantuvo encerrada. No pudo detener a la <Familia Freya> quien intentó acabar con “Syr” y para colmo, cuando su verdadero hermano Allen Fromel se lo ordeno, ella les cedió el paso sin poner resistencia. Sus compañeras del bar eran su “familia”. Anya pensaba eso. No había podido proteger a esa “familia” y los vendió por sí misma. Anya, quien estaba encerrada en su habitación, no sabía que ocurrió después de eso. ¿Qué ocurrió con Syr? Incluso si aun seguía con vida, no tenía la cara para encontrarse con ella. Incluso si Syr lo permitia, Anya no podría soportarlo. Perdiendo su luminosidad habitual, Anya estaba desesperanzada. Tengo miedo, de dormir… A la mañana siguiente después de reencontrarse con su hermano, Anya en algún momento perdió la conciencia y vio un “sueño”. Dentro de ese “sueño” Anya y las demás vivian como si no hubiera ocurrido nada. Holgazaneando en el trabajo, siendo regañadas por Mia, haciendo alboroto con Chloe y las demás, haciendo suspirar a Ryuu, y todas riendo. Un día a día normal en el bar. Pero, solo la chica (Syr) no estaba allí. Y nadie se dio cuenta de esa anormalidad. Estaban actuando como si Syr nunca hubiera existido desde el principio. Y entonces por alguna razón, Bell se volvió parte de la <Familia Freya> y ella y las demás no conocían nada sobre él fuera de su “información”. Si me duermo, de nuevo veré ese “sueño”… Tengo miedo. Desde ese momento sin nada más que pudiera hacer, siempre se mantuvo despierta y había continuado deteniendo el tiempo sobre su cama. El pensamiento de que tal vez ese aterrador “sueño” era alguna clase de revelación para ella quien ignoro a Syr, era aterrador. Pensó quería estar por siempre encerrada dentro de ese cascaron. -- —¡Tonta Anyaaaa! ¡¡Termina con esto, nya!! Sin embargo, el deseo de Anya no se cumplió. La puerta de su habitación fue abierta con fuerza, y tanto Chloe como Runoa entraron ruidosamente.   --¿¡Hasta cuando piensas estar encerrada!? ¡No sé si te ocurrió algo, pero ya levántate rápido! --¡Mamá Mia dijo “déjenla”,nya, pero yo no puedo permitirlo! ¡No puedo permitir que holgazanees abiertamente! ¡Si se trata de holgazanear, solo yo soy suficiente, nya! Abrieron las cortinas de su habitación que había estado cerrada, y le quitaron las sabanas con las que se cubría. Los rostros de Chloe y Runoa se torcieron con fuerza ante los ojos huecos de Anya que no tenían ni una sombra de su apariencia habitual. Pero como era de esperar, agarraron su mano sin ninguna piedad ni reserva y la hicieron ponerse de pie. --Mira, vamos rápido. --Normalmente te cubrirías de agua ya que apestas nya, tonta Anya. Anya sintió asco de ella misma cuyo pecho se calentaba hasta casi llorar por ellas quienes tiraban de su mano. × × × Tras hacerla cambiarse de ropa por la fuerza y dirigirse hacia el interior del bar, en la <Señora de la Abundancia> el trabajo normal de siempre estaba intentando comenzar Las Catmans aparte de Anya y Chloe se movían alrededor y preparaban la apertura. --Estos varios días en los que no estuviste se sintieron extraños después de todo, ¿Sabes? --¡Ryuu también se fue hacia algún lugar y no ha regresado, desde que termino el “Festival de la Diosa” se ha relajado demasiado, nya! Los hombros de Anya temblaron cuando Chloe y Runoa le arrojaron su insatisfacción. Ryuu también le preocupaba, pero ahora solo una chica ocupaba su mente. --… ¿Y Syr? Una voz seca y deprimida que no parecía venir de ella misma salió de su boca. Sin poder levantar su rostro, solo miro el suelo. Sin saber que rostro estaban haciendo Runoa y Chloe, las escucho. --“ “¿Qué es Syr?” ” Claramente dijeron eso. - ¿Ha? --¿Ese es el nombre de una persona? ¿Algún cliente?   --Runoa eres tonta, nya. Es shiru, en otras palabras, sopa.7 ¡Esta gata tonta a penas se levanta y está diciendo que quiere comer el desayuno rápidamente, nya! …… ¿Eh, me equivoque? Cuando levanto su rostro, Chloe y Runoa estaban inclinando sus cabezas. Intento preguntarles sobre que estaban diciendo, pero no pudo. No era posible que estuvieran bromeando. No habia razón para que le mintieran. No le preguntaron sobre “quien” sino sobre “que”. Chloe y Runoa realmente no sabían que era Syr y estaban llenas de dudas genuinas. Anya dejó de respirar y se quedo congelada como una roca. --…… ¿Que están diciendo nya? ¡¡Syr es definitivamente Syr, nya!! --¿¡Unyaa!? Espera, ¿¡Que haces, nya!? --¡Syr, nya! ¡Estuvimos trabajando junto con ella en este bar, Syr Flover! --¡¡Espera, Anya!! --¡Un poco maliciosa, mala en la cocina, pero amable! ¡Incluso cuando fui tirada y estaba sola, ella me trajo a este bar, es una importante familia, nya!! Sin importar cuanto apelo agarrando a Chloe y sacudiéndose la mano de Runoa, la voz de Anya no las alcanzó. En su lugar, las dudas de Chloe y las demás se fortalecieron. No era en la escala de si podían recordarla o no, no comprendían el significado de lo que Anya estaba diciendo. --¡Mei! ¡Beril! ¡Fei! ¡Roshi! Todas, ¿¡No recuerdan a Syr…!? Anya llamo a las otras empleadas del bar. Las empleadas que la observaban desde la distancia mostraron la misma expresión que Chloe y Runoa. Sus rostros decían que no sabían quién era “Syr”. Los muchos ojos que parecían vacío perforaban a Anya. Los pelos de su cuerpo se erizaron, y fue envuelta firmemente por un frio indescriptible. --No puede ser… ¿¡Están mintiendo, nya!? Esto claramente era la continuación de ese “sueño”. Dentro de una pesadilla donde solo ella estaba cuerda. El lugar donde la chica estaba parada se estaba volviendo vacío.    7 Aquí chloe primero dice ‘Shiru’ que es ‘sopa’ en kanji y luego dice スープ‘suppu’ que también es sopa en katakana.  --… Detente, Anya. Mia le dijo eso a Anya quien estaba en caos, apareciendo desde el interior del bar. Anya se aferro a la dueña del bar quien había perdido aura su imponente habitual, como si la abrazara. --¡Mamá Mia! ¡Todas, a Syr, a Syr…! Mamá Mia-chan…… se equivocan, ¿¡No es así!? ¡Si eres tú…! Mia bajo su mirada hacia Anya quien temblaba como un gatito abandonado con lágrimas acumulándose en las esquinas de sus ojos. --… La recuerdo, a esa tonta chica. --¡…! Ante ese pequeño susurro, los ojos de Anya se abrieron ampliamente intentando teñirse de esperanza. Sin embargo— --Pero, fuera de nosotras, nadie más la recuerda. … La Diosa, borró la existencia de Syr. Al escuchar la continuación de sus palabras, un shock parecido a una corriente electrica recorrió a Anya. --Fuera de los dependientes de esa diosa, todos fueron retorcidos. El <Encanto Absoluto> que podia cambiar incluso la forma del mundo. El poder de una Diosa de la Belleza. Incluso Anya quien originalmente era de la <Familia Freya> nunca había visto que alterara los recuerdos, pero si era esa Diosa de la Belleza, podría lograrlo. Para Anya, Freya era un objeto de miedo hasta el punto de confiar en eso. --¿Por qué…? ¿¡Freya-sama le hizo eso a Syr!? --…… --¿¡Mama Mia!? Incluso cuando se lo pregunto a un dependiente de la misma Diosa que albergaba su <Bendición> en su espalda, la respuesta no llego. Ajena a Chloe y las demás quienes no podían comprender su conversación, Anya con su garganta temblorosa— intento salir corriendo del bar. --¡Anya! Aunque la voz de Mia golpeo su espalda, no detuvo sus pies y continúo corriendo por la Calle Principal Oeste. No sabía que beneficio sacaba la Diosa al desaparecer a una chica. La tonta Anya no sabía nada. Pero, eso era demasiado.   Anya había pensado que, aunque le ocurriera algo a Syr, ella misma no tenía la calificación como para sentirse triste. Pero el ser olvidado por todos, es algo peor que la muerte. En el momento que la existencia llamada Syr desapareció, ella realmente perdió el significado de seguir viviendo. Incluso si construyera una tumba, lo que sería dirigido a esta no serían lágrimas, sino sonrisas que no recordaban nada, eso era demasiado cruel. Anya corrió decididamente. Intento dirigirse a Babel donde seguramente estaba la Diosa. Sin saber que delante la esperaba su “ruina”. --Detente. --¡¡…!! Justo en medio de la calle, como si la estuviera esperando, estaba parado un Catman. Con el mismo color de ojos que Anya. Y un pelaje negro diferente al suyo. Su único hermano mayor obstaculizaba su camino sosteniendo una Lanza de Plata. --¿¡Nii-sama…!? Allen escupio hacia Anya cuyo cuerpo comenzó a temblar al ser observada por su mirada. --Lo mejor hubiera sido que te quedaras enterrada de esa manera, sin enterarte de nada. Sin prestarle atención a las miradas extrañas de las personas que los observaban desde la distancia, dirigió sus pies en cierta dirección. --Sígueme. Te enseñare todo. Anya solo siguió la espalda de su hermano que comenzó a caminar. × × × --Pude infiltrarme en Orario sin incidentes, pero… Mientras soltaba una sonrisa sin sentido ante la palabra “infiltración”, Ryuu miro sus alrededores. Tomaron todas las precauciones para que el plan fuera un éxito. Reunieron información que solo podría hacerse fuera de Orario, investigaron hasta Melen por la iniciativa de Asfi—según ella, quien no profundizo en el tema, no había cambios notables en Melen, pero “apestaba8”—el enemigo era la <Familia> más poderosa de la ciudad y la Diosa de la Belleza quien podía agarrar los corazones de las personas. Sin importar cuánto tiempo tuvieran, no sería suficiente. Ryuu sofoco su corazón impaciente y refinaron su plan por varios días. Ni hablar de la puerta sur de la ciudad que era la única abierta, incluso el escalar las murallas de la ciudad no eran un plan viable. Juzgándolo de esa manera, Asfi y Ryuu usaron el “pasaje secreto” que se estableció para el uso de Urano.    8 Era sospechoso  Se decía que, en la “Era Oscura” cuando <Evilus> estaba en pleno apogeo, ese pasaje secreto bajo tierra fue usado por la <Familia Hermes>. Invadió desde la entrada que conectaba el pie de las Montañas Beol justo con el norte de Orario, antes de que fuera encontrada por Fels quien había caído esclavo del <Encanto>, avanzo por los caminos bifurcados que salían hacia el interior de Orario. Al abrir la puerta oculta, se encontró en la desolada área residencial que se registró como la “Calle 4” en el lado noroccidental de la ciudad. “Lyon. Después de que entremos tomaremos acciones separadas. Quiero disminuir, aunque sea un poco, el peligro de que caigamos en una emboscada.” Ryuu se separó de Asfi quien había hecho ese plan antes de que se infiltraran en la ciudad. Ella, usando el <Casco de Hades> que la volvía “invisible”, debería haber descendido dentro de Orario desde el cielo. “Después de que reunamos información, nos dirigiremos hacia la casa oculta que esta por aquí cuando el sol se oculte. … En el caso de que no aparezcas, me moveré bajo la premisa de que caíste en manos de la <Familia Freya>. Tú también, si no aparezco, por favor muévete de la misma manera.” Esas fueron las últimas palabras que intercambio con Asfi. Ryuu, quien ya había memorizado la ubicación de la casa oculta y quemo el papel, comenzó a moverse mientras rezaba por la seguridad de su amiga. Lo más seguro será evitar la Calle Principal. El bar también es peligroso. Centrémonos en los callejones y reunamos información. A pesar de que de día estaban oscuros, en los callejones con pocas miradas humanas distantes de la Calle Principal, a pesar de que era de día estaban oscuros había muchos vagabundos, Aventureros arruinados, además de sospechosos vendedores ambulantes y personas heridas. Temiendo que los ojos de la <Familia Freya> llegaban hasta allí, Ryuu comenzó a reunir información con gran precaucion mientras ocultaba todo su cuerpo con harapos y ensuciaba su rostro. --Fuera de nosotras, todos los habitantes de Orario son enemigos. En una situación así, ser demasiado cuidadoso no era exagerado. --El “Festival de la Diosa” de este año fue bastante prospero. ¿Algo extraño? No hubo nada como eso. --¿La <Familia Freya>? Es justo como siempre. Son un grupo escalofriante. --¿Eres una viajera? No preguntes cosas extrañas. Incluso cuando les pregunto al adivino que ocultaba su rostro, y los vagabundos que bebían de los restos que quedaron, respondían “no hay nada extraño” en conjunto, como si no fueran conscientes de que estaban siendo controlados. Ryuu casi comenzaba a dudar de que realmente estaban bajo el <Encanto> de Freya. Pero, un aventurero en decadencia que se dio cuenta que Ryuu era una mujer elfo — el rufián que intentaron llevarla a la oscuridad y atacarla— después de derrotarlo con todas sus fuerzas, --¿Conoces el paradero de Bell Cranel? ¿Y que está ocurriendo con su <Familia>, la <Familia Hestia>?   --¿B-Bell Cranel? ¿Y la <Familia Hestia>? ¿De que estas hablando? ¡¡Ese novato pertenece a la <Familia Freya>…!! Cuando le pregunto empujando en su cuello la Kodachi que portaba, el rufián se asusto y respondió de esa fprma. Ante esa informacion que no podía ignorar, Ryuu intento preguntar por los detalles, pero entonces— --…… ¿Tú, estas investigando sobre Bell Cranel? Sin importar que haya estado asustado hasta el punto de temblar, repentinamente sus emociones desaparecieron como una muñeca. Ryuu sintió un escalofrió y en el instante en que el rufián mostro el gesto de comenzar a gritar, rápidamente lo hizo desmayarse. --¿¡Repentinamente se convirtió en una marioneta…!? ¿¡En el instante en que entran en contacto con las “reglas” que la Diosa estableció se les ordeno informar a los alrededores…!? Pero, con esto quedaba claro. Justo como Asfi había dicho, Freya estaba intentando volver suyo a Bell. Y además, intentaba eliminar de raíz a cualquier elemento que tuviera la posibilidad de destruir este “jardín en miniatura”. Al mismo tiempo que se aterraba por el poder del <Encanto>, Ryuu se enfureció tranquilamente. Quemando su justa indignación que no permitiría un sacrilegio como ese, Ryuu juro que tomaría de regreso a Bell y regresaría a Orario a la normalidad. --Además, Syr… ¿Estas a salvo…? Mientras pensaba con ansiedad en su preciada amiga cuyo paradero era desconocido, continuo con su investigación. Por si acaso, ató al hombre inconsciente y después de ocultarlo en una casa abandonada, extendió su radio de recolección de información. --¿Esos son… de la <Familia Freya>? ¿Podria ser, que están buscándonos? Asomando su rostro desde el callejón que conectaba a la Calle Principal y observar mientras se camuflaba en las sombras, encontró a un grupo que vestía el uniforme de la <Familia Freya>. Ryuu presintió que estaban buscan a Asfi y a ella quienes escaparon del <Encanto>. Al mismo tiempo, un grupo diferente se estaba camuflando disfrazados de ciudadanos. Buscaban a alguna existencia que hiciera un movimiento descuidado al hacer destacar al grupo que vestía los uniformes. Era un método que los guardias usaban muy bien. Teniendo también la experiencia de la <Familia Astrea>, Ryuu inmediatamente se distancio de ese lugar.   Justo como esperaba, no puedo salir. Seguramente la <Señora de la Abundancia> también está siendo vigilada. Con ellos estando en alerta contra nosotras, explorar su base seria suicidio. Esperare la puesta del sol y una vez que me reúna con Andrómeda… ¿…? Cuando estaba caminando mientras pensaba—repentinamente notó esa “anormalidad”. --¿No hay nadie…? El lugar era el 7° Distrito al noroccidente de la ciudad. Incluso si había elegido un camino sin presencia humana, no sentia ninguna presencia en absoluto, incluyendo también el interior de las casas. Justo como si hubieran dado una señal de evacuación—no, como si hubieran desplegado una “barrera para alejar a las personas”. Como si todas las personas hubieran desaparecido del área, se había abierto un gran “agujero”. ¿Una trampa? Debería retirarme— En el instante en que intentó girar sus talones rápidamente al sentir un presentimiento desagradable— -- —¡¡…!! ¿¡Anya!? Encontro a su compañera del bar siguiendo detrás de <Vana Freya>. × × × —¿Por cuánto he continuado mirando esta espalda? Mientras seguía detrás de su verdadero hermano en silencio, Anya pensó eso. Anya Fromel no tenía una “familia”. Eso es, aparte de Allen. Ya eran recuerdos muy lejanos. Ya no podía recordar porque no estaban sus padres. O quizás su corazón se estaba negando a recordar. Aunque sentía vagamente que tuvo un hogar, en el momento que se dio cuenta estaba dentro de un mar de ruinas. Anya y Allen vivieron solo como un hermano y una hermana. Sin duda, Anya siempre vivió como un “parasito” de Allen. Contra forajidos que no estaban atados por las cadenas del orden, monstruos que en primer lugar no conocian la lógica humana, o saqueadores que intentaban arrebatarle todo a unos pequeños niños, su hermano mayor de carácter áspero luchaba furiosamente contra todos ellos, alejándolos. Y entonces Anya, aterrada, solo podía llorar. Ella misma quería ser protegida por su hermano. Ya que solo que quedaba ese nudo de “familia”, quería aferrarse a él y su calidez. Sabía que Allen pensaba que era desagradable. Sabía que muchas veces, sus ojos se distorsionaban por la ira.   Incluso las muchas veces que su puño la golpeo, no fue extraño. La única razón por la que su hermano mayor no la abandono era porque también aún era un niño, la Anya actual lo sabía. En una esquina del pueblo en ruinas que habían decidido como su refugio parada en el camino por el que siempre pasaban, una estatua de cobre de un Beastman oxidada por ser expuesta a la lluvia los miró hacia abajo y preguntó. “Pequeños gatos perdidos.” “¿Dónde está su casa?” Así sin un medio para poder responder y solo llorando, Anya y Allen—un cierto día, se encontraron con la “Diosa”. “Vamos juntos.” La Diosa Freya estrechó sus ojos ante estas dos “almas”, especialmente la de Allen, y extendió su mano. Ante su Divinidad y su belleza que no parecía de este mundo, Anya se asustó mientras jalaba con sus dedos temblorosos la manga de su hermano, Allen quien estaba en silencio, tomo la mano de la Diosa. Lo que les esperaba a ambos quienes recibieron su <Falna>, y fueron llevados a Orario como miembros de la <Familia Freya> fue un “bautizo” que no parecía algo de este mundo. Incluso si se les dio techo, comida y ropa, el día a día de heridas y luchas hacían parecer su vida en el mar de ruinas como algo acogedor. Anya muchas veces escupió sangre, vomitando y derrumbándose. Muchas veces intento escapar. Las batallas en el campo le generaron un trauma hasta el punto en que creía que si no eres alguien que le juraba lealtad a la Diosa no podría abrirse camino a través de eso. Fuera de eso, los que continuaban luchando eran quienes poseían un talento que sobresalía o quienes poseían una “cosa irremplazable” fuera de Freya. Allen, justo como Freya anticipo, en un abrir y cerrar de ojo se hizo distinguir. Adaptándose fácilmente al “campo de batalla”, tras un año alcanzó el Lv. 2. En consecuencia, Anya ya no tuvo el tiempo libre para decirle sus lloriqueos. Tomando la iniciativa salió al “jardín” y lucho desesperadamente. Solo para no ser dejada por su hermano. Anya estaba hambrienta de un “hogar”. Incluso si tenía una <Familia>, su lazo con Allen era especial. Ya que Anya siempre fue una pequeña gata perdida, sin importar cuánto la odie, no dejaría la mano de Allen. Si lo hacía, realmente se quedaría sola, Anya creía en eso. El Orario de aquella época había entrado de golpe en la “Era Oscura” e incluso los miembros de la <Familia Freya> morian muy rápido. Incluso si se hacía amigo de alguien dentro de la facción, al otro día había desaparecido, eso era algo común. En consecuencia, era normal que los miembros estuvieran siempre tensos, y abusaran de aquellos que no tenían poder.   Por una parte, quien se preocupó por Anya fue “cierta líder Enana” y los que hablaban con ella también fueron solo un puñado. Si lo decía de la manera contraria, Anya no tenía otro objetivo fuera de Allen, solo perseguir la espalda de su hermano. Anya persiguió desesperadamente a Allen. Sin importar lo que otros dijeran, continuaría estando al lado de Allen. Cuando Allen alcanzo el Lv. 3, Anya alcanzo el Lv. 2. Si a su hermano se le concedió el glorioso nombre de <Vana Freya> por los Dioses, a la hermana menor quien no intento separarse del lado de su hermano mayor, como añadido se le otorgo el nombre de <Vana Alfi>.9 Y entonces—su límite llegó. Sin escuchar como siempre la voz enojada de Allen que continuaba rechazándola, lo siguió por la fuerza a una Expedición a los Pisos Profundos y casi murió. Involucrando hasta a Allen, el también quedo gravemente herido. Si solo hubiera sido Allen, definitivamente no habría perdido. Todo fue culpa de Anya. Alguien que fue elegido y alguien que no. Allen fue el primero y Anya la segunda. Aunque eran hermano y hermana, una pared de talento los separaba. Una cruel distinción. Anya ya no pudo perseguir a Allen. Luego de vagar entre la vida y la muerte siendo arrastrado por Anya y recuperarse. Allen declaro frente a Anya. “Estúpida. Ya no aparezcas otra vez delante de mí.” Cierto día, Allen la abandonó claramente. En el instante en que sus ojos se transformaron en frías bolas de hielo, Anya soló una voz de desesperanza. Gritando y llorando desesperadamente, pidiendo perdón y aferrándose a él, solo para ser pateada sin piedad. “Ya no eres necesaria.” Y entonces, incluso Freya declaro eso. Entre un importante <Einherjar> y una fracasada, era claro cuál tomaría. Freya le sonrio débilmente a la inútil (Anya) quien arrastraba los pies de su favorito (Allen), y la echó. Lo que Freya quería era a Allen. Anya desde el principio fue un “extra”.      9 ‘Vana Freya’ se escribe como ‘Carro de guerra de la diosa’ en kanji y ‘Vana Alfi’ es ‘fragmento del carro de guerra’ en kanji.  El momento en que la tonta Anya se dio cuenta de ello fue después de que la Diosa le arrebatara a su hermano. Antes de que sus emociones sin límite se transformaran en odio, Anya fue controlada por la tristeza y se derrumbó. Sus húmedas lagrimas convirtieron su rostro en un desastre. Sin importar cuánto estirara su mano, su hermano no se dio la vuelta. La pequeña gata perdida perdió a su última familia y desde ese día se volvió una “gata abandonada”. Siendo echada de su hogar y golpeada por la lluvia que caía, inmediatamente se desplomo de rodillas sobre el camino empedrado. La sucia, vergonzosa y vacía gata abandonada fue ignorada por todos. En ese tiempo estaban en la “Era Oscura”. Personas así se desbordaban por la ciudad. La lluvia borro la frontera de sus lágrimas, convirtiéndola en una muñeca que esperaba ser completamente destruida. Lo que se presentó delante de esa Anya—fue una sola calidez. “¿Estas bien?” Esa fue la chica de cabello gris. Lo que se presentó frente a ella, no fue la mano de su hermano que siempre había deseado, sino la de ella. “Vas a coger un resfriado. ¿Me acompañarías a nuestra casa?” La chica le sonrió a Anya quien no podía responder nada. Sin preguntarle nada, le otorgo una “casa” y una “familia”. Ella se llamaba Syr Flover. “Nuestra casa, se llama <Señora de la abundancia>—“ --Es aquí. --¡…! Ante la voz de Allen, los pensamientos de Anya fueron traídos de regreso al presente. Se encontraban en un amplio terreno sin nada ubicado en el centro del área noroccidental. Si tenía que señalar el punto antinatural, sería que no había ninguna persona. Anya quien estaba sumergida en sus pensamientos no se dio cuenta, pero habían desalojado el lugar. Quizás, sin ningún error, con el poder del <Encanto>. Y entonces, como para reafirmar su presentimiento, en el centro del amplio lugar, estaba parada la Diosa cubierta por una túnica.   --Freya, -sama… Estaba lejos, pero incluso si cubría su cuerpo, reconocería su <Belleza> con una mirada. Una voz ronca fluyo desde su boca y su garganta se acalambró. El trauma del pasado tras haber sido desechada por ella le producía terror. El cielo color ceniza rugía tranquilamente. Probablemente llovería. --Bienvenida, Anya. Mirando a Allen avanzando hasta colocarse al lado de Freya, ella también se acercó mientras su voluntad parecía torcerse. La distancia que las separaba era de unos 5 m. Era una distancia que la Anya actual no podría cubrir sin importar lo que hiciera. En lo profundo de la capucha que cubría hasta sus ojos, Freya estrechos sus ojos plateados. --Lo adecuado sería que dijera, “ha pasado un tiempo”, ¿No? Para mi es diferente, pero si lo miramos desde tu punto de vista, no nos hemos reunido en un largo tiempo. --¿…? --¿Has estado comiendo adecuadamente? Tu rostro se ve terrible, ¿Sabes? ¿Ocurrió algo malo? Mientras hablaba de cosas irrelevantes, Anya solo podía sentirse confundida. Era irónico que se preocupase por ella a pesar de haberla abandonado. Cada una de sus palabras era incomprensible. El miedo hacia un Dios que estaba más allá del conocimiento humano le arrebato la libertad de acción a Anya. Viendo que no podía responder nada, Freya sonrió y cortó hacia el “tema principal”. --Recibe mi <Encanto> y olvida todo o cierra la boca por ti misma. ¿Cuál elijes? --¿Eh…? --¿Te volverás mi “muñeca” o no? Te estoy diciendo que elijas. En el instante en que dijo eso, la fuerza regreso a las manos de Anya quien habría ampliamente sus ojos. Conteniendo su miedo hacia la Diosa, hizo un puño con todas sus fuerzas y la miro de frente. Como un gato que una vez fue abandonado mostrándole los colmillos al amo que lo alimento, Anya habló con fuerza. --F-Freya-sama, ¿¡Que estás haciendo, nya!? --Construyo un “jardín en miniatura”. Una jaula de pájaros con el fin de rodear el amor. --¿¡Que pretendes hacer haciéndole esto a Orario, nya!?   --Hay algo que quiero. Con ese fin, retorceré todo. La tonta Anya no tenía idea de lo que Freya estaba diciendo ni de su Voluntad Divina. Sin embargo, en el momento que comprendió que, justo como había dicho Mia, Freya lo deseo y construyo este “mundo retorcido”, solo hubo una cosa que Anya tenía preguntar. --¿¡A dónde demonios llevaste a Syr!? Sus pensamientos hacia ella. El cariño inquebrantable de la gata abandonada que apreciaba a su “familia” más que cualquier cosa. Transformando eso en un detonante, Anya gritó hasta casi desgarrar su garganta. --¡¡Por favor responde, Freya-sama!! Su grito sacudió el aire. Después de esa fuerte voz que pareció alcanzar cada rincón de la ciudad, lo que llegó al lugar, fue un momento de silencio. En lo profundo de la oscuridad de la capucha, la expresión de Freya desapareció. Anya, sin desviar ni una vez los ojos, continúo centrando su mirada en la Diosa. Allen quien vigilaba la escena tampoco dijo nada. Pero los ojos del hermano mayor sabían que eso que su hermana menor había dicho no podría convertirse en una “acusación”. --Ya no existe—es lo que quisiera decir. En lo profundo de la oscuridad sus labios se movieron. La Diosa se dirigió hacia la chica y declaró. --Ya que seguramente ustedes no lo aceptaran, dejare que se reúnan. Ya no pensaba convertirme en la “chica” sin embargo— Más rápido que lo que Anya comprendía el significado de su susurro, la Diosa puso su mano en su capucha. Y entonces— -- —¿Eh? Al quitar la capucha, la “chica” apareció y en ese instante el tiempo de Anya se detuvo. Sacudiendo su rostro de izquierda a derecha, su largo cabello gris se derramó. Sus ojos del mismo color lentamente abrieron sus parpados y miraron a Anya. La chica, con la sonrisa que Anya conocía bien, sonrió.   --¿Qué tal, Anya? Dio eso. Con una voz que Anya no podría haber confundido. Inconfundiblemente con la voz de “Syr”. Trayendo la “ruina” que hizo que Anya se autodestruyera. --La que siempre estuvo a tu lado en el bar, fui yo. --… Mientes, nya. --Después de todo, Freya soy yo, y Syr soy yo. --… Mientes, nya. --Freya es Syr, y Syr es Freya, ¿Lo entiendes? -- —¡¡MIENTES, NYAA!! Grito con desesperación. Mientras sujetaba su cabeza e incluso agachaba sus orejas de gato, rechazo la escena frente a sus ojos. Imposible. Era una comedia estúpida. Syr siendo Freya. Eso era imposible. Pero Freya quien debería estar de pie frente a sus ojos—Syr, negó los gritos del corazón de Anya. --“¿Estas bien?” “Vas a coger un resfriado. ¿Vamos a nuestra casa?” “Nuestra casa, se llama <Señora de la abundancia>”—En el momento que nos reunimos por primera vez con esta apariencia, te dije eso ¿No es asi? Lo recuerdo todo, ¿Sabes? La voz que sacudía la mente de Anya quien seguía de pie, le hizo evocar por la fuerza la escena de cierto día lluvioso. El detonante que le devolvió la vida a Anya quien una vez se había convertido en una gata abandonada. El precioso recuerdo de su encuentro con Syr. Fue corroído por la Voluntad Divina plateada. --“Anya, anímate. No necesitas tener miedo.” “Aquí no hay ninguna persona aterradora después de todo.” “¿Vamos juntas al trabajo? Ya que no puedo hacerlo todo, ¿Lo pensamos entre las dos? Revivir, revivir, revivir. Al principio sin abrirle su corazón a nadie, se desquitaba con los alrededores como una gata traicionero, aun así, con la bondad de Syr derritiendo su corazón y sin tener tiempo libre para vivir en la tristeza a causa del trabajo que le imponía Mia, en la <Señora de la Abundancia> había recuperado su brillo natural. Todo eso estaba siendo contaminado sin excepción.   La verdad y la desesperanza coincidieron. Como si no hubiera ningún malentendido, la chica frente a sus ojos sonrió. “A-A-Ah…¿¡Aaaaaaaaah…!? Mientras sujetaba su cabeza, lágrimas se derramaron desde los dos ojos de Anya. Sus extremidades temblaron. Se sintió mareada y sus oídos zumbaban. Sus dientes castañeaban. ¿Qué fue verdad y que fue mentira? ¿Qué fue real y que una falsificación? ¿Por “quien” fue salvada y de “quien” fue el juguete? El torrente interminable de emociones acorraló a Anya hasta el borde de ruptura. --¿Por, qué… hiciste, algo así…? Humedeciendo el empedrado a sus pies con sus lágrimas, levantó su rostro que convulsionaba y pregunto con una voz sollozante. --Lo entiendes, ¿No? Ella respondió. --Es simple entretenimiento. Ella sonrió. --El capricho de un Dios. Con el rostro de Syr, mostro la sonrisa de la Diosa. -- —¿¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!? Anya se rompió. Todos sus recursos se resquebrajaron, se rompieron y se tiñeron de un color ceniza. El final al que llego tras conocer la verdad, fue la “ruina” que se le había prometido. --¡Te equivocas, te equivocas te equivocas te equivocas! ¡¡Eso no puede ser así!! Sacudió su cabeza muchas veces confundida. Lo que Anya eligio fue negar la realidad. La erupción de sus sentimientos e impulsos la llevo a no aceptar la existencia delante de sus ojos. --¡Tú no eres Syr! ¡¡No eres Syr!! Anya no se dio cuenta de que estaba escupiendo palabras insolentes hacia la Diosa que antes temió y respeto. Eso ya no importaba.   Comparado con su miedo a la Diosa, su anhelo de Syr era superior. --¡Regrésame a Syr! ¡¡REGRESAMELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! Anya rugió y saltó. Sin juzgar correctamente que expresión estaba haciendo ahora la “chica” delante de sus ojos, intento agarrarla con toda su fuerza. --Tonta. --¿¡Gihhh!? Justo después, la Lanza Plateada de Allen mando a volar su ira. El Aventurero de Primera Clase que estaba como su guardaespaldas no permitiría que el peligro llegara a su Ama, su despiadada oscilacion la envió a volar hasta la esquina de lugar. Estrellándose en una montaña de cajas de madera, y levantando humo, la ira de Anya perdió su destino. × × × --¡¡Anya!! Más rápido que lo que su amiga salía volando, Ryuu se puso de pie. La Elfa que había perseguido a Anya y vigilo el desarrollo hasta ahora mientras tragaba saliva, salió de un saltó ante el peligro para su compañera. --Saliste, ¿Eh? Y entonces, como si hubiera estado preestablecido, la Diosa que tenía el rostro de la chica, murmuro con la voz de Syr. Mientras detenía sin dificultad a Ryuu quien ataco con sus Kodachis, Allen le envió una mirada de reojo. --Fue lo correcto el poner un <Encanto> a gran escala. Así nos encontraste y viniste después de todo. --¿¡…!? Con sus Kodachis que cruzo en un instante siendo empujadas por el mango de la Lanza, Ryuu fácilmente cayo en desventaja, mientras sus ojos se llenaron de agitación. Reconoció que había caído en la trampa. Como era de esperar, la <Familia Freya> se había dado cuenta rápidamente de la inexistencia de Asfi y Ryuu. Y entonces, hoy usaron el “tratamiento” de Anya a quien habían dejado libre, como “cebo” para tentar a Ryuu. Uso el <Encanto> para alejar a las personas a una gran escala, y lo hizo destacar antinaturalmente, todo para que fuera notado por Ryuu.   Toda la conversación con Anya fue una “trampa” con el fin de atraerla. --Allen, baja tu Lanza. --No es necesario. Derribarla así— --Bájala. -- —Entiendo. Sin esperar su consentimiento, la voz del Ama le ordenó al Aventurero de Primera Clase. Ryuu fue liberada de la presión de Allen, pero aun así estaba llena de sudor. Ryuu tampoco podia aceptar la realidad inamovible frente a sus ojos. --¿¡Realmente eres Syr…!? -- —Viste nuestra charla hasta hace un rato, ¿No es asi, Ryuu? Soy Syr. Hay una chica que puede convertirse en una existencia igual a mí, pero la que siempre estuvo en contacto con ustedes, fui yo. Ante la voz desafiante de Ryuu, la atmosfera que cubría a la Diosa cambió nuevamente. Como si su personalidad estuviera dividida, no, como para respetar la relación de las chicas hasta ahora, el tono de la Diosa regreso al de Syr. Los ojos azules de Ryuu temblaron. El vendaval de emociones que atacó a Anya corría salvaje incluso dentro de su pecho. ¿Freya era Syr? Qué clase de broma era esa. Quería creer que era alguna clase de ilusión. Sin embargo, sin importar cuánto rogara, la escena delante de sus ojos no se desvanecía. Mientras sentía que ella misma perdía su tranquilidad, Ryuu abrió sus labios. --Lo que le dijiste a Anya… ¿Es verdad? --…… --El salvarme… ¡Tambien los días en el bar! ¿¡Para ti fue un juego!? Sin ser presionada, la respuesta de Syr quien se enfrentó a las preguntas de una Ryuu furiosa fue— --…… Haa. Un “suspiro” que olvido cualquier apariencia. --¿Y qué con eso, Ryuu? --¿¡Que…!? --¿Todo es un juego? Esto es un “juego de rol”. El rol que elegí es “chica de ciudad” y el escenario es un “bar”. Como la Diosa se aburrió, estuvo jugando con todas. ¿Eso no te gusto?   Ante Syr quien le hablo sobre la “verdad” sin una pizca de falsedad, Ryuu recibió un shock como si su cuerpo fuese desgarrado en pedazos. --Todos dicen “mentiras”, ¿No es así? Mi “mentira” solo fue esa. Además, siéndole dicha una realidad imparcial, Ryuu perdió cualquier palabra de negación. --Anya termino así, pero no quiero que nadie salga lastimado. Es verdad. Así que, hey, ¿No me conoces a “mi”? “Yo” ya no diré mentiras después de todo. No contendré nada, puedes ver a mi verdadera “yo” después de todo. Así que, te lo pido, Ryuu— Extendió su mano. Hablándole como si fuera una brillante canción, se acercó y extendió su mano. Al igual que un día del pasado, como aquel día que termino su venganza y cayo sin fuerzas. La mano de Syr intento tomar la mano de Ryuu. -- ——¡¡…!! Al instante. La mano de Ryuu rechazo la mano de Syr. --…¿¡…!? Inmediatamente todo el cuerpo de Ryuu tembló y miro con duda su propia palma que había sacudido. Hasta ahora los que había tomado su mano solo habían sido 3 personas. Primero Alice. Tercero Bell. Y, la segunda fue Syr. La mano de la chica que antes sin duda había agarrado, ahora su cuerpo la rechazo claramente. Incluso si su apariencia era la misma, su cuerpo parecía detestar la “oscuridad” que pululaba dentro de ella. Esa era la mayor prueba. La mano del Hada que veía a través de lo correcto e incorrecto. Incluso si eran la misma persona, esta era una existencia distinta de la chica que Ryuu conocía, su cuerpo de Elfo lo juzgo así. --Tú… no eres Syr. La conclusión a la que llego, fue la misma que Anya. Mirando hacia abajo su mano, y dirigiéndose hacia “eso” que ocultaba sus ojos detrás de su flequillo, Ryuu gritó. --¡¡No aceptare que tú eres Syr!! Justo después—   --Cállate. Al levantar su rostro, sus ojos color gris brillaron con una “luz plateada”. --Póstrate. Después de mirar eso directamente, Ryuu siguió sus órdenes. --¿¡Uhhh!? Sus rodillas cayeron al suelo. Contrario a sus intenciones, Ryuu se arrodillo ante ella sin poder hacer nada. Su cabeza estaba revuelta. Su conciencia se derretía como un caramelo y tanto su cuerpo como su mente deseaban estar al servicio de la Diosa. Mientras que la mente y el cuerpo de Ryuu eran violados por el Poder Mágico difícil de resistir, Allen quien vigilaba desde un lado abrió ligeramente sus ojos. Syr estaba irritada. Claramente. Cuando pensó eso, intercalado con un suspiro, se dirigió hacia la Elfa postrada frente a sus ojos y comenzó a disculparse. --Lo siento, se está volviendo un mal hábito. Ya se está convirtiéndose en algo muy problemático. La actual yo, cuando algo no va como quiero, de inmediato uso el <Encanto>. Lo odias, ¿No? Fue desagradable, ¿Cierto? Lo siento Ryuu, lo desharé de inmediato. La “luz plateada” desapareció de sus ojos grises. Al mismo tiempo— -- —¿¡Kuhahh!? Ryuu soltó su aliento. El torrente ardiente que se revolvía dentro de su pecho se adelgazaba como como una ola en retirada. Syr doblo su cintura y amablemente coloco su mano sobre su hombro. En ese instante—un escalofrió la recorrio. --Dime, Ryuu. Antes también lo dije, ¿No es asi? A mí me gustan las personas que pueden vivir hermosamente por el bien de alguien. A mí me gusta Bell, pero también me gustas mucho, ¿Sabes? Su naturaleza Elfica que estaba enraizada en su cuerpo estaba soltando un grito. La mano que estaba en su hombro, y su voz que desbordaba afecto hacían que una sensación incomoda se arrastrara debajo de su piel.   A pesar de que quería alejar su mano, con el poder del <Eencanto> aun presente, su cuerpo no escuchaba lo que le decía. --Eso es—¿Monopolizarías a Bell junto conmigo? --…… ¿Ha? Lo que se reflejó en los ojos de Ryuu quien, dudando de sus oídos levantó apenas su rostro, fue la sonrisa plena de Syr. --Ah, es así, ¿No? No sería monopolizarlo, sino mantenerlo entre las dos, ¿Cierto? --…… ¿Que, estás diciendo…? --Un poco más creo que puedo hacerlo caer10. Me desharé de la maldición del anhelo de Bell. Y cuando lo haga, podre hacerlo mío. Como un niño inocente que hablaba de un tesoro, Syr sonrió. --No me gusta que otras toquen a Bell, pero estoy bien si eres solo tú, ¿Sabes? Ya que eres tú, lo permitiré. No podía comprender lo que estaba diciendo. Repulsivo. Ella misma lo sabía, la chica de cabello gris ya no está, una parte de su corazón le susurro. --Amemos juntas a Bell. Solo los tres, tocándonos, besándonos, disfrutando de nuestro aroma, y abrazándonos un montón. Asqueroso. --Encerrándonos en la habitación, sobre la cama, amándonos entre nosotros hasta que el límite entre nuestros cuerpos desaparezca, volviéndonos uno. ¡Asqueroso! --Nuestras almas entrelazadas, tallando nuestro amor mutuamente. Si hacemos eso, aunque yo no pueda hacerlo, probablemente tu puedas hacer un niño con Bell. ¡¡Asqueroso!! ¡¡Asqueroso! ¡¡Asqueroso!! La propuesta de la bruja. La droga de quien conocía el “amor”. O posiblemente, un deseo destructivo. Lo que sentía frente a la chica que le ofreció el licor del “amor”, era un asco y aversión extraordinario. La existencia que estaba entre sus ojos era un algo vistiendo la piel de “Syr”. --…… ¡Me niego…!   10 O corromperlo.  Ryuu le arrojo su propia respuesta. Levantando las esquinas de sus ojos mientras su voz y respiración temblaban junto con su cuerpo, le regreso la mirada con toda su fuerza. --No juntare mis manos contigo que no eres “Syr”. En remplazo de su lengua que no funcionaba bien, puso su furia en su mirada y se la transmitió de esa manera. --… Lo sabía, termino así. En ese momento— Syr bajo sus cejas, mostrando una sonrisa un poco—realmente solo un poco, solitaria. ¿Eh…? Solo por ese instante. Ryuu imagino a la chica de cabello gris igual a la que existía dentro de sus recuerdos. --Aunque fuera bien o fallara, se rompería la ilusión. No podríamos reconciliarnos. … y fue justo como eso, ¿Eh? Su campo de visión tembló. Su conciencia comenzó a desvanecerse rápidamente. Incluso si lo deshizo, el rebote del <Encanto> sacudió su mundo. Mientras respiraba pesadamente, Ryuu se fue volviendo incapaz concentrarse y ya no podía escuchar bien las palabras de Syr. Pero, por alguna razon. Sintió como si esas palabras que llegaron hasta su oído, desde muy cerca, las escucho desde la chica. Esa figura que bajaba sus cejas agotando sus palabras, sintió haberla visto en algún lugar. Eso no era nada, entre la amistad y el anhelo— --Pero, ya no puedo regresar después de todo. Con esas palabras finales, la conciencia de Ryuu cayó en la oscuridad. --Allen. Tranquilamente volvió a colocarse la capucha. La chica, no, la Diosa, le dio la espalda a la Elfa tirada en el suelo. --Llévate a esa chica, para que no entre en contacto con Bell, enciérrala en la habitación subterránea de la sede. --…… ¿No usaras el <Encanto>? --Es sentimentalismo. No quiero manchar el alma de esta chica. ¿Te desilusione?   --…… No. Ante la diosa que lo confeso sin ocultar nada, Allen sacudió su cabeza un poco. --Justo como prometí, te dejo a Anya a ti. Diciendo eso, la Diosa de pocas palabras se marchó desde el lugar. *Patsu, patsu* Las gotas comenzaron a golpear su hombro. Allen quien estuvo en silencio por un tiempo se dio la vuelta, y miro a su hermana menor que ya no podía ponerse de pie. --Si haces algo excesivo, a continuación, aplastare el bar. Si no quieres eso, no le estorbes a la diosa. Guarda silencio y cierra la boca. Escupio eso y eso fue el final. Cargando a Ryuu en su hombro, persiguió a la Diosa como su guardaespaldas. En el amplio terreno, solo un Catman quedo. - Aah. Finalmente, la lluvia comenzó a caer. Su campo visual se humedeció por el agua y su sentido del oído fue cubierto por el sonido de la lluvia. En la mejilla del pequeña gata que yacía de espaldas sobre las cajas de madera destruidas y esparcidas por doquier, las gotas corrían, ya sea si era la lluvia o sus lágrimas era difícil de juzgar. --¡¡Uaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa !! Su lamento que no llegó a nadie, desapareció dentro del sonido del agua. La misma lluvia que el día en que ella y su hermano fueron recogidos por la Diosa caía sobre el cuerpo de Anya. × × × Las gruesas nubes y la lluvia torrencial que difuminaba incluso a la ciudad interrumpieron la luz del atardecer. Mientras escuchaba el sonido del segundero del reloj de bolsillo en su mano sentada sobre la cama de un cierto escondite, Asfi cerro sus parpados en silencio. --Lyon… incluso tú… Su murmullo no muy diferente a la desesperanza, fue recibido por el dial de su reloj de bolsillo que informaba de la hora de la puesta de sol.   Ante su amiga Elfa que no apareció en el lugar de reunión aunque la hora llego, no podía ser optimista ni hacerse ilusiones. Sin importar cuán solitario fuera, no podía permitírselo. --¿Ya… no tengo, ningún aliado…? Su débil voz parecía desaparecer incluso ahora. Pero Asfi se levanto tranquilamente. Suprimiendo sus quejas y resignación, se puso el casco negro. Volviéndose invisible, sin que nadie lo supiera, desapareció entre las calles lluviosas que temblaban por el frio completamente sola. × × × La lluvia no se detenía. La cortina de la noche bajo y el sonido de la lluvia resonaba, justo como si el cielo estuviera llorando. Casi igual que el día en que negué los sentimientos de esa persona. … Syr-san, ¿Dónde estas…? Cuando me detuve en medio del largo pasillo y mire por la ventana, el Maestro me miro y dijo “¿Qué estás haciendo?”. Continúe detrás de él y como siempre seguimos la misma ruta de la mansión. Ya que el “bautizo” continuaba incluso cuando llovía, hoy estaba más agotado que de costumbre. Incluso mientras nos dirigíamos a la habitación de Freya-sama, no podía ocultar mi cansancio. Y entonces pensé en eso despreocupadamente. En la chica de cabello gris a quien había continuado buscando hasta hoy usando mi valioso tiempo de salida. Ella no estaba en ninguna parte. No había nadie que la conociera. ¿Su existencia fue un producto de mi imaginación? Mi cuerpo y mente que habían sido acorralados gradualmente ya no podían negar ese pensamiento del que me habría reído un poco antes. Cuando estaba siendo atado por esos sentimientos oscuros y melancólicos, llegamos hasta la habitación de Freya-sama. --Bienvenido, Bell. Dejando al Maestro que me dio el permiso para entrar, ingrese a la habitación, y allí me estaba esperando Freya- sama vistiendo un traje de noche blanco puro. Mis pies fueron atraídos arbitrariamente hacia la Diosa que le añadía paz a mi noche.   Mientras sentía su amable calidez, como si fuera la continuación de las mil y una noche, hoy también estaba escuchando mi historia— --… ¿…? Hoy había algo un poco diferente. --¿Qué ocurre, Bell? Freya-sama inclino su cabeza pareciendo confundida. Su largo cabello que parecía una clara corriente teñida por la luz plateada se derramo desde su hombro mientras brillaba. No era que su estado fuera particularmente extraño. Seguramente fue mi malentendido. Pero… una parte de Freya-sama parecía estar en algún otro lugar y no aquí. Sentia que sus hermosos ojos plateados reflejaban un “color diferente”. --… ¿Te ocurre, algo? Al darme cuenta, le pregunte sin querer. Sorprendida, Freya-sama dejo de moverse. --… ¿Qué te hace pensar eso? --Err… de alguna manera, parece que no estás animada… Cuando solte eso vagamente sin poder decirlo bien—Freya-sama que estaba mirando hacia aquí, dejo caer sus hombros sin fuerza y bajando sus cejas, sonrió. --A pesar de que normalmente no entiendes sobre las sutilezas de una mujer, en momento como estés eres muy agudo, ¿Eh? --¡Uh…! Me quede completamente pasmado y junto con la vergüenza mi voz se atoró. Freya-sama quien sonreía mientras estrechaba sus ojos como un gato justo como siempre, soltó una risa disimulada. Ante eso me di cuenta que yo mismo me había tranquilizado. --… Si está bien contigo, podría escucharte. --Vaya, ¿Tú? --Si… ya que siempre, estás escuchando mis historias. Ante mi petición, Freya-sama no negó ni asintió. Pero, con sus ojos como el cielo estrellado que brillaba en un lugar que nadie conocía, vio a través de mí.   Por eso, abrí mi boca. --¿Te, ocurrió algo? --… Es un poco de sentimentalismo. Alguien a quien consideraba un amigo, salió lastimado. --¿Un, Dios? Algo así, dijo Freya-sama. --Err, ¿Que hay de reconciliarse…? --Imposible. Le hice algo malo. No estaba dejando que escuchara mi historia, en su lugar yo escuche la historia de Freya-sama. Mientras era atacado por un sentimiento extraño, elegí mis palabras mientras vacilaba. --Si sabes que hiciste algo malo… err, ¿Que hay de disculparte…? --Es justo como dices, pero, no puedo hacerlo. --…… ¿Por qué? --Porque decidí, que hay algo que quiero más. Sin mirar hacia mí, el perfil de Freya-sama que dirigía su mirada hacia el frente estaba decidido hasta el punto de ser insensible. --Con ese fin, decidí que descartaría todo. No parecía la misma Diosa que me daba calidez, ante su voz del cero absoluto, me estremecí. Pero, el yo actual sin duda—pensó cruel y seriamente en esa decisión. --Aunque tiraras algo importante… ¿No puedes volver a recogerlo? --¿Eh? --Si estas a tiempo, mira hacia atras… e incluso si ya ha paso el tiempo, ¿No podrías recogerlo? Por eso, dije algo como eso. Yo también hasta hoy termine por tirar un montón de cosas. Quise guardarlas dentro de mi pecho por siempre, pero muchas se fueron desbordando. Pero, sin importar cuán agónico, doloroso, e incluso cuando parecía que perdería, ahora pienso que lo mejor fue no rendirme y desecharlos. Y entonces, incluso si se caen una vez… sin duda lo alcanzaré, es lo que pienso.   --Despues de todo, si recoges algo que una vez tiraste … sin duda, eso se volverá algo más valioso de lo que era antes. Cuando le sonreí así, Freya-sama abrió ampliamente sus ojos. Sus labios que estaban ligeramente abiertos temblaron un poco. Sabía poco. Pero, una persona o incluso un Dios, siempre continuara lamentándose sobre lo que tiro en algún lugar de su corazón, solo eso lo sé bien. Freya-sama no respondió nada. Pero sus mejillas se tiñeron ligeramente y me dirigió una sonrisa. --Bell, me gustas. --¿Eh? --Me gustas. Un instante. El tiempo se volvió transparente. --… ¿¡Heah!? Y entonces, cuando repentinamente se me dijo eso, deje escapar una voz histérica. ¡Mientras me inclinaba hacia atrás intente retroceder, pero al ser obstruido por el apoyabrazos del sofá, no puede retroceder más! Freya-sama por su parte, mostro una sonrisa maliciosa. --Dime, Bell. ¿Conoces la manera de consolar a una mujer? --¿E-Eh…? --Si la conoces te volverás popular, ¿Sabes? A las mujeres les gustan los hombres que les dan una sensación de tranquilidad. --¡N-N-N-No es que quisiera ser popular ni nada como eso…! --Pero querías un encuentro predestinado, ¿No es así? --¿¡Gyaoo!? ¿¡Incluso sabe sobre eso!? ¡Según mis recuerdos, lo de tener encuentros y todo eso solo deberían saberlo Kami-sama y las personas que estaban en la “puerta” el día que llegue por primera vez a la ciudad! --Muy bien, te enseñare. Escucha lo que digo.   Sus órdenes como las de un diablillo no se detuvieron y termine siguiendo las palabras de la Diosa poco a poco. --Primero, rodea tu brazo por mi hombro. --E-Err… --Rápido. Como se me dijo, nerviosamente rodé mi brazo derecho por el hombro de Freya-sama que estaba sentada a mi lado. Nuestros hombros se pegaron. Y su esencia hacia cosquillas en mi nariz. Y entonces me di cuenta. Incluso un vestido de noche sin ningún adorno, si lo llevaba esta persona, se transformaba en un vestido que haría preocupar al sexo opuesto. --Si la mujer se acerca a tu hombro, tú también te acercas. --…… --Si hay señales de que levantará su rostro, la miras a los ojos. --……… --Después de mirar sus ojos fijamente, colocas tu mano en su barbilla. --……………… --Y entonces, juntan sus labios— --¡¡No, no, no, no!! ¡¡Eso es imposible!! Superando mi limite, me eche hacia atrás. Cayéndome desde el sofá, mi espalda golpeo contra el piso. --¡Ufufu, ahahahahaha! Bell, ¿¡Que estás haciendo!? Hacia mi quien estaba completamente rojo y exponiendo una figura indigna, Freya-sama se rio mientras abrazaba su estómago. --En serio, realmente eres inocente y sin agallas, ¿No es asi? --L-Lo siento… ¡Pero, lo de ahora es diferente quiero decir…! --A pesar de que yo te amo tanto, ¿No lo aceptaras? --¡Eeh, no, no es eso…! ¡No podría tratar tan descuidadamente a una Diosa…! --A pesar de que una Diosa del Amor está susurrándote su amor, el huir después de eso es lo más descortés.   Mientras extendía la mano y me levantaba desde esta posición vergonzosa estando nervioso y actuando de manera sospechosa, Freya-sama me miraba pareciendo divertirse. En su figura limpiando las lágrimas desde las esquinas de sus ojos ya no estaba la sensación de tristeza. Era una apariencia que veía por primera vez, pero… está más animada, sí, eso es bueno. Mientras mostraba una sonrisa irónica, pensé sobre eso. -- —Si, como esperaba, me gustas. En ese momento— La voz que dejo escapar y su expresión, se superpusieron con uno de mis recuerdos. --¿Syr-san—? No sabía por qué dije eso. Pero ese murmullo se escapó de mis labios. “Si, me gustas, ¿Sabes?” ¿Esas palabras, ese momento, ella, no fue algo que dijo en la gran catedral? ¿Esa sonrisa que estaba frente a mis ojos no se parecía a la que ella tenía—? Estaba atónito, y Freya-sama también estaba estupefacta. Los alrededores se volvieron tranquilos hasta el punto de que el sonido de la lluvia se volvió inaudible, nuestras miradas se enredaron. ¿Cuántos minutos pasaron? ¿O fueron segundos? Dentro de este tiempo que no sabía si fue largo o corto nos miramos el uno al otro y entonces ella extendió su mano suavemente. Colocando su mano en mi mejilla cuando era incapaz de moverme— -- —A pesar de estar frente a la Diosa del Amor, dices el nombre de otra mujer, ¿En qué diablos estás pensando? --¡¡Duele, duele, duele!! ¡Tiro de mi mejilla con todas sus fuerzas! Desde Freya-sama quien estrecho sus ojos, la “sombra” que sentí ya había desaparecido completamente. Por el contrario, me miraba con un aspecto extremadamente irritado. --Es la primera vez que recibo una humillación como esta. --¡¡L-Lo siento!! Me disculpe desesperadamente con lágrimas en mis ojos y Freya-sama giro su rostro hacia un lado.   --Estoy de mal humor, Bell. Vete. La hice enojar sin querer… No tenia excusas. Ordenándoseme retirarme imperiosamente, bajé mi cabeza y mientras reflexionaba realmente, me dirigí hacia la puerta. Cuando me di la vuelta justo antes de salir, Freya-sama aun me estaba dando la espalda. Probablemente no me perdone por un tiempo. Pero… ¿Qué fue todo eso? ¿Fue mi imaginación…? Mientras me obsesionaba con ese misterioso pensamiento, mientras era echado por su espalda silenciosa, salí de la habitación de la Diosa. × × × --…… Freya empujo su pecho. Ese gesto que no era acorde con una reina orgullosa claramente se parecía al de una chica que no sabía nada. Después de que paso un largo tiempo, comenzó a caminar casi inconscientemente, llegando hasta la esquina de la habitación, abrió la gaveta de su vestidor. Lo que sus delicados dedos tomaron fue un broche azul. Era un accesorio de un par que un chico le regalo a alguien. La Diosa sin decir nada, abrazo ese broche y se quedó de pie sin moverse. --…… Y entonces— Como si fuera el espejo de esa Diosa, una sola persona estaba de pie. En la puerta ubicada en el lado contrario con las grandes puertas de roble por donde el chico salió. Mientras que nadie podía entrar a la habitación sin el permiso de la Diosa, ella, quien llevaba una débil luz de Poder Mágico, estaba mirando hacia abajo de espaldas a la puerta. Estaba torciendo su rostro más que nadie. --¿Qué estás haciendo? En el instante en que esa voz la llamo, la luz de Poder Mágico se desvaneció. Cuando la luz que estaba volviéndose borrosa se extinguió, la silueta de la chica se tornó clara y Hörn, quien estaba mirando el piso, levanto su rostro.   --… Hedin-sama. El Elfo blanco no cambio su expresión. Hörn sin decir nada, paso por un lado. El Elfo miro en silencio a la chica que se marchaba con un rostro pálido. Sin retraso cambió su mirada hacia la puerta. Y casi como si dejara correr sus sentimientos hacia la Diosa a través de la puerta, cerró sus ojos una vez y a continuación los abrió ampliamente. --Yo mismo, lo convertiré en un ciervo leal. Murmuro eso, como el juramento de un caballero.     Capítulo 05 – Al Final de su Mundo  Se volvió violenta. La batalla en el campo. El sagrado asesinato mutuo. El mismísimo “bautismo” hecho por los Aventureros de Primera Clase. --<Lucha eternamente, soldado del rayo indestructible>. --¿¡...!? El Canto súper rápido corrió libremente, dejando un eco residual. Mientras sentía la desesperación ante el siguiente disparo que ya estaba cargando a pesar de que acababa de golpearme con su Magia justo antes, tomé acciones evasivas con todas mis fuerzas. --<Caelus Hildr> El bombardeo de rayos fue liberado. Las flechas de trueno, cada una de las cuales era tan grande como la cabeza de una persona, llovieron hacia mí como un ejército de múltiples soldados entretejidos. Después de evitar las primeras, el bombardeo del infierno se fue acumulando desagradablemente. Perforándome, quemándome, desgastándome y electrocutándome. Incluso la sangre que se esparcía era quemada y se evaporaba. Al instante mi campo visual perdió su significado a causa de la luz de los relámpagos y en el momento en que mi conciencia se quedó en blanco por unos segundos, una despiadada declaración llego a mis oídos. --<Golpea eternamente, general del rayo indestructible>. —¿¡Un tercero!? ¡¡Era demasiado rápido!! El Maestro quien ejecuto indiferentemente esa técnica de Canto—un “<Canto Concurrente> a alta velocidad”, me disparo ese rayo sin ninguna consideración. --<Variant Hildr>. Un colmillo de rayos especialmente grande voló hacia mi mientras me quedaba congelado. El acto de violencia del Aventurero de Primera Clase. O más exactamente, la “tiranía” causada por un Elfo. Sin relación a que ya era una batalla suficientemente dura incluso así, el Maestro me informo un cierto día.   --Tibio. Y entonces lo que comenzó fue una batalla feroz y unilateral. Fui destruido innumerables veces por el Maestro que usaba unilateralmente su Magia. Incluso ahora en una esquina de <Fólkvangr> se arremolinaba la tormenta de rayos tiranos que el Elfo blanco provoco. Si una persona o un monstruo diera un paso en ella sería destruido sin excepción, y en ese lugar, yo, cuya vida fue hecha prisionera, fui forzado a sobrevivir con todo lo que tenía. -- —¿¡Aaa, gaa!? ¿¡Igiii, zuu~~~!? Activando mi Habilidad <Argonaut>—puse una Carga de un segundo en mi pierna derecha y escape de la línea de disparo rompiendo el suelo de una patada, quedando con la mitad de mi cuerpo quemada. La evasión no llego a tiempo. Mientras me retorcía dolorosamente como un animal ante ese disparo que fue liberado con un cronometraje perfecto, el Maestro ya había cerrado la distancia entre nosotros. Dirigiéndose hacia mi mientras mis lagrimas se acumulaban en las esquinas de mis ojos, siguió atacando. --¡Haa! --¿¡Uaa!? Patadas como lanzas. Golpeando mi hombro. El sonido de los huesos rompiéndose. Mi brazo izquierdo que estaba quemado genuinamente dejo de funcionar. Un ataque de la <Rhomphaia> del Maestro. Solo esa la repelí con el Daga en mi mano derecha, defendiéndome a muerte, intentado extender mi vida desesperadamente. Responder con técnicas de combate cuerpo a cuerpo—era inútil. Incluso en una batalla de cuchillas no podía hacer nada. En una pelea a corta distancia el Maestro también estaba por encima. Si atacaba con mi <Firebolt>, cortaría uno de mis brazos con su <Rhomphaia>. Esta persona, quien era el <Espadachín Mágico> más prominente de la ciudad, ¿Dejaría pasar el movimiento del <Poder Mental>? En el instante en que me aferré a una Magia simple, mi muerte se volvería realidad. Maestro... ¿¡Por qué...!? Era diferente. Completamente diferente. La figura del Maestro que estaba en mis recuerdos era claramente diferente a la de Hedin-san quien me instruyo en el liderato en una cita. Aun así, como si me transmitiera que eso era solo un tonto delirio mío, la sombra de mis recuerdos fue despedazada y completamente oprimida. Tiñendo sus ojos de crueldad, realmente estaba intentando matarme. Mientras soltaba un gemido mezclado con un chillido desde el fondo de mi estómago, lleve a cabo el mayor contraataque que mi cuerpo podría realizar. Pero, se escuchó un sonido seco. Rápidamente la recibió con la palma de su mano y sin ningún retraso un impacto golpeo el lado derecho de mi rostro mientras seguía atónito. Al mismo tiempo que giraba, me golpeo con su codo como una serpiente, mi respiración se detuvo, mis rodillas flaquearon y como una muñeca a la que le cortaron las cuerdas, le mostré una apertura.   Y entonces— --Estúpido. --Gaaaa—— Junto con un movimiento extremadamente violento, su <Rhomphaia> corto mi cuerpo. Cortando en diagonal desde mi hombro, la sangre broto abundantemente. Era una herida mortal que no dejaba ni siquiera espacio para la discusión. La fuerza se escapó de mi cuerpo y lo que se reflejó en mis ojos mientras caía hacia atrás, fue la figura del Maestro levantando su arma sobre su cabeza intentando darme otro golpe. La <Rhomphaia> descendió hacia mi cuyo tiempo se había detenido— --“ “ “ “Detente, Hedin.” ” ” ” —Y no me alcanzo. Alfrigg-san, Dvalinn-san, Berling-san y Grer-san apuntaron sus cuatro armas hacia el cuello del Maestro haciendo que detuviera su <Rhomphaia>. Mientras caía de espaldas hacia el suelo debido a la herida mortal, las voces desbordantes de intenciones asesinas resonaron por el campo. --Esto es demasiado. --¿Olvidaste como contenerte? --¿Realmente piensas destruirlo? --Ni siquiera Heith y las demás podrán curarlo. En la esquina de mi campo visual, los rostros de Heith-san y las demás que estaban a la espera para curarme, estaban pálidas ante el sadismo del Maestro. La recuperación de las Sanadoras no me alcanzaba completamente. Por culpa de los rayos que corrían desenfrenados por los alrededores, no podían acercarse. Incluso cuando no era así, la carne desde el lado que se recupero estaba dándome caza. Todos los miembros de los alrededores estaban iguales. Vanir-san y los demás se olvidaron de luchar y miraban hacia aquí con asombro. En algún momento el cielo se había teñido de un tinte rojizo cercano al color de la sangre. Sin que me diera cuenta, el sol estaba intentando ocultarse. --¿Estás bien, Bell? --A-Aaa, ¿¡Aaagh...!? Hogni-san me aplico un Elixir y levanto la parte superior de mi cuerpo.   Soltando una gran cantidad de humo desde mi herida, el rebote por la Curación forzada ataco mi cuerpo. Deje escapar un grito sin voz y Hogni-san miro al Maestro mientras apoyaba mi espalda. --¿Qué planeas, mi archienemigo? ¿Hay algún significado en ese tiránico actuar tuyo? --No es necesario preguntarlo. Y entonces el Maestro, ante la mirada crítica de los otros Aventureros de Primera Clase, escupió como si estuviera decidido. --Este conejo estúpido fue encontrado por la Diosa del Amor. Siendo así, demostrar sus cualidades es un asunto urgente. Si no demuestra que su alma es adecuada para nuestra Ama... ¡Nadie lo aceptara! Ese grito sin ninguna falsedad estaba lleno de sentimientos. Hogni-san y los demás cerraron sus bocas al unísono. En este “campo de batalla”, el grito de ese guerrero fue algo que no contenía ningún error. --¡Esto no tiene ninguna relación con tus sentimientos! ¡El cumplir el deseo de la Diosa es tu responsabilidad! Levante mi cabeza mientras estaba mareado por la pérdida de sangre. Los ojos color coral del Elfo me miraron fijamente, demandándome. --¡Levántate! ¡Ponte de pie! --...... --¡¡Debes poder levantarte!! Jurando su lealtad a la Diosa, con una sinceridad mayor que cualquier otra cosa, centraba su mirada en mí. --¡¡Si eres el <Odr> que la Diosa espera, demuéstralo!! El grito del Elfo resonó por todas partes y me golpeó. El día siguiente y el siguiente a ese, el “bautismo” del Maestro fue aumentando su violencia. × × × --¡Estas ocultando alguna clase de motivo ulterior en tu pecho, Hedin! Hedin quien era interrogado por Hogni quien fruncia el ceño respondió sin cambiar un ápice su expresión. --Parece que quieres preguntarme en que estoy pensando, pero, ¿Qué quieres decir? --¡Lo sabes! ¡¡El conejo blanco es la ofrenda de la Diosa!! ¡Al tratarlo con tal tiranía, su blanco corazón terminara machado inevitablemente! ¡Si eso va a ser así, este yo tendrá que volverse el caballero del conejo! La ciudad estaba envuelta por la oscuridad de la noche.   En una cierta habitación de <Fólkvangr>, los Aventureros de Primera Clase de la <Familia Freya> estaban reunidos. Alfrigg y los demás se sentaron en sillas y mesas, Allen estaba apoyado contra la pared con los brazos cruzados pareciendo molesto y Ottar estaba de pie inmóvil sin decir nada. Ese fue el lugar de acusación del Elfo blanco quien había maltratado excesivamente al chico. Siendo la persona involucrada, Hedin se enfrentó a la apariencia enojada de Hogni y resoplo por la nariz. --¿De qué serás el caballero, idiota? ¿Otra vez piensas atraer las burlas de los Dioses con cosas incomprensibles como lo del “Rey maligno-san Cheese”? --¡E-El rey maligno no tiene nada que ver con esto...! Ante su pasado oscuro que estaba siendo excavado, Hogni rápidamente regreso a su tono normal con sus ojos llenos de lágrimas. --Siendo así, ¿Acaso fuiste conmovido por ese conejo estúpido? ¿Piensas incluso llamarlo amigo? --¿¡A-Amigo!? No, no, no, sin duda ese humano es una buena persona fácil de tratar, y siento que, incluso cuando caigo en el caos de la confusión, sigue hablándome con preocupación, pero, ¡Cierto, es como un discípulo! ... No, pero, aun así, este sentimiento... ¿Sería como un amigo inigualable? El Elfo Oscuro con una personalidad tímida reaccionó en exceso ante la palabra “amigo” y su conciencia voló hacia el mar de su imaginación. Mientras miraban con molestia a Hogni quien se auto engañaba de esa manera, esta vez Alfrigg y los demás abrieron la boca. --Sin duda a quien Freya-sama le encargo la “crianza” de Bell Cranel, fue a ti, Hedin. --Pero, aun así, el arrebato de estos días es intolerable. --No intentes disimularlo envolviendo en humo al idiota (el elfo negro). --Si dices que no tienes motivos ocultos, explica rápidamente tus verdaderos motivos. --“ “ “ “Si dices que no tienes material para hacer que lo aceptemos te partiremos en cuatro—” ” ” ” Ante los cuatro Hobbits quienes declararon de esa manera indirecta, Hedin suspiro con desesperanza. --Sus ojos parece que son solo agujeros. --“ “ “ “¿Qué dijiste?” ” ” ” --Dentro de este <Jardín en Miniatura>, quien está siendo acorralado no es ese conejo estúpido. Sino Freya- sama.. --“ “ “ “ “ “¡¡...!!” ” ” ” ” ” Ante esas palabras no solo Alfrigg y los demás, incluso Hogni y Allen abrieron ampliamente sus ojos.   --Aun cuando se desgasta, Bell Cranel no se doblega ante nuestros trucos, y, por el contrario, está perturbando el corazón de la Diosa. Hedin declaro de esa manera y miro al Boarman quien era el único que no había cambiado su expresión. Mientras recibía también la mirada de Alfrigg y los demás, Ottar quien estaba sirviendo como asistente al lado de Freya, respondió con una expresión dócil como si algo hubiera venido a su mente. --... Sin duda, recientemente han aumentado los momentos en que Freya-sama está pensando en algo sola. Sin prestarle oído a las conversaciones de sus sirvientes, sin tocar su comida, y mirando hacia el cielo desde el borde de su ventana, solo mirando fijamente al chico que luchaba en el campo. Eso parecía un tiempo de autorreflexión, añadió Ottar. Alfrigg y los demás expusieron su sorpresa. --Los pensamientos de aquel que puede soportar el <Encanto> por el contrario están confundiendo a la Diosa. Tenemos que acorralar rápidamente a ese conejo estúpido y hacerlo caer. Esta es una medida con ese fin. Ante las palabras de Hedin quien estaba estableciendo su posición como un director de orquesta o posiblemente como un general, Hogni, Alfrigg y los demás cerraron sus bocas. Después de silenciar a los que estaban participando en el “bautismo” juntos, Hedin centro su mirada en Allen. --Desde mañana también participaras en el “bautismo”, gato estúpido. --Mi trabajo es vigilar el bar. No sabemos lo que esa Enana monstruosa hará si la dejamos libre, imbécil. --¿Piensas seguir actuando como un “bufón” incluso ahora? Estúpido. Deja de usar a Mia como cubierta. --¡...! --Seguramente ya arreglaste lo del bar junto con Freya-sama. Siendo así, ya no hay significado en que un Aventurero de Primera Clase, tú, se involucre. La vigilancia déjasela a Vanir y los demás. Ante el señalamiento de Hedin que parecía haber dado justo en el blanco, Allen por primera vez se quedó en silencio. Hedin quien lo había golpeado con un buen argumento se acercó caminando y acerco su rostro hacia el Catman que era más bajo que él. --¿O hay algo más? ¿Acaso aun estas obsesionado con tu tonta “hermana menor” aun cuando la abandonaste una vez? -- —¿Quieres que te mate, hijo de perra? Las pupilas de Allen se abrieron y su intención asesina fue liberada al máximo. Pero incluso frente a eso que haría caer sobre su trasero a una persona normal, Hedin no se asustó. --Es una crisis para nuestra Ama. Sígueme.   - Tch. El primero en desviar la mirada de esos ojos que lo observaba a través de los anteojos, fue Allen. En lugar de no asentir, chasqueo su lengua—una confirmación implícita—y ansiosamente empujo con una mano el pecho de Hedin. Hogni, Alfrigg y los demás quienes los vigilaban no soltaron ninguna queja. En su orden de prioridades todo se lo llevaba Freya y lo que deberían proteger es el corazón de la Diosa. Hedin, quien fue empujado, reajusto sus ropas y finalmente miro al Boarman. --Ottar, tú también. Golpea con tu espada a ese conejo estúpido. - No hay necesidad de que me incluyan incluso a mí. Hedin, te dejo el resto a ti. Las palabras del guerrero fueron pocas. Reusó firmemente su petición, pero en su remplazo, como Capitán aclaro que le dejaba todo a Hedin. Los ojos color oxido y los ojos color coral se miraron entre sí. Hedin no intento atraerlo más que esto. --Desde mañana arrinconaremos al conejo estúpido. No tengan ninguna compasión. Háganlo a fondo. Y entonces empujando hacia arriba sus anteojos, declaró sin piedad. × × × --¿Los movimientos de la <Familia Freya> han cambiado. ? Desde arriba de las murallas de la ciudad Asfi, quien vigilaba el “campo de batalla”, dejo escapar ese murmullo de duda. Justo al medio día cuando las nubes color ceniza cubrían el cielo. Terminado el “Festival de la Diosa”, mientras la ciudad retomaba su día a día sin saber que estaban bajo el poder del <Encanto>, <Perseo> continuaba su batalla sola. Intentando corregir la distorsión de Orario, una lucha desesperada. Desde la información que he recopilado hasta ahora, Bell Cranel ha estado luchando todos los días en el “campo de batalla”, pero... ¡Ahora, esto que está desarrollándose ! Manteniendo su <Invisibilidad> con su <Casco de Hades>, observándolos con su Ítem Mágico mientras prestaba la más minuciosa atención—y rezaba para no ser notada por la parte más alta de Babel—Asfi derramo sudor frio. Incluso para ella quien estaba a una considerable distancia, los gritos de Bell parecían como jadeos de dolor.   La Lanza súper rápida del Catman, el ataque en oleadas de los Hobbits, la técnica de espada que cortaba todo del Elfo Oscuro, y la aterradora Magia del Elfo blanco, encerraban al chico dentro de una tormenta de sangre y destrucción. Una crueldad que no es común de un “bautismo” y una falta de serenidad... no me digas, ¿Están desesperados por algo? ¿La <Familia Freya>? Aun cuando ya se podría decir que la Diosa de la Belleza y su <Familia> habían “ganado”. Construyeron un <Jardín en Miniatura> perfecto, una “jaula” para el chico que no podría derrumbar. Seguramente eran conscientes de Asfi e incluso ahora estaban extendiendo su red, pero un solo Aventurero de Segunda Clase que solo podía mirar a escondidas de esta manera no podría volcar este tablero. Debido a eso, en la ciudad no debería existir una existencia que pudiera amenazar a la Diosa y los demás, y ni siquiera en el mundo entero. Siendo así... ¿Un <Irregular>? ¿Está ocurriendo un suceso inesperado que sacude a la <Familia>... no, a la Diosa Freya? Y, si había algo estaba provocando algo como eso—solo podía ser la persona en el núcleo del remolino, Bell Cranel. Durante el alboroto de la <Familia Ishtar> Hermes insinuó la posibilidad de que “El <Encanto> no afecte a Bell”. Si no fuera así, ese día en que el Distrito del Placer fue quemado por el ataque relámpago de la <Familia Freya>, no habría razón para que Ishtar no usara a un Bell bajo el <Encanto> como “escudo” contra Freya. En ese momento Asfi se había reído con “¿Un tonto como ese repeliendo el <Encanto> de una Diosa de la Belleza?”, pero al hacer la comparación con esta situación, su suposición se acercó a ser una certeza. Quizás la <Familia Freya> estaba perdiendo la compostura e impacientándose por Bell quien continuaba resistiéndose al <Encanto> y no caía. O posiblemente, ¿El propio Bell podría volverse un elemento que destruya el <Jardín en Miniatura>? --Bell Cranel... Tú, ¿Que eres realmente? Asfi murmuro sus verdaderos pensamientos que fueron cubiertos por el cansancio. Ese chico ya era un punto de detonación. Como en la ocasión con los Xenos, la situación exploto con él en el centro y el mundo se sacudió. Paradójicamente, ¿Una persona como esa poseía las cualidades para ser un <Héroe>? Desde el punto de vista de Asfi como alguien trabajador sin igual y que quería evitar en la medida de lo posible las cosas molestas, quería decirle con voz llorosa, te lo pido, ya dame un respiro—aunque considerándolo desde el punto de vista de Bell, comprendía que era una petición irrazonable y que él no había hecho nada malo, sin embargo— Asfi, medio sintiendo simpatía hacia el chico que llamaba a los problemas y medio desesperada, pincho el dorso de su mano y redirigió sus pensamientos que se descarrilaban por el mal camino.   ¡De cualquier manera! ¡De aquí en adelante <Vana Freya> junto con los demás que podrían reconocerme, y naturalmente también Ottar, no deberían separarse del lado de su Diosa...! ¡Esta situación en la que los Aventureros de Primera Clase están reunidos en su base, seguramente es una coincidencia, pero con esto la red de vigilancia se aflojó! ¡Ciertamente! ¡Si es ahora, podre moverme...! Si no había monstruos (Aventureros de Primera Clase), podría dejar de ocultarse. ¿Y que si era la <Familia Freya>? ¿Y que si eran los <Einherjar>? Ella era <Perseo>. Si mis oponentes son también Aventureros de Segunda Clase o menos, podré ser más astuta que ellos. Seguramente si fuese rodeada por Lv. 4 me golpearían al instante y sería un game over instantáneo, pero, si, ciertamente seré más astuta que ellos. Malditos bastardos. Mientras escupía en una esquina de su corazón esas frases de desesperación, Asfi comenzó a correr sin hacer ningún sonido. Eligiendo entre los limitados “Dioses con quienes podría cooperar” en la ciudad. × × × --Haa... soy una Diosa inútil... Hestia estaba melancólica. Estaba nublado y el atardecer no podía verse, caminando por los pasillos de su base, y mientras ponía su mano en un pilar, Hestia fue golpeada por una sensación de impotencia. Después de ser echada por Urano, este fue su tono usual. Ahora también estaba faltando continuamente a su trabajo de medio tiempo. Había hecho enojar al dueño del puesto de patatas fritas hasta el punto de que fue a la mansión, y la paciencia de Hefesto probablemente también se acabaría pronto. El instante en que se convertiría en una persona desempleada se estaba acercando rápidamente. Lili quien no sabía nada la regañaba con, “Por favor vuelve a tu trabajo ya que es una molestia”. No era que estuviera dando excusas para faltar a su trabajo, pero no podía dejar al chico que era su preciado dependiente y continuar su día a día como siempre. --Bell-kun... Ante la realidad de que incluso ahora Bell estaba sufriendo, sentía que su pecho de desgarraba—*Plop* --¿Nna? ¿Qué fue eso, un papel cortado...? ¿Algo cayó desde algún lugar? ¿Lo deje caer? Como si una persona transparente cuya figura era invisible lo hubiese dejado caer frente a sus ojos, Hestia lo recogió mientras inclinaba la cabeza.   --¿”Algo olvidado en el taller”...? Extendiendo el papel cortado en pedazos, leyó el Koiné que estaba escrito en el. Frente a esa caligrafía carmesí que fingía ser una nota con el fin de que no pudiera olvidarla, Hestia abrió ampliamente los ojos. --¡Welf-kuun! ¿¡Welf-kun, estas ahí!? Dejando escapar una fuerte voz, corrió por la mansión. El hecho de que ahora la <Familia Freya> la vigilaba desde algún lugar era algo que sabía muy bien. Por eso, siguiendo lo que decía la nota Hestia también fingió ser una Diosa tonta que había olvidado algo. Mikoto asomo su rostro desde la cocina y le dijo, “Si buscas Welf-dono, está en el almacén del primer piso”, entonces Hestia dirigió sus pies hacia allí diciendo “¡Gracias!”. Justo cuando el joven herrero estaba llevando numerosas cargas— --¡Welf-kun! ¿¡Podrías prestarme las llaves de tu taller!? ¡Quiero entrar por un momento! --¿Eh, Hestia-sama...? --Hey, Hey, ¿¡Por qué pones ese rostro de desagrado!? ¿¡Qué demonios piensas que voy a hacer!? --No, es que estaba ansioso de que pudieras romper las herramientas de herrería... dejando eso de lado, ¿Qué asuntos tienes en el taller? --¡Perdí la copia del pagare de 200 millones de Varisu! ¡Y es posible que se mezclara en tu taller cuando nos mudamos a esta mansión! -- ¿No es eso terrible...? Ante Hestia quien hablaba con una fuerte voz que podría escucharse incluso fuera de la mansión, Welf a regañadientes le entregó las llaves del taller. Tras advertirle con un “Por favor no la pierdas”, ella levanto el pulgar diciendo “¡Por supuesto!”. --... Entonces, ¿Qué estás haciendo Welf-kun? --En realidad, había guardado todos estos trabajos en el sótano del taller, pero se ha vuelto un poco estrecho. Los estoy moviendo hacia aquí para ordenar. Lo que estaba llevando al almacén eran armas envueltas en tela, cajas llenas de armaduras y también <Espadas Mágicas>. Sin duda seria aterrador sacarlos al exterior siendo ese tipo de productos. Mientras que Hestia asentía de acuerdo... Welf miro una armadura rota que tenía en las manos. --¿Welf-kun...? --... Hestia-sama. Yo, ¿Por qué construí esta Armadura Ligera? Ahora no había nadie en la <Familia Hestia> que usara una Armadura Ligera.   Ni Lili, Mikoto, o Haruhime, frente a esa armadura que nadie usaba, Hestia se sorprendió. --¿Para quién la construí? No puedo recordarlo en absoluto... pero, esto lo hice con increíble dedicación, eso lo sé. Welf quien no sabía nada miro la armadura y dijo eso. Hestia al instante tuvo ganas de llorar. Pero se contuvo y mostro una sonrisa con todo lo que tenía. --Está bien incluso si no puedes recordarlo, solo siéntelo. ¡La conexión con el Aventurero que uso esa armadura! Hestia dijo eso y salió corriendo desde la habitación que servía de almacén. Incluso cuando Freya los retorció con su <Encanto>, los lazos que tenían con Bell permanecían. Si buscara debería haber muchos más. Y allí, sin duda había “esperanza”. Hestia quien renovó sus sentimientos se apresuró. Llegando finalmente al taller que se ubicaba en el jardín trasero, abrió la cerradura con la llave y entro a su interior. Con las puertas cerradas estaba oscuro y a primera vista parecía que no había nadie, pero... la puerta del sótano estaba abierta. Hestia bajo las escaleras sin decir nada y cerró la puerta. Y entonces— --... Discúlpame por los inconvenientes, Diosa Hestia. Quería una habitación secreta donde no pudieran escucharnos a escondidas. Como si se deslizara desde el vacío, Asfi apareció deshaciéndose de su <Invisibilidad>. --A-A. ¡Asfi-kuu———nn! --¿¡Gohoo!? P-Por favor cálmate. ¡Incluso si es un sótano, si armas un alboroto es posible que la <Familia Freya> lo descubra ! Hestia quien embistió el estómago de Asfi estaba terriblemente conmovida. La caligrafía carmesí disfrazada de nota era algo que Hestia había visto una vez antes. La noche en que desarrollaron la estrategia de ataque y defensa en la Calle Dédalo llevando a los Xenos, en el “Falso <Diario de Dédalo>“ que le fue entregado por Hermes. Días después, Hestia escucho que quien lo creo fue Asfi. No había necesidad de comprobar que Asfi no estaba bajo el efecto del <Encanto>. Mientras se reprendía a si misma por estar corriendo en acciones descuidadas ante la existencia de un fuerte Aventurero siendo uno de sus pocos aliados, como se esperaba, fue sacudida por una profunda emoción. --¡Qué bien, estas a salvo! ¡Fue muy solitario estar siempre sola y desamparada ! --Siento lo mismo, Diosa Hestia. Creer que mantenías la cordura fue correcto.   Como compañeras expulsadas del <Jardín en Miniatura>, conocían las penas y alegrías de cada una. La normalmente tranquila Asfi mostro una sonrisa como la de una niña como si también estuviera aliviada desde lo profundo de su corazón. Incluso Hestia sorbía su nariz exageradamente. --Por cierto, ¿Cómo entraste al taller? Estaba puesta la cerradura. ¿No es así? --Soy <Perseo> después de todo. --Eres <Perseo> después de todo, ¿No? Mirando a Asfi quien empujaba hacia arriba sus anteojos, Hestia estuvo de acuerdo con solo eso. Seguramente significaba que forzó la cerradura. ¿En qué momento regreso a la ciudad? ¿Qué estuvo haciendo hasta ahora? Tenía un montón de cosas que preguntarle, pero priorizo compartir información. Asfi comprendió correctamente las intenciones de Hestia y Hestia entendió la situación actual de la <Familia Freya>. --¿Los movimientos de la <Familia Freya> están cambiando...? --Si. La violencia del “bautismo” aumentó, podría ser solamente eso, pero... para mi parecen estar impacientes. --¿Impacientes? ¿Freya y los demás? ¿Por qué? --... Quizás, porque Bell Cranel no cae en el <Encanto>. Frente a Asfi quien poseía una intuición propia que no podía poner en palabras, Hestia abrió ampliamente sus ojos. Y entonces, bajo su mirada hacia el trivial pedazo de papel que mantenía pegado a su cuerpo—hacia su último rayo de esperanza. --¿“Ese momento”, llegó...? × × × Desgastando. Me iba desgastando. Mi cuerpo, mi mente, y mi alma, se desgastaban dentro del violento “bautismo”. No en el Calabozo sino en la superficie, estaba en una condición extrema a causa de la anormalidad que me hacía correr mucho más allá de mis límites. En el instante en que comprendí que, aunque se me aseguraba la suficiente recuperación, comida y sueño, esto rivalizaba incluso con la marcha desesperada en los Pisos Profundos que estaba en mis recuerdos, vomité todo. Dentro de la batalla de los Aventureros de Primera Clase comprendí una cosa. Todos sus movimientos eran de muerte segura.   En lugar de encontrar una salida de la línea de muerte, tenía que comenzar a construir una ruta de sangre con mis propias manos. Si no aprendía las técnicas, moriría. Si no me volvía tan fuerte como la sangre que derramaba, moriría. En adición, siendo pisoteado por lo irrazonable aún más violentamente cuando percibían que ciertamente estaba obteniendo fuerza, me vi forzado a repetir lo irrazonable aún más. Si un guerrero inmortal fuera a morir, eso sería cuando su alma se derrumbara, finalmente lo comprendí. Esto era en conjunto con un fuerte dopaje. El rebote por el crecimiento acelerado llegara sin falta en algún momento. Y ese momento, era ahora. Sin importar cuanto lo intentara, incluso si lo afrontaba con entusiasmo, mi voluntad, mi espíritu y mi deseo fueron cazados. Lo que me quedaba solo era el instinto primario del miedo a la muerte. Sin poder juzgar si mi corazón ya estaba roto, ya no sabía si ahora estaba de pie sobre un acantilado o en el fondo de un abismo. Y más que cualquier cosa, el “anhelo” que era toda mi fuerza motora, estaba perdiendo su significado. ¿Dónde demonios estaba floreciendo la flor en la cima de la montaña demasiado alta? ¿Me equivoque en la montaña que escale? En primer lugar, ¿Esa flor realmente existía—? Desgastado, hecho pedazos, comenzaba a perder algo importante. Desde el fondo de mi corazón comencé a querer escapar de este lugar. Pero no tenía un lugar al cual escapar. Las personas con las que me encontré ya no estaban allí. Esa era la verdad más dolorosa. La más aterradora. — “Siendo un <Einherjar> reconocido por todos, estando a punto de convertirse en un Aventurero de Primera Clase en apenas medio año.” Lo que cruzo por el fondo de mi mente, fueron las palabras de esa persona a la que había adorado como una hermana mayor. <Einherjar>—<Poderoso Guerrero>. En esa palabra de los dioses, escuche que existía un significado más. Ese era el de <Guerreros Muertos>. Muriendo con el sol y reviviendo con la luna, ese era su destino. Yo quien los imitaba solo podía aferrarme a una simple cosa.   Solo a “ella”. --Dime, Bell. ¿Dormimos juntos? --... ¿Eh? La habitación de la Diosa por la noche. Esta noche también era hermosa. Atando su cabello plateado y vistiendo ropa elegante, era sagrada. En cambio, yo seguía cansado como un anciano. Dentro de mi cabeza que no trabajaba correctamente, mi última parte de lógica que decía que tenía que evitar ser irrespetuoso con ella lo evitaría, pero— --No te hare nada. Lo prometo... así que, ¿Dormimos juntos? ... Entonces, bien. Si decía que nada ocurriría, y siendo ella la única a quien podía aferrarme, no pude resistirme a esa invitación. Porque, sin duda, ella era la más amable de todas después de todo. Asentí como un niño y junto con ella, me metí en la cama con dosel. Envolviéndome en las sabanas de seda. Al principio estaba de espaldas. Pero inmediatamente tomándome con su mano, me hizo girar mi rostro hacia ella. Su rostro estaba frente a mis ojos. --Dime, Bell, ¿No hay algo que quieras? --¿Algo que quiera...? --Así es. Fortuna, fama, poder, historia, el asiento del Héroe, o el mismo mundo... quizás el corazón de alguien. Cualquier cosa esta bien. Lo conseguiré sin falta y te lo daré. --... --Así que, ¿No hay algo que quieras? Mi respuesta... salió en seguida. --Yo... no necesito nada. Estaba aterrado por decirlo sin tener en cuenta su amabilidad, pero—ella sonrió. --Si. Pensé que dirías eso.   --¿Eh? --A mí, me gustas porque eres así. ¿Me estaba probando? No lo entiendo. Pero ella, con sus ojos húmedos como nunca había visto antes, murmuro suavemente. --Me gustas, Bell... tú me gustas. Con sus manos extendidas envolvió mi cabeza y la abrazo contra su pecho. Suave, con un olor agradable, y más cálido que nada. Quisiera estar siendo abrazado por ella por siempre. ... Ya, estaba bien, ¿No? Está bien, que lo aceptes ¿No es así? Estos recuerdos de los que nunca había dudado, mi anhelo, mis encuentros, todo era un sueño. Quiero liberarme de esta “pesadilla”, me podía permitir desear eso, ¿Verdad? Además, ella es cálida. Muy cálida. A su lado era mi lugar seguro. Sus dedos que peinaban mi cabello como si confortara a un niño eran cómodos, sus labios afectuosos cayendo sobre mi cabeza curaban las heridas talladas en mi cuerpo y mi alma. La cuna divina disolvía muchas cosas y me envolvía en su interior. ¿Realmente estaba mal ahogarme en ese amor? Ya, estaba bien, ¿No es así? ... Aun así. .   Aun así. .    Aun así— Si fuera a descartar estos sentimientos que rechazaron a esa persona, a “Syr-san”, entonces, ya no sabría por que la lastime. Sin importar cuán doloroso sea, incluso si estos recuerdos eran falsos, yo, lastime a esa persona. Yo, la hice llorar. Olvidarme de eso y reír como si todo fuera un sueño. sería un profundo pecado. —El idiota bastardo honesto de Bell Cranel, no podía mentirse a sí mismo. Incluso si la dulce salvación estaba frente a mis ojos, extender mis manos sin perder nada no podía hacerlo.   Vagando entre mis pensamientos, con mi viaje sin terminar, mis parpados cayeron. Justo antes de que mi conciencia se cortara, repentinamente lo noté. Ella—Freya-sama, no dijo que “me amaba”. Esa noche, tuve un sueño. Un sueño donde dormía abrazado por la chica de cabello gris. × × × Ese día, diferente con hasta ahora, el cielo estaba despejado. En mis ojos que dejaban en claro que estaba cansado, el azul destelló al grado de ser demasiado doloroso. A la mañana siguiente tras dormir abrazado por Freya-sama. Desperté en su habitación, salí de la cama que se había convertido en un cascaron vacío, y regresé una vez a mi propia habitación, tras hacer algunas preparaciones y abrir la puerta—allí había un Elfo de pie. --¿Maestro...? Hasta el largo pasillo blanco que te hacia rememorar el interior de un castillo estaba teñido por el sol del amanecer. Cuando cubrí mi rostro con mi mano y estreché los ojos tras ser deslumbrado, en lo profundo de mi campo visual borroso, sus ojos de color coral me miraban fijamente. --¿Hoy también dejaras el “bautismo” e iras? --... Si. En el momento en que mis ojos se acostumbraron, asentí sin fuerzas ante esa pregunta. Usando mis importantes salidas al exterior, aún continuaba con mi vana lucha. Estaba naturalmente en busca de algo que reafirmara a mi “yo”. Pero ahora, estaba persiguiendo el paradero de una chica. Syr-san. Dentro de mis recuerdos y el mundo que diferían entre sí, solo ella, su misma existencia desapareció. No quería reconocer eso. No quería aceptar que era un regalo de mi imaginación. Saltando hacia la excusa de poder escapar del campo de batalla, a pesar de que estaría bien que descansara, aunque fuera un poco, hoy también estaré recorriendo las calles testarudamente. --... Desagradable. Ya es suficiente. El Maestro quien me miraba, declaro eso. --No dejare que lleves a otros miembros en tu autosatisfacción. Ve solo.   --¿Eh? Pero... --Si con esto nuevamente te colocan una <Maldición> o algo, seguramente Freya-sama también perdería la esperanza y desistirá. Después de todo, para ti el afecto de esa persona es demasiado pesado. Entregándome esas palabras con una expresión de desagrado, el Maestro me dio la espalda. Cuando yo, quien me había quedado de pie sin moverme me di cuenta, había llamado a su espalda. --Maestro. Hedin-san. --... --Yo. ¿Soy el raro? Fuera de la ventana la batalla había comenzado. Los gritos de los guerreros eran tragados por el cielo azul. Mientras bajaba la mirada y me perdía de vista a mí mismo, pregunte. --Seas raro o no, eso no tiene relación. Su espalda que se había detenido, dejo pasar solo un instante y entonces respondió. --Avanza. No se te permite quedarte parado. Dejando esas palabras, esta vez se alejó. Levanté mi rostro y por un tiempo mis ojos quedaron abiertos ampliamente, finalmente me di la vuelta y comencé a caminar. × × × La presencia del chico se dirigió hacia el lado opuesto del pasillo mientras aun arrastraba sus dudas. Mientras sentía eso en su espalda, Hedin dirigió sus pies hacia cierto lugar. --Vanir. Deja de monitorear a Bell Cranel. --¿Hah...? ¿Q-Que quieres decir, Hedin-sama? En la entrada opuesta de la mansión, le ordenó eso al grupo de tres liderado por el semihobbit. --Los signos del regreso de la <Familia Loki> que se había dirigido a los Pisos Profundos son visibles. Ese es el informe de Noga y los demás que estaban expandiendo una red en el Calabozo. --¡...! ¿La <Familia Loki>? --Si. Contando con Riveria-sama y <Thousand Elf>, es una fuerza de combate nada despreciable. Con el fin de preservar el <Jardín en Miniatura> tenemos que tomar todas las medidas posibles.   Ante esa pieza de información, el color de los ojos de Vanir y los demás cambio. Hedin tranquilamente les añadió una explicación y una orden. --Estaría bien que hicieran que Hörn tenga un contacto directo, pero en el Calabozo ocurren <Irregulares>. Asegúrense de acabarlos en Babel justo antes de que salgan a la superficie. Allen, Alfrigg y los demás ya se dirigieron allá. Ustedes también vayan. --¡Si! ¡Por supuesto! --Los que vigilan puntos importantes como la <Señora de la Abundancia> también llévenlos. Con el fin de obstruir cualquier filtración quiero un número mayor de Segundas Clases. Yo redistribuiré a los nuevos vigilantes. Ante la orden del Elfo blanco quien estaba a cargo de ser la cabeza de la facción, nadie hizo ninguna pregunta. Mientras mostraba su aceptación ante la metódica transmisión de la estrategia, Vanir hizo una pregunta final. --Sin embargo, ¿Qué hacemos con Bell Cranel? Sin duda, probablemente ya no tenga significado una vigilancia estricta, pero... Bell ya era un cadáver. Nadie en la <Familia Freya> lo dudaba. Sin duda se sometería a la Voluntad Divina de Freya en cualquier momento, eso era más claro que mirar el fuego. --No hay problema. Frente a eso la respuesta de Hedin fue solo una. --Yo lo vigilare. × × × Incluso cuando no había ninguna nube en el cielo, el exterior estaba frio. Aunque ya se acercaba el final del otoño, hoy se sentía más frio en la piel. Justo como si realmente fuese el invierno. En la noche seguramente se filtrarían por las puertas la luz de las chimeneas u otras Lámparas de Piedras Mágicas. Tras mirar el cielo azul que parecía transparente, regrese mi mirada hacia adelante. No pude encontrar a ninguna persona con ropa delgada en la Calle Principal del Oeste. Incluso los Aventureros que veía ocasionalmente vestían ropas gruesas. Lo que los empleados del Gremio llevaban seguramente era leña que se distribuiría entre cada Distrito. --Oye, ese es... <Pies de Conejo>. --¡De la <Familia Freya>...!   El ruido como el canto de las aves venía desde los alrededores. Era algo a lo que ya estaba acostumbrado. Las miradas de curiosidad y miedo que dirigían hacia mi quien vestía el uniforme de la <Familia Freya>. Los ciudadanos y los vendedores en las calles que me miraban fijamente desde la distancia no dudaban de que Bell Cranel era un miembro de la facción más fuerte de la ciudad. Cansado de negarlo y de ser lastimado, avance cabizbajo por la Calle Principal mientras arrastraba mi paralizado corazón. El edificio al que apuntaba estaba construido en una esquina frente a la Calle Principal. Un bar, la <Señora de la Abundancia>. --¡Ah! ¡Otra vez viniste, nya! ¡Conejo blanco de la <Familia Freya>! --Te dijimos que esa chica Syr no está. Realmente no te cansas, ¿Cierto? Cuando llegue, Chloe-san y Runoa-san quienes pensaron darle la bienvenida a un cliente al instante fruncieron el ceño. Justo como decía su respuesta, ya no sabía cuántas veces había venido a este bar. --¡Se cuál es tu motivo oculto, nya! ¡Inventaste a esa chica de ciudad y pensaste en acercarte a la chica que tienes como objetivo diciendo que la estás buscando, nya! ¡Una improvisación bastante indirecta! ¡Si quisieras está bien si me invitas con ese encantador trasero tuyo, nya! ¡¡Bien, ahora iremos a la parte trasera del bar!! --¿¡Que piensas que estás haciendo, gata estúpida!? No podía reír incluso ante la animada charla de Chloe-san y Runoa-san que acostumbraba ver. Sus ojos que me miraban eran algo dirigido a “otra persona” hasta el punto de que mi pecho dolía. Y ya no quedaba en mi la vitalidad para construir un nuevo vínculo con ellas. --¡Si no piensas darme tu trasero, shosho, piérdete rápido, nya! --Tú, realmente... bueno, el hecho de que eres un estorbo para la tienda es verdad después de todo, si no piensas comprar algo, ¿Podrías salir? Con nuestra compañera Elfa que no ha regresado, el trabajo se está acumulando. Anya tampoco sale al bar... Mientras presionaba mi pecho ante sus frías palabras, me inquieto el tema de Ryuu-san. También estaba buscando al mismo tiempo a Ryuu-san cuyo paradero era desconocido, pero Runoa-san y las demás sabían quién era. Por eso mi conciencia se dirigió hacia el paradero de Syr-san. Persiguiendo pistas y comprobando su existencia. Lo más difícil sin duda era lo segundo. Anya-san estaba mal de salud y al parecer ahora estaba descansando, pero... --¿¡Que están parloteando, idiotas!? ¡Si tienen tanto tiempo libre vayan a hacer las compras! --“ “¿¡Hii!? ¡Y-Ya nos vamos!” ”   Repentinamente, estallo un grito enojado. Los hombros de Chloe-san y Runoa-san saltaron y con sus rostros pálidos salieron corriendo hacia el interior del bar. Cuando atónito dirigí mi mirada hacia la voz, en el lado interno del bar la estaba parada Mia-san, la dueña del bar. --... --¿...? Mia-san me miraba sin decir nada. A mí... no, al exterior. Estaba prestándole atención a los alrededores. ¿O fue mi malentendido? En silencio estaba preparando la apertura de la noche. A causa de que no había ningún otro cliente, además de Mia-san y yo, no había nadie más en el interior del bar. Entre los dos fluyo un extraño momento. --Chico. En el momento en que intente salir del bar con un rostro avergonzado al no poder soportar la atmosfera silenciosa— Fui detenido por Mia-san con quien no había intercambiado ni una palabra desde el “Festival de la Diosa” hasta ahora. --¿Eh? --No pienses en decirle nada a la Diosa. Después de todo “prometí” que si ese momento llega no estorbare, ¿Sabes? ...... ¿...? ¿Qué demonios, estaba diciendo...? --Aunque justo ahora quisiera disciplinar a los imbéciles que hicieron un movimiento sobre estas niñas tontas, sin embargo... --¿Q-Que estás diciendo...? --Soy de la <Familia Freya>. --¡¡...!! Quede sorprendido por esas palabras que declaro tan repentinamente. ¿Seguramente sabes que soy tratada como semiretirada de la <Familia>?   Mientras estaba agitado, miré fijamente a Mia-san quien continuaba hablando. --En otras palabras, ya que ayudarte sería una “rebelión” de mi parte, lo que diré de ahora en adelante es una mínima “resistencia”. Diciendo eso, la dueña Enana, me miro por primera vez. --“Ser Aventurero es un trabajo inútil que solo sirve para verte bien.” Mi respiración se detuvo. --“Los que permanecen de pie hasta el final son los mejores.” Mis manos temblaban. --Por eso, cree en ti mismo y sigue de pie. —Continúa corriendo. Ajena a mi quien fue golpeado por la sorpresa, Mia-san miro en mi dirección y concluyo de esa manera. --... M-Mia-san, lo de ahora... Sentí como si el mundo que se reflejaba en mi campo visual hubiera cambiado de color por el shock. Me quede allí parado por un tiempo, con los labios abiertos, intentando preguntarme sobre las siguientes palabras que ni yo mismo podía reunir. Pero ella, antes de que pudiera preguntarle, levantó sus cejas y me gritó enojada. --¡Vamos, vete de una vez! ¡No tengo comida para tipos como tú! --¿¡Eeeh!? --¡Si hay un Aventurero con un rostro deprimido como ese, los clientes no se acercaran y será malo para el negocio, es lo que te estoy diciendo! ¡¡Vuelve cuando tengas una cara decente!! --¡¡L-Lo siento!! Siendo echado por la fuerza dejé la <Señora de la Abundancia>. Con el fin de escapar de sus gritos aterradores corrí inconscientemente, corrí y corrí... en el momento en que cambié a una caminata, mi corazón aún continuaba saltando violentamente. Incluso cuando mi respiración regreso a la normalidad, mi pulso sonaba fuertemente. Mis pensamientos no giraban correctamente. Mi cabeza ahora se había quedado de un blanco puro. Lo de ahora... esas palabras de hace un rato... “Ser aventurero es un trabajo inútil solo sirve para verte bien. Al principio está bien si solo te esfuerzas en sobrevivir.”   “Los que están de pie hasta el final son los mejores. Seguramente serás miserable, pero, ¿Y que con eso?” Hace mucho tiempo, para ser exactos hace medio año... fueron las palabras que Mia-san me dijo. El “yo de la <Familia Freya>“ no había conocido a Mia-san. No debería haber error en eso. Entonces, ¿Por qué me dijo eso? ¿Una simple coincidencia? ¿Mia-san sabía que estaba recibiendo el “bautismo”? ¿Ya que era de la misma <Familia> al menos me estaba animando? O... ¿Había un significado diferente? Estar de pie, hasta el final... ¿Creer en mí mismo y continuar de pie...? ¿Qué me estaba intentando decir Mia-san? ¿Qué intentaba transmitirme? ¿Debería regresar al bar e intentar preguntarle sus verdaderas intenciones? Pero, siento que ya no me dirá nada. Tengo ese presentimiento. A menos que consiga una “cara decente”. ¿Me estaba probando? No—¿Intentaba confiarme algo? ... Pero... incluso si hay algún significado como ese... Mi cuerpo ya estaba destrozado. Mi mente desgastada. ¿Qué demonios podría hacer el yo de ahora que solo se apoya en su sensación de impotencia? Mis recuerdos hasta hoy revivieron. Nadie me recordaba, no me conocían y me rechazaron. Perdiendo mi casa, con mis compañeros desaparecidos, ya no quería ser herido. ¿Qué podría hacer este yo que estaba intentando confiarle todo a la Diosa—? -- —Solo, puedo seguir de pie. Puse fuerza en mis dedos. Mis manos formaron puños. Mis rodillas que habían intentado doblarse gritaron.   Mi cuerpo destrozado que estaba sollozando apretó sus engranajes y extendí mi mano hacia la última llama que quedaba. --¡Yo! ¡¡Solo puedo creer en mí mismo y continuar de pie—!! Así es. Para el Aventurero Bell Cranel. Sin importar cuán miserable sea. Incluso si no era genial. Seguiré viviendo desesperadamente. -- —¡¡Solo puedo seguir corriendo!! Corrí. Sorprendiendo a las personas que estaban en los alrededores, me dirigieron miradas raras, pero seguí corriendo. No podía explicar mis sentimientos con algún razonamiento. La parte posterior de mi cabeza murmuraba Solo estas volviéndote extraño como un conejo entusiasmado. Aun así, no pude oponerme a este impulso. El “continuar creyendo en mí mismo” era aterrador. Lo sabía. De inmediato quería depender de las palabras de otros. Quería aceptar las dulces palabras de la Diosa y confiarle mi ser. Aun así, ya dejé de escapar. Vamos a dejar de temerle a ser herido. ¡Porque, yo aún, tengo a alguien con quien no me he encontrado! --¡¡Haa, ha, haaaa—!! Continué corriendo. Sacudiendo mis brazos, balanceando mis piernas, sin dirección e inútilmente, pero aun así creí en mí mismo. Me había equivocado de montaña al escalar, pero apuntemos a la cima siguiente. Dibujando en mi mente la flor dorada que robó mis ojos y mi corazón. Fui al encuentro de la flor inalcanzable en la cima de una montaña demasiado alta. -- —¡¡Aizu-san!! Y entonces, llame el nombre de ese “anhelo”. En el área norte podía verse la figura de su gran residencia. El territorio de ellos a quienes hasta hoy no había intentado acercarme nunca.   Mientras dejaba que mi respiración se elevara, frente a mi mirada, la chica que mecía su largo y hermoso cabello dorado, lentamente se dio la vuelta. --¿Aree? Ese sin duda es... --De la <Familia Freya>. ¿Por qué no recuerdas? --¡Ah, cierto! ¡Ese pie algo al que Loki y los demás dijeron que le prestáramos atención! Aizu-san, estaba junto a Tiona-san y Tione-san. Lo que nos separaba era solo una calle. Había muchas personas en los alrededores. Mientras que Tione-san y Tiona-san me devolvían miradas de sospecha, ella, quien fue llamada por mí, mostro una expresión de sorpresa. --¿Are? Pero, ¿Por qué alguien de la <Familia Freya> llamo el nombre de Aizu? --¿Tiene algún asunto con nosotras? ¿No me digas que piensa comenzar un enfrentamiento? La <Familia Loki> y la <Familia Freya> tenían una relación de enemistad. Como hasta hoy era así, Tione-san y Tiona-san, le dirigieron miradas hostiles al “Bell Cranel de la <Familia Freya>“. Quisiera o no, mi corazón se sacudió. Mi pequeñísima razón estaba gritando. Aquí era una <Encrucijada>. Como Tione-san que estaba en alerta sobre mí. Como Tiona-san quien no me estaba llamando “Argonaut-kun”. En el instante en que sea rechazado por ese “anhelo” frente a mis ojos, la llama sagrada que arde en mi espalda incluso ahora, se apagará. Mi corazón resquebrajado quedara completamente expuesto y cuando sea tocado por el afecto de la Diosa, ya no podre resistirme. El sudor caía por mi espalda. Mi corazón golpeaba contra mi pecho. Mi lengua no se movía correctamente. Mientras que mi corazón (alma) temblaba como nunca antes, cruce mi mirada con sus ojos dorados. --Aizu-san... ¿Me conoces? --... --¿¡Recuerdas lo que pasamos hasta hoy!?   --...... La pregunta que había repetido muchas veces hasta ahora. Al preguntarle lo mismo a todos los de la <Familia Hestia>, a las personas de la <Señora de la Abundancia>, a Rye y los demás de la Calle Dédalo, y a los Dioses, todos me vieron con duda y me rechazaron. En algún momento la desolación se volvió resignación y tanto mi garganta como mis manos parecieron congelarse. Sacudiéndome esa desolación y resignación, grité. Hacia ella quien estaba mirándome incluso ahora, expuse mis irremplazables sentimientos. --No entiendo lo que estás diciendo. Hazte a un lado, nos dijeron que los dejemos en paz. --Vamos, Aizu. --Ah— Y entonces, como esperaba, las hermanas que me rechazaron bloquearon la figura de mi “anhelo”. Aizu-san quien era cubierta por Tiona-san y Tione-san, intento pasar por mi lado. Solo pude derramar una voz rasposa. Con mis piernas temblando y mi corazón saltando hasta el punto de ser doloroso, colgué mi cabeza. ¿Era inútil—? Junto con la decepción, la llama sagrada que estaba en mi espalda intentó extinguirse. Y en ese momento— Al pasar por mi lado, su mano, tomo la mía. -- ——————— Levanté mi rostro. Con mis ojos muy abiertos la miré. Aizu-san se detuvo y estaba agarrando firmemente mi mano. Mientras abría ampliamente sus ojos como espejos, puso fuerza en sus delgados dedos. --¿A-Aizu? --¿Q-Que estás haciendo? Mientras Tiona-san y Tione-san estaban desconcertadas, nuestro tiempo se detuvo. Todo el paisaje se volvió transparente y con solo la figura de mi anhelo reflejándose en mis ojos, estaba sin poder decir ni una palabra.   Sus labios temblaron ligeramente. --..., ... E- Y entonces, declaró. --¿Entrenamos? --“ “ “¿Haa?” ” ” Mi voz, la de Tiona-san y Tione-san se superpusieron. Los ojos de los tres se volvieron puntos y ante las palabras que llevaban al límite lo de ser una cabeza hueca, quedamos con la boca abierta. Ajena a nosotros, Aizu-san con un rostro serio, alineó sus palabras desesperadamente. --Yo, siempre, te hacia desmayar... --¿Eh? --Y entonces, te hacia una almohada de regazo... --Espe— --Y cuando despertabas, de derribaba nuevamente... --¿A-Aizu? Cuando yo, Tione-san y Tiona-san estábamos congelados sin poder hilar dos frases—Aizu-san cerro por un momento sus parpados como si le dolieran y dirigiéndose hacia mí, inclino su cuerpo. --Sobre “esa muralla”, siento que debería luchar contigo. --¡¡—!! --Siento, que debería enseñarte, y que tú me enseñaras. Como si exprimiera los sentimientos que estaban en su pecho. Como si reuniera los fragmentos de un sueño que no podía recordar. Mi anhelo dorado, respondió. --Hice una promesa con alguien... quiero volverme fuerte... siento, que me dijeron algo así. Esas palabras. Tras el encuentro con los Xenos y perder ante mi rival, bajo el cielo del amanecer, era el deseo que alguien dijo. “Bell Cranel” sin duda, lo juró frente a “Aizu Wallenstein”, una decisión y una promesa. Después de todo, en ese momento nuevamente, comencé a correr—   ——Aaah. Mis rodillas de derrumbaron. Pero, eso no fue porque sucumbí a la desesperanza. Era la liberación de la esperanza que no podía contener. --¡...! Mientras ponía mis rodillas en el piso, coloque en mi frente su mano que sujete con las mías. Desde arriba escuche el sonido de alguien conteniendo el aliento. Una conmoción de curiosidad estallo en los alrededores. Pero, aun así, no me importo. Desde mi flequillo que ocultaba mis ojos muchas gotas comenzaron a caer, humedeciendo mis rodillas. No era algo tan genial como un caballero y una princesa intercambiando un juramento. Llorando como un niño frente a la persona que añoraba—renové mis sentimientos. Fue solo eso. --... --... ¿Estas, bien? ¿Por cuánto tiempo estuve haciendo eso? Conteniendo desesperadamente mis sollozos hacia el interior de mi pecho tembloroso, limpié mis ojos con mi brazo y lentamente me puse de pie. Aizu-san estaba confundida. Quizás, no sabía porque ella misma había dicho eso. Pero, aun así, estaba bien. Mientras éramos vigilados por unas desconcertadas Tione-san y Tiona-san, miré sus ojos dorados y le confesé este sentimiento. --Me alegro... de anhelarte. Con un rostro aún con lágrimas, sonreí desde mi corazón. --El encontrarme contigo, no fue un error. Aizu abrió ampliamente sus ojos con sorpresa. Su delgada mano se colocó en su pecho. Sonreí una última vez y le confié mi cuerpo a esa incandescente determinación. --Me voy.   Y declarando solo eso, comencé a correr. Pasando por el lado de Aizu y las demás, con todas mis fuerzas. Mi cuerpo comenzó a acelerar. Rebasando a muchas personas, volviéndome más rápido que cualquiera, y dejando atrás en las esquinas de mi campo visual el paisaje que fluía. El tiempo dio su primer llanto. El tiempo libero un rugido. Junto con la llama sagrada que ardía nuevamente en mi espalda, el “milagro” que recibí de mi anhelo— confirmé esta “ruta”.11 Corriendo hacia el “campo de batalla” donde los valientes guerreros me esperaban. —En ese momento, el hada que vigilaba todo se dio la vuelta, al menos sentí algo como eso. × × × Golpeando. Rozando. Apuntando al Rhomphaia que intentaba cortar este cuerpo, lo golpeé con la Baselard que sostenía en mi mano y puse toda la fuerza de mi cuerpo. Hoy también estaba ardiendo, confiando en estos verdaderos sentimientos, ejecutaba un violento ataque y defensa. --¡¡Fuuu—!! El Maestro que cruzaba espadas conmigo mostro sorpresa en su rostro ante mi corte que dispersaba chispas violentas. El “campo de batalla” era iluminado por el sol del oeste. Regrese al campo de batalla de los guerreros, y nuevamente deje mi cuerpo dentro del torbellino de “matanza mutua”. Ya había puesto muchas veces mis manos en el suelo. Mi cuerpo era herido ante los múltiples ataques, haciéndome caer y dándole problemas a los Sanadores. Aun así, solo mi voluntad no se quebró. Sin miedo a la muerte, y transformando en energía mi juramente de conquista, encendí las llamas de mi espíritu de lucha y lancé un rugido hacia el cielo. --¡¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!   11 En japonés "Milagro" y "ruta/Trayectoria" se leen como "KIseki"  Di un corte hacia arriba con la Daga que mantenía en mi mano derecha. Mientras todo era repelido por la Rhomphaia oscilada a una velocidad como la de un torbellino, empuje mi cuerpo aún más. El sonido de choque de espadas rugía. La melodía de las cuchillas resonaba por todas partes. Dentro del campo, desde algún punto los únicos ataques que llegaban y los contrataques en respuesta eran los nuestros. Los miembros de la <Familia Freya> que estaban en los alrededores detuvieron sus manos, bajaron sus armas y vertieron sus miradas en nuestra dirección. Heith-san y los demás Sanadores se olvidaron de su propio trabajo y abrieron ampliamente sus ojos. Hogni-san quien estaba cortándome hasta hace un momento también estaba mirando dudosamente nuestro enfrentamiento a un paso de distancia. Mientras que mi conciencia se vertía solo en el oponente frente a mis ojos, estaba siendo perforado por innumerables miradas. --¡Shihh! Junto con esa voz aguda, un corte del Rhomphaia vino hacia mí. Ese ataque lo golpee en el costado con mi Daga y lo soporte. Siendo cortado muy ligeramente por la cuchilla que se desvió de su trayectoria, cambie a un contraataque, realizando un “ataque salvaje” confiando en mi velocidad y el número de golpes. De esa forma—¡Extraje desde lo profundo de mis habilidades un corte que robé de “ella” tras repetirlo y practicarlo muchas veces! Plateado, plateado y nuevamente plateado. Arcos de luz se tallaban en el espacio junto con los ataques. Cruzando mí Daga y la Baselard que equipé en mis manos, los repelí permaneciendo de pie, y mientras se defendía de todo, fui bañado por la sorpresa silenciosa del Maestro. Dentro de los cortes continuos que parecían impulsivos con un Aventurero de Primera Clase como oponente, liberé todo lo que obtuve en ese “entrenamiento sobre la muralla”. ¡Recuerdo! ¡Lo recuerdo! ¡Yo lo recuerdo! Golpeando desde el lado o en diagonal el arma del oponente mueves su dirección y lo dejas fluir—¡Una de las técnicas de la <Princesa de la Espada>! ¡Algo que aprendí persiguiendo su espalda, aunque sea un poco, el corte de Aizu-san que robe de nuestras batallas! ¡Mi experiencia e historia con esa persona, que incluso Friene-san dijo que parecía destellar uno por uno!   ¡Lo que mi anhelo me enseño, este cuerpo nunca lo olvidara! ¡Yo no soy el “Bell Cranel de la <Familia Freya>“...! Sin importar cuánto el mundo me rechace, incluso si todos los Dioses y persona me niegan, solo las “técnicas y tácticas” que estaban impregnadas en mi cuerpo y alma confirmaban a mí “yo”. Ya que las reuniones con esa <Princesa de la Espada> y el entrenamiento sobre la muralla de la ciudad existieron en la realidad, las enseñanzas de ese tiempo estaban enraizadas en “Bell Cranel”. Incluso el “mal hábito de levantar mi brazo derecho” del que Vanir-san me hablo, quien me lo señalo y me dio palabras de ayuda para corregirlo, no fue ninguna otra que Ryuu-san con quien compartí penas y alegrías en los Pisos Profundos, ¿¡No es así!? ¿Por qué no me di cuenta inmediatamente? ¿Por qué imaginé que lo que ellas me entregaron era mi propia fuerza? Un malentendido extremo. ¡El débil “yo” que no podía hacer nada por sí mismo llegó aquí tras ser salvado por muchas personas! Yo—¡¡”Soy Bell Cranel de la <Familia Hestia>“!! La respuesta a la que llegue fue solo una. Albergándola en mi pecho me moveré, y al extraer la “trayectoria” que yo mismo camine, me construiré sólidamente. Hare que las muchas batallas hasta hoy se reflejen en todo mi cuerpo. No temeré. No me asustare. Cerrando mis parpados, cubriendo mis oídos, desviando mis ojos de mí mismo—¡Todo eso se terminó! ¡¡Probando en esta única batalla las enseñanzas de mi anhelo y los demás, retomare a mí “yo”!! --¡<Lucha eternamente, soldado del rayo indestructible>! Justo después de abrir cierta distancia al ser enviado a volar por el barrido de la terrible Rhomphaia. Desde la boca del Maestro se escuchó el Canto súper corto para un ataque veloz. Una lucha a media distancia. Un disparo con todo descartando la larga distancia que exhibía el mayor efecto de la Magia. La destructiva Magia de amplio rango fue liberada sin piedad. --¡<Caelus Hildr>! Mi respuesta frente a eso, fue un rugido. --¡<Firebolt>! Los 8 rayos escarlata fueron consumidos por la lluvia de rayos blancos.   No pude desaparecer todos los rayos que se acercaban como un escuadrón de no muertos. Por eso, con una parte estaba bien. La lanza del rayo de llamas que dispare en un instante choco con los numerosos disparos de rayos y se cancelaron mutuamente. Un efímero instante. En ese diminuto “camino” que se abrió, moví mi pierna, y empujando mi cuerpo mientras mi hombro y muslo se quemaban ligeramente, cargué en la lluvia de disparos. --¡¡...!! Sus ojos de color coral se abrieron ampliamente. Rápido como un relámpago para no darle la oportunidad de cargar el siguiente. Mi ataque fue un empuje de mi Baselard con todo mi cuerpo. Mi ataque de muerte segura—Fue repelido fácilmente por el Elfo blanco. --¿¡—!? Mi Baselard fue engullida por su Rhomphaia que se difumino y junto con un sonido agudo, voló por el aire. No fue suficiente. Aun cuando puse una gran cantidad de <Mente> y lo ataqué cuando estaba con la guardia baja, no fue suficiente para llegar hasta un Aventurero de Primera Clase. Mi cuerpo se sacudió por el impacto. Exhibiendo una apertura definitiva. Ante eso, el Maestro levantó las esquinas de sus ojos y desató un magnifico golpe de espada de luz plateada. ———— Mi cabeza se puso en blanco. Todo mi cuerpo estaba en llamas. Lo necesario fue solo una simple escena. Dejando atrás incluso el flujo del tiempo, mi alma rugió, proyectando los “recuerdos” grabados en mi cuerpo. “Un ataque boqueado, es lo más cercano al descuido.” Las palabras que revivieron tomando prestada su voz, me impulsaban hacia ese futuro. ¡¡Lo que viene después de ser acorralado—!! Giré. El Maestro quien abrió sus ojos por la sorpresa desapareció de mi campo de visión, sin oponerme al impulso de mi cuerpo que nadaba luego de ser sacudido, giré como una peonza. La Rhomphaia rozo mi espalda. La piel de mi espalda se rasgó. ¿Pero y que con eso? Siguiendo los movimientos de esa persona que estaba en mis recuerdos, intercambié lugares con él y así—¡Me moví hacia justo detrás del Elfo!   -- —¡¡Es la mejor oportunidad!! Grité las enseñanzas de mi anhelo y moví la Daga que nunca separé de mi mano derecha. -- ———¿¡...!? Empujando mi rodilla que dejo escapar un grito agónico, lance un corte giratorio a máxima velocidad. Frente a ese ataque que venía completamente fuera de su campo de visión—aun así, el Maestro reaccionó. Mientras filtraba un suspiro horrendo, se dio la vuelta con sus reflejos súper veloces, saliendo fuera del rango de mi ataque. Sin error, el ataque en que puse todo mi cuerpo y alma, cortó el aire. Con el sonido de ambos pateando el suelo, el espacio entre los dos se abrió ampliamente. La Baselard que danzaba por el cielo de color rojo brillante cayo un momento después y se clavó justo en medio de nosotros. Mi respiración era inevitablemente entrecortada. Mi cuerpo también estaba lleno de heridas. Por el contrario, el Maestro respiraba normalmente. Con un rostro fresco que lo hacía desesperanzador, guardaba silencio. Pero. El Elfo blanco que le daba la espalda al sol de la tarde... tranquilamente, limpió su mejilla con su dedo. --...... Una herida, en mi archienemigo Hedin... Ese murmullo se filtró desde los labios de Hogni-san quien estaba vigilándonos. Justo después los otros miembros armaron un alboroto. Heith-san miraba entre el Maestro y yo como si viera algo increíble. Un corte corría por el hermoso rostro del Elfo. Una nueva gota carmesí nació, cayendo por su blanca mejilla. Era solo eso. Una simple y ligera herida. Pero, lo había alcanzado. El ataque de Bell Cranel quien había acumulado muchas cosas hasta hoy. Yo, quien puse como “evidencia” las enseñanzas de nadie más que mi anhelo, aprete mi mano mientras respiraba pesadamente. El Maestro quien miraba su dedo con el que limpio la sangre, lentamente levantó su rostro y me miró. Recibí su mirada de frente y le transmití.   --Maestro... yo, soy yo. Sin importar lo que pensara, sin importarme lo que dijera, ahora le grité este sentimiento que presionaba mi pecho. --¡¡Yo, soy Bell Cranel!! Mi voz resonó hacia el Elfo. Inmediatamente el campo regreso a la tranquilidad. Nadie pronuncio ni una palabra. ¿Qué vieron? ¿Qué escucharon? Mientras se olvidaban de todo, se tambaleaban entre la realidad y la imaginación. Repentinamente, el sol del ocaso destelló. La luz del crepúsculo quemo mi campo de visión y yo, por un instante, estreche mis ojos. Y entonces, en el fondo de esa luz rojiza. Los labios del Maestro quien aún tenía el sol del ocaso a su espalda, mostraron una pequeña sonrisa... o al menos me pareció ver eso. --Estas parloteando cosas incomprensibles. No seas pretencioso por solo una pequeña herida. --¿¡Ogufuu!? --Si quieres enorgullecerte de tu victoria, al menos mancha de polvo mi ropa. Cuando estaba frotando mis ojos, el maestro que estaba frente a mis ojos se movió en un instante. Y una magnifica patada fue recibida por mi estómago. Yo, quien vomité todo, sin poder siguiera defenderme y mientras soltaba una voz extraña, doble mi cuerpo en forma dey caí de espaldas. ¡Lo sabía, es el Maestro de siempre...! --Te golpeare cuidadosamente para que no vuelvas a dejarte llevar. es lo que me gustaría decir, pero el sol ya se ocultó. Regresare. El Maestro dijo eso y dándome la espalda, comenzó a caminar. Justo como si la magia se hubiera deshecho, los hombros de los otros miembros también se sacudieron. Mientras miraban algunas veces en mi dirección, se dirigieron hacia la mansión en la cima de la colina. Heith- san miraba hacia mí en silencio, y Hogni-san guardó su espada en su vaina sin decir nada. Iluminados por la luz roja del anochecer, las sombras de los guerreros se extendían por el campo de hierba. Esa escena que me hizo sentir pesar el momento en que lo vi por primera vez, ahora lo veía de manera diferente. En mis manos que puse con el fin de levantarme, en el espacio entre mis dedos. Las pequeñas flores blancas que florecían en el campo, comenzaron a mecerse fuertemente.   × × × La luz del ocaso se extendía desde la ventana. Los rayos de luz del crepúsculo iluminaban el perfil del Dios que se mantenía en silencio. --Hermes-sama, por favor trabaja correctamente... ¿Cuántos documentos estás acumulando? --... Nn, aa, lo siento. Uno de sus dependientes, Falgar el Tygerman lo llamo y Hermes finalmente le dio una respuesta vacía. Dentro de su propia habitación que se parecía a la casa de un viajero con muchos mapas terrestres y marinos extendidos sobre la pared, en la base de la <Familia Hermes>. Frente a los ojos de Hermes quien estaba sentado en su silla, la montaña de papeles traídos por Falgar construían una cadena montañosa distorsionada sobre el escritorio inundado de cosas como un reloj de arena y piezas de ajedrez. --Si continúas parado aquí holgazaneando, realmente, realmente será terrible... ¿Qué vas a hacer con esto? --Hermes-sama~, te lo pido, mantente firme~ Detrás de Falgar que tenía un rostro cansado, la mujer Dogman Lulune quien abrió la puerta con su pie trajo una montaña adicional de documentos mientras se reía con un “Hiihii”. La <Familia Hermes> realizaba una amplia variedad de “trabajos”, además de la exploración del Calabozo, eran mensajeros, informantes, cooperaban con los mercaderes y le proveían ayuda a los viajeros. Con ese fin, los documentos relacionados a contratos y tramites llegaban todos los días desde todas las direcciones, ocasionalmente aparecían trabajos de oficina que podrían hacer palidecer incluso a los empleados del Gremio. --Y ahora que Asfi no está~ --Sin duda su paradero es desconocido, ¿No? ... Como la respuesta de su <Falna> no ha desaparecido seguramente está bien, pero en serio, ¿A dónde fue? Normalmente Hermes tenía el mal hábito de saltarse el trabajo, pero esta vez el trabajo se estaba acumulando de manera excesiva. Únicamente porque no estaba la habilidosa Capitana que siempre se encargaba del papeleo mientras se quejaba. Aunque ayudaban, Lulune y Falgar nuevamente se dieron cuenta de la magnificencia de Asfi mientras se lamentaban ante la montaña de papeleo con continuaba aumentando. --Este año también se nos encargó la distribución de leña Me pregunto por qué el Gremio no le deja eso a la <Familia Ganesha> como siempre~ Mientras se sentaba bruscamente en una silla que tenía a la mano, Lulune dejo escapar sus quejas. Mientras dejaba que eso pasara por sus oídos, Hermes cruzó los dedos de sus manos y se preguntó a sí mismo.   —Hmm, yo, estoy en un “bucle”, ¿No es así? Se arrojó esa pregunta en broma con un rostro extremadamente serio mientras sudaba frio. ¿Desde cuándo? ¿Desde cuándo, los días que deberían parecerme normales, se convirtieron en algo “extraño”? Hermes se dio cuenta. Mientras estaban retorcidos por cierto <Encanto>, era altamente probable que ahora los días normales que estaban viviendo fueran “días anormales” que se desviaron mortalmente. Las personas que vivían en Orario, los Aventureros o los Dioses, mientras que nadie se daba cuenta, solo él notó la “verdad”. Existe una prueba. Una efímera “distorsión” en la sombra de estos “días normales”—¡Básicamente se creó una discrepancia entre el “yo de antes” y el “yo de hace 6 meses”...! Eso era algo que ni Loki, ni Hefesto, solo Hermes, quien salía de viaje frecuentemente fuera de la ciudad, notó. Es imposible que yo, Hermes, continúe quedándome en un punto sin salir de viaje. Eso hace medio año, no, dentro de estos cuatro meses, se vio interrumpido... La razón por la que mis viajes se interrumpieron, quizás es porque en esta ciudad hay algo que me ata después de todo. Entonces, ¿Qué es?— No lo sé. No es que no pueda recordarlo, es que no puedo reconocerlo. Hermes, quien había continuado sumido sus pensamientos, trago su aliento. Era un fenómeno antinatural que Hermes por primera vez pudo observar al haber un elemento externo y objetivo. Justo como si le hubieran puesto un limitador, no podía reconocerlo. Lo más determinante de todo, es esta nota que me llego... Abriendo el cajón de su escritorio del lado derecho, tomó un papel en sus manos. Mientras temblaba miró fijamente eso que no tenía ni nombre del remitente ni dirección. “¿Aun no está el informe periódico?” En el momento en que puso sus ojos por primera vez en ese mensaje con una ilustración adjunta que llego hasta él, incluso antes de estar molesto, Hermes fue golpeado por un shock. —¿Olvide una comunicación con Zeus? Eso era algo que Hermes había estado haciendo periódicamente. Estaba en contacto con cierto Dios Principal que ahora no estaba en esta ciudad. Para que nadie lo descubriera, en ocasiones iba directamente. Ese era el trabajo de Hermes quien era el Dios Mensajero, tenían una inseparable relación con ese Dios Principal. Ese era su secreto que nade más conocía.   Hermes había olvidado ese hecho por más de 3 meses. No, era difícil pensar que lo había olvidado. No era más que una especulación que incluso el mismo no podía descifrar, pero debería poder darse cuenta de que no tuvo el tiempo libre para contactarlo. Eso fue porque comenzando hace medio año, “tres meses turbulentos” se arremolinaron. Solo podía pensar en esa razón por la que la comunicación del cauteloso e inteligente Dios Mensajero se cortó. El problema es que estos “tres meses turbulentos”, ni hablar de mis recuerdos, ni siquiera quedan registros en la ciudad. A la fuerza puedo explicarlo como que los registros fueron falsificados. ¿Pero qué hay de mis recuerdos?—Solo puedo pensar en que fueron manipulados sin que me diera cuenta. “Los tres meses turbulentos”—El suceso con “ellos” (Xenos), el tratamiento de “algo” (Laberinto de Knossos) y la gran cantidad de consecuencias relacionadas a eso, no podía recordar nada de ello. No podía reconocer que eran las huellas de un suceso en el que un cierto chico estuvo involucrado. La divergencia del evento que se producía en el límite de su conciencia e inconciencia, siendo un Dios, le hizo notar la “inconsistencia”. Y si yo, quizás... ¡¡Estoy repitiendo este bucle de pensamientos!! Sobre el escritorio de Hermes estaban las pieles de cabra que usaba para tomar notas, perforadas por alfileres y enrolladas. Entre ellas, unas decenas estaban rotas y destruidas. Su número era de 77. Alrededor de la vela claramente quedaban las cenizas de los pergaminos y las huellas de que fueron quemados. Naturalmente, Hermes no recordaba haberlo hecho. Incluso cuando le pregunto a Falgar y los demás, persistiendo en que no pondrán sus manos en las cosas de su Dios, nadie dijo una mentira. Siendo así, el culpable de destruirlos—solo podía ser el propio Hermes. El propio Hermes se había deshecho de ellos. Escribir algo desesperadamente y luego descartarlo por sí mismo, era un comportamiento extraño. El significado de eso— Por conveniencia lo llamare el “yo anterior”, pero—el “yo anterior” también notó la “anormalidad” que ahora estoy sintiendo. Y entonces, intento dejar una nota como pista—y tocó las “reglas”. ¡Entonces el “yo anterior” perdió la conciencia y las descarto por sí mismo...! Esa era su imaginación saltando y también la “confianza de un Dios”. Había alguna clase de “condición” y en el instante en que se tocó, Hermes olvidaría todo, borraría cualquier huella por sí mismo y sus pensamientos se reiniciarían.   Y entonces, las veces en las que sus pensamientos se reiniciaron, y sintió la “anormalidad” produciendo un bucle de pensamientos, como mínimo era de 77 veces. En el instante en que llego a esa conclusión, Hermes sintió algo frio. ¡No está dejando que nadie, ni siquiera nosotros los Dioses nos demos cuenta de algo así...! Hermes quien torció su boca ante la realidad de que convirtieron a los Dioses en “marionetas”, dirigió sus ojos hacia Falgar y los demás. --Dime Falgar, el “yo de hace 3 días” te encomendó algún mensaje, ¿Verdad? --... ¿Otra vez esa historia, Hermes-sama? ¿Cuántas veces hemos repetido esta conversación? Ya han sido muchas veces. --Vamos, vamos, tómalo como la diversión de un Dios. Entonces, ¿Qué fue lo que “yo” te dije? --Haa “Bucle”, “Reinicio”, “No soy yo”. “Siguiente Lulune”. Palabras incomprensibles como esas. Escuchando la historia de Falgar mezclada con un suspiro, Hermes cerro su boca y nuevamente se hundió en sus pensamientos. Quizás, el “Hermes Anterior” se dio cuenta de que el mismo destruyo las notas y ya que escribir estaba prohibido, cambio de “método”. Ese fue un “mensaje a sus dependientes”. Quizás Falgar y los demás están retorcidos al igual que yo. pero al pensar que es mi “juego de mensajes”, no sienten dudas ante la situación actual y no tocan las reglas después de todo. Al principio Falgar, luego Lulune y después Meryl. el “Hermes Anterior”, temiendo el reinicio de los pensamientos de sus dependientes, nunca le confió la información a uno solo y le añadió palabras fragmentadas. Para que con solo esas palabras nunca supieran que significaba. Se las transmitió medio en broma como el “Juego de un Dios con mucho tiempo libre”. Y entonces cuando unía toda la información— El “bucle” de pensamientos, se “reinicia” y entonces ese “no soy yo”. El “mundo” “esta torcido”. “Control forzoso”, “nadie recuerda”. “Inhibición de reconocimiento”, o posiblemente “mal entendimiento” de “información particular”... Hermes se sorprendió. ¿Cuántos Hermes tuvieron que morir con el fin de mantener y ceder esta información al “siguiente Hermes”? Al mismo tiempo, quería enviarle un aplauso a los Hermes que continuaban exponiendo las reglas de este mundo distorsionado. Así es, era hasta el punto de querer soltar una risa falsa ante su conmovedor esfuerzo y dedicación. Lo que puedo juzgar tras pensar hasta aquí, es que la situación actual no es algo que ligue los pensamientos y la conducta—justo como me informaron los “Hermes Anteriores”, existen reglas absolutas. ¡Si las toco nuevamente perderé mis recuerdos y repetiré el mal entendimiento. !   Incluso si estaba podrido, Hermes era un Dios. Él, quien había llegado hasta este punto de la verdad, incluso cuando estaba bajo un poderoso <Encanto>, era una Deidad astuta que no creería completamente en nadie, ni siquiera en sí mismo. Quizás una “sensación de malestar” sea seguro, pero en el instante en que alcance la “duda” es un peligro. En el momento que la “sensación de malestar” que se va acumulando se convierta en un elemento destructor de este mundo, todos... al menos las personas que están en Orario, se convertirán en “muñecos” sin conciencia. Prolongándolo más desde allí, buscar a la “mente maestra” que creo esta situación debería ser un tabú en un 89%. Un Dios lo sabía todo. Podría hacer un pronóstico de la situación actual, pero no debía pensar más allá. No podía dejar que esa “sensación de malestar” se elevara a una “duda”. “Suprimiendo las emociones” de los habitantes del Mundo Inferior—de las “personas”, justo como si “sus pensamientos se fragmentaran” por el fanatismo, poniendo extremo cuidado en cualquier “salto sobre lo previsto”. Mientras sentía un escalofrió desde el fondo de su corazón al saber que el mismo en algún momento se convirtió en un muñeco, Hermes le encargo a Sein del grupo de miembros la escasa y nueva información mientras le dirigían una mirada terriblemente desagradable que decía, otra vez jugando. Mejor dicho, una técnica como esa que pueda distorsionar incluso a los Dioses, si lo intentaran sin usar <Arcanum>, tendría que ser ese peligroso Vino Divino o algo como “una Diosa de la Belleza”—ah, mierda. Y entonces Hermes, sufrió su reinicio número 233. × × × Después de eso, tras otro día, Hermes estaba nuevamente en un “bucle” de pensamientos. Con el mismo flujo y el mismo orden—aunque gracias a las pistas de los “Hermes anteriores” fue más rápido que al principio—notó la “anormalidad del mundo”, y al final termino disgustando a Falgar y los demás a quienes había hecho unirse nuevamente a su inútil juego de mensajes. Fue humillante. Sin poder aguantar más, Hermes salió solo desde su sede sin ningún guardaespaldas. --Hey, Hey, soy Hermes, ¿No es así...? Un embaucador y un tipo genial... esa clase de yo mostrando una figura agobiada como esta... ¿No me parezco a Takemikazuchi o Asfi...? Mientras decía cosas irrespetuosas sobre el Dios guerrero y su propia dependiente, Hermes dejo escapar un suspiro. Fue atacado por un sentimiento de querer desquitarse con Takemikazuchi, pero se detuvo. Si realmente lo hacía, quien sería arrojado a volar seria el mismo Hermes.   La hora extrañamente era el atardecer igual que ayer. La Calle Principal que era iluminada por el sol de occidente era pacífica y tanto los habitantes de la ciudad como los Aventureros que regresaban del Calabozo iban y venían. ... Por ahora, vamos llamemos a la situación actual <Jardín en Miniatura>. Conjeturando desde las condiciones para la corrección de los pensamientos, la mente maestra que creo este <Jardín en Miniatura> desea mantener la paz de este mundo. ¿Existía un límite de tiempo o continuaría eternamente? Eso era desconocido. Pero, no creía que deshonraría al Mundo Inferior convirtiendo a todos en marionetas. El hecho de que les dejara su libre pensamiento a Hermes y los demás era prueba de eso. Está dejando que exista como la “ciudad del Héroe” sin cambiar a Orario ... Hacer algo así de indirecto, quizás es porque hay una existencia que no puede distorsionar, entonces solo distorsionó el mundo mismo. Este es un paraíso, y también una prisión que preparo por el bien de un solo chico. Esa es la verdadera naturaleza de este <Jardín en Miniatura>. Y entonces, en el instante en que pusiera sus pensamientos en un indicio que abriera este <Jardín en Miniatura>, sus pensamientos se reiniciarían. Era inútil, estaba completamente cubierto. Incluso si pudiera suponer el perímetro del <Jardín en Miniatura>, más allá de que no podía comprender las reglas sustanciales y su núcleo, no tenía métodos para abrirlo. Hermes lo determinó de esa manera. Un juego mental del que no podría salir nunca. Desde hace un muy largo tiempo Hermes ya estaba siendo arrojado hacia un jaque mate. Habiendo caído ya en esta situación no había nada que pudiera hacer por sí mismo, no podía romper esta situación. Después de todo, era un forcejeo inútil sin significado. Quiero una “dirección”. Una “dirección desde el exterior” con el fin de simplemente seguirla sin pensar algo excesivo. Por eso, si había algo que pudiera hacerse por el Hermes de ahora—sería algo como recibir la ayuda de alguien fuera del tablero que continuaba forcejeando aun estando en jaque. Hermes actualmente no podía crear una acción por sí mismo. En el instante en que planeara algo por sí mismo, con alta seguridad tocaría una de las reglas. Por lo tanto, tenía que ser algo “externo”. Sin sentir dudas ante la influencia del exterior, y en el rango de que no lo desvié de su normalidad, solo confiaría su cuerpo a la “dirección de alguien” que no sea antinatural. Mientras sentía que estos pensamientos ya estaban en la línea, Hermes se quitó su sombrero. --Te lo ruego, “primer yo”... si eres Hermes, seguramente preparaste una “carta de triunfo”... ¿No es así? Lo que estaba oculto en el borde de su sombrero, era “una parte de un pergamino roto”.   Era un “trozo de papel que tenía marcas de haber sido cortado”. Eso, alineado con el “apremio del viejo afable”, fueron el gatillo que llevo a Hermes a sentir esa “sensación de malestar”. El significado de que Hermes lo ocultara en su sombrero que a simple vista parecía solo basura. Hermes lo notó y comenzó a trazar de vuelta sus propias acciones pasadas. El trozo de papel que no tenía ningún significado real, Hermes quien se convirtió en una “muñeca” no intento eliminarlo. Quizás antes de que cayera en un jaque mate, el “primer Hermes” escribió algo. Y le cedió eso a alguien. Hermes ya no podía depender de otra cosa que no fuera esa observación esperanzadora que mezclaba sus predicciones y deseos. Fuera de no haber salido de viaje, un elemento que sea diferente con lo de siempre... sería que no está Asfi. Siendo así, ¿La “llave” es Asfi...? Aunque era un Dios todopoderoso, perdió toda esperanza en sí mismo ahora que solo podía mover información imprecisa y deslizo sus ojos por los alrededores. La Calle Principal bajo el atardecer. Un tránsito animado. No había ninguna sombra sospechosa. En primer lugar, no sabía quién era sospechoso. No quería pensar que el mismo estaba siendo vigilado, pero nunca se vanagloriaría ante otra persona sobre que “estaba teniendo una sensación de malestar ante este <Jardín en Miniatura>“. Al mismo tiempo, él mismo ahora tenía que probarle a Asfi, quien seguramente tenía la “llave” que ya “estaba teniendo una sensación de malestar ante este <Jardín en Miniatura>“. Si no podía hacerlo, ella seguramente no lo contactaría. Era una cruel contradicción. Mientras tenía un terrible dolor de cabeza, Hermes se quedó de pie justo en mitad de la calle. ¿Asfi lo estaba viendo? ¿Estaba a su lado? La posibilidad era baja. Pero, solo le quedaba hacerlo. Mirando hacia el cielo teñido de rojo, estrecho sus ojos. Y entonces, lo dijo. --Asfi... Te amo, ¿Sabes? Murmuro con una voz que no fue para nada fuerte. --Así que... Regresa. Miradas extrañas se reunieron en él quien estaba parado justo en medio de la calle. Los Beastman quienes captaron su murmullo lo miraron mientras dudaban de sus oídos.   “Era una forma de hablar que, si fuera el de siempre absolutamente, absolutamente, absolutamente no tomaría”. No para jactarse ante otros, sino para transmitirle su yo actual a Asfi. Hermes concluyo que ya solo tenía esto. Si lo vieran desde un lado seguramente parecía un hombre lamentable ligeramente narcisista, pero ya que importaba. Por eso Hermes honestamente y sin mentir, expuso una parte de su interior que absolutamente no revelaría. Si no obtenía una respuesta, nuevamente susurraría palabras de amor en un lugar diferente. Continuaría cantando su amor de Dios hacia su dependiente. Si llegaba a esto, lo haría hasta el final. Ya desesperado, Hermes intento dirigirse a una calle diferente y entonces— -- —Calle Norte, puesto de croquetas de patata frita. --¡¡...!! Junto con la presencia de “alguien que no podía ver” pasando junto a él, ese susurro cayo en su oído. Una simple voz que se camuflo en el ajetreo. Era un fragmento de información insuficiente para concluir algo incluso si alguien la escuchaba. Hermes quien abrió ampliamente sus ojos al instante intento darse la vuelta, pero se detuvo. Incluso si volteaba, ella ahora seguía siendo “transparente”. No podrían reunirse. Siendo así, renuncio poniendo una sonrisa en sus labios y dirigió sus pies hacia su “objetivo”. Gracias, Asfi—además, lo de que te amo no fue mentira, ¿Sabes? Dentro de su pecho, murmuro esas palabras. --Mou... eres el peor. Y entonces, al costado de donde avanzaba, sintió que pudo escuchar ese susurro. --Por favor regresa rápidamente... Dios incorregible. Sonrojada hasta las orejas y mirándolo con ojos entre lágrimas. Al imaginar ese rostro suyo, las mejillas de Hermes se aflojaron. --¡Ah, Hermes! ¡Llegas en un buen momento! ¡Te lo pido, por favor compra una croqueta de patata frita~! Cuando llego a su objetivo, una voz animada le dio la bienvenida. Hestia vistiendo el uniforme de su trabajo a medio tiempo, sacudiendo su enorme pecho como siempre, estaba trabajando. --¡Por diversas circunstancias falté demasiado al trabajo! ¡Y no he podido alcanzar mi cuota de ventas~!   --Haha, no lo entiendo bien, pero esfuérzate. Una vez que pierdes un trabajo te tomara tiempo regresar a la sociedad después de todo~ Veamos, por nuestra amistad, te comprare uno. ¿Qué tal? --¡Bien entonces! ¡Sera un Hiper Ultra Jumbo de croquetas de patata frita! ¡Es 100 veces más caro que una normal, pero piensa que me estas ayudando! ¡Cómpralo, por favor cómpralo, compraloooooo! --S-Si... Con sus ojos inyectados en sangre, Hestia le entrego una croqueta de patata frita cubierta de una capa dorada y Hermes al instante la recibió. Mientras era arrastrado por su figura completamente exhausta que no parecía en nada una actuación, pago el precio cien veces lo normal (Que por cierto fueron 3000 Varisu). Despidiéndose de Hestia, camino mientras se comía eso que parecían ser 5 croquetas en una, y al terminar de comérselo a duras penas—se deslizo dentro de un oscuro callejón. Mientras apoyaba su espalda en la pared, comenzó a despegar lo que fue envuelto varias veces en el papel de envolver que quedaba en sus manos. Lo que apareció en el fondo del papel manchado de grasa—fue “una parte del pergamino roto”. Hermes levanto las comisuras de sus labios y paso sus ojos por el pergamino. “Convierte a Orario en una <chimenea>.” Era inconfundiblemente su propia letra. Era la “dirección” para la resurrección que el “primer Hermes” quien perdió, les dejo. --Así es, como pensaba, no soy un personaje como este. Recubriéndose con su fachada de astuto embaucador, comenzó a caminar con pasos rápidos. Había dos papeles. Uno era la nota que el “primer Hermes” le dejo a Hestia. Y la segunda, fue la localización de los “materiales” para la “chimenea”. Sus pensamientos ya se habían detenido. Estaba bien si no pensaba en nada. Para no tocar las reglas, simplemente se volvería un profesional.12 --Hagámoslo, “construyamos una chimenea”. Esto fue algo que ocurrió tres días después de que <Perseo> notara el cambio en el campo de batalla—y tres días antes de que el chico lograra darle un golpe al Elfo.       12 Alguien que hace bien su trabajo.   × × × La luna borro las nubes, despejando el cielo nocturno. El clima fue severo, pero estaba perfectamente claro como nunca antes. Junto con el interior de mi pecho. Mientras me sentaba en una silla al lado de la ventana, pensaba de esa manera como un poeta pretencioso. La niebla que cubría mi corazón desapareció completamente, no dudaría más. Ya no dudaría del “yo de la <Familia Hestia>“. Los sentimientos hacia mi anhelo llenaban todo mi cuerpo, subiendo incluso mi moral. --Pero... ¿Qué debo hacer después de esto? Mientras comía las raciones para el Calabozo que había dejado en mi habitación—la comida para llevar que estaba dentro de mi bolsa, fruncí el ceño. Hace aproximadamente una hora, cuando termino la batalla nocturna, me negué a comer en el <Sessrúmnir> y me dirigí hacia esta habitación que he estado usando desde hace más de 2 semanas. Hoy mentí diciendo que mi condición física era mala porque me había esforzado, pero el Maestro quien escucho lo que dije solo dijo “inútil” y me lo permitió. Me pregunto, ¿Por qué lo permitió realmente? D-Dejando eso de lado, si fuera como siempre, luego de terminar mi cena en el <Sessrúmnir> me dirigiría a la habitación de Freya-sama. Para evitar eso, ahora quería un poco de tiempo para preparar un plan. --Si me encuentro ahora con Freya-sama. absolutamente descubrirá que ya no dudo de mí mismo. Un niño no puede mentir frente a un Dios. Sin duda vera a través de mí. Y entonces, en el momento que sepa que “estoy seguro que Bell Cranel no pertenece la <Familia Freya>“ no tengo ni idea que hará Freya-sama. Pero, la situación no debería cambiar para mejor. En primer lugar, ¿Que es toda esta situación? Incluso si me confirme a mí mismo, para el mundo “Bell Cranel pertenece a la <Familia Freya>“, Aizu-san y las demás tampoco recuerdan al “Bell Cranel de la <Familia Hestia>“. --La causa por la que Orario se volvió extraño. ¿Es Freya-sama? ... ¿El poder de su <Encanto> construyo este “mundo” (<Jardín en Miniatura>)? No puedo creerlo completamente, pero ahora no tengo ninguna otra idea. Y al mismo tiempo, creo que un truco como este solo puede ser hecho por un Dios.   Y entonces, si este presentimiento es correcto, como era de esperar, la existencia llamada “Dios” superaría la imaginación de un habitante del Mundo Inferior como yo. No solo a un individuo, sino cambiar el mundo mismo. Ante ese acto que superaba el entendimiento humano, todo mi cuerpo tembló. --Si esto es obra de Freya-sama... entonces, ¿Por qué lo hizo...? ¿No me digan que fue con el fin de añadirme a la <Familia Freya>? Pero, si es eso, ¿Por qué no fui <Encantado> al igual que los otros? ¿Sucedió alguna clase de inconveniente? ¿O hubo una condición? ... Era inútil, no podía entenderlo. En primer lugar, un habitante del Mundo Inferior no debería poder comprender la Voluntad Divina de una Diosa que habita sobre las nubes. Por ahora deje de lado mis dudas sobre Freya-sama. En lo que debo pensar, debo hacer a partir de ahora... ¿Qué sería lo correcto? No puedo reunirme con Freya-sama. Llegado a este punto, no sabía qué tipo de rostro debería mostrar. Además, antes de Freya-sama, creó que los que vieron la batalla de hoy están sospechando de mí. Como Hogni- san y Heith-san. El Maestro... no estoy seguro. Para que no me descubrieran seguramente no debí haber usado las “técnicas” de Aizu-san y las demás, pero hacer algo tonto como eso frente a un Aventurero de Primera Clase era imposible, quiero que me disculpen sobre eso, y, además, estaba completamente entusiasmado por haber recuperado los sentimientos de mi anhelo. Si Lili estuviera aquí, seguramente me estaría sermoneando. Welf, Mikoto-san y Haruhime-san sonreirían irónicamente y Kami-sama nos vigilaría... --... Kami-sama, chicos... Mientras miraba hacia el exterior de la ventana, pensaba en mi verdadera <Familia>. El día a día en la <Familia Freya> era duro y doloroso, pero definitivamente no solo era eso. También hubo instantes en que fui salvado y sentí calidez y extraños lazos. Aun así, como era de esperar... mi lugar no estaba aquí. Golpeando mi rostro con mis manos, elimine ese sentimentalismo. De cualquier manera, era claro que no tenía tiempo. Quizás ahora Hogni-san le esté informando a Freya-sama sobre mí estado. ¿Debería escapar? Pero, ¿Qué hago después de escapar? Incluso si puedo escapar de las manos de la <Familia Freya> y salir del <Folkvangr>, el mundo se ha vuelto extraño. Si no corrijo la situación actual, no tendré un lugar al que regresar.   Tragando saliva, termine de comer toda mi ración, terminando así con mi suplemento nutricional. Mientras sentía como suficiente sangre se dirigía a mi cuerpo y mi cabeza, y desesperadamente hacia mover mis pensamientos—repentinamente tuve una idea. --¿Syr-san...? Si este mundo es una mentira, ¿Dónde está ahora Syr-san...? Chloe-san y las demás no la recordaban. Incluso para la <Familia Freya>, Syr-san no existía. Pero, esa persona sin duda existe. Lo sé. Una desaparición sin discrepancias. Mis dudas se reunieron. Y mi intuición hablo. Sentía como si ella, quien ahora no existía, tuviese la “llave” de algo. Siendo así, lo que debía hacer, era buscar a Syr-san... ¿Y encontrarla? --¡Llegado a este punto, el hecho de que digan que Ryuu-san no está también es sospechoso...! ¡Tengo que salir a buscarlas a ambas...! Poniendo en claro lo que debería hacer, me puse de pie con vigor. Y entonces cuando tomé mi decisión e intenté comenzar a moverme— Como si armonizara conmigo—un “estruendo” ocurrió, sacudiendo el estandarte de la rebelión. --¿¡Que!? Una gran sacudida agitó la mansión. Resistiendo el impacto instantáneo, me quede pasmado. ¡Decidí que tenía que moverme, pero aún no he hecho nada! Nerviosamente abrí la ventana y comprobé los alrededores y la mansión. Mientras sentía miedo de que fuera un ataque sorpresa, en mi campo de visión se reflejó humo y polvo volando, y rastros de Poder Mágico brillaban deslumbrantemente desde una parte de la mansión. --¡¡Bell!! Bell, ¿¡Estas aquí!? --¡...! ¡Si! Junto con el violento sonido de golpear la puerta de la habitación, la voz de la Sanadora resonó. Después de dudar por un instante, respondí honestamente. --¡Qué bien, estas aquí...! No has salido de la habitación, ¿¡Cierto!? Cuando abrí la puerta quien estaba allí parada era Heith-san como esperaba.   Siguiendo a un grupo de hombres y mujeres, ella, quien había cambiado su expresión a una que nunca había visto hasta ahora, después de verme se tranquilizó claramente. --Siempre he estado aquí, pero... ¿¡Qué demonios ocurrió!? ¡Justo ahora se escuchó un ruido muy fuerte...! Mientras pensaba con sospecha en lo que me pregunto, le devolví la pregunta. Fuera de la ventana, no, desde el interior de la mansión, ocasionalmente podían escucharse agudos sonidos como el de choques de espadas. --... Es un “ladrón”. Una persona se infiltro en este sagrado <Folkvangr>. Después de congelarme ante la respuesta proveniente de Heith-san quién guardo silencio por un instante, deje escapar una voz histérica olvidándome de la situación. --¿¡Ladrones!? ¿¡Y solo uno, a la <Familia Freya>!? × × × Brillantes cortes se acercaban. Ante las técnicas de espada que demostraba su fuerza con solo una mirada, Ryuu las repelió con sus Kodachis mientras su sudor se esparcía. --¿¡Guu!? --¡Haa! La Espada Larga rebotó y lanzo una aguda patada hacia el Beastman que perdió el equilibrio. Sin mirar hasta el final su figura estrellándose contra la pared, se dio la vuelta y corrió. Justo después se escucharon los gritos enojados de sus refuerzos. --¡La encontré! --¡¡Atrápenla!! En el primer piso de la gigantesca mansión similar a un palacio, Ryuu estaba escapando sola. De los miembros de la <Familia Freya>, los peores perseguidores imaginables. --¡Lo sabía, este lugar es <Folkvangr>...! ¡La base de la <Familia Freya>! Mientras Ryuu corría con todas sus fuerzas, enojada tras comprobar su situación, gotas de sudor brotaban ininterrumpidamente de su piel. Ya había pasado una semana desde que se despertó en una “celda subterránea” desconocida. Al perder la conciencia en frente de Syr—No, de Freya, era de esperar que la hubiesen capturado, pero no podía evitar sentirse impaciente. Dejando de lado el Calabozo, no era una exageración decir que ese el lugar era el más “peligroso” incluso en Orario.   --¡Saaa! --¿¡Kuuh!? En el instante en que salió a un amplio pasillo, fue atacada por un humano que descendió desde el piso de arriba. Se protegió al instante y cuando sus piernas se entumecieron, otro grupo la atacó sin piedad con una agudeza y velocidad que le tomo toda su fuerza poder enfrentar. —¡Todos los enemigos son fuertes! Aunque sea simple, sus sentimientos se resumían a eso. Esta era la base de la facción más grande de la ciudad. Sin ninguna persona débil, incluso los oponentes que la enfrentaban ahora eran equivalentes al núcleo de los Aventureros de Segunda Clase. La “destreza” de cada uno era inagotable. A pesar de que acababa de escapar de la celda, en un instante fue atrapada y termino cayendo en este predicamento, eso era prueba de ello. Incluso los Aventureros de Clase Baja comprendían su propio rol, usando Magia y disparándole para detenerla. Debiendo usar todas sus “técnicas” y siendo forzada incluso a activar su Magia por adelantado, la hizo darse cuenta de su propia posición ante el enemigo. Por fortuna el interior de la mansión aún estaba en un estado de caos, y su cooperación no estaba funcionando muy bien, pero la situación no era muy diferente a ser arrojada en una jaula de bestias. Tras intercambiar violentos ataques con una Elfa lancera que parecía ser Lv. 4 al igual que ella misma, rasgó ligeramente su ropa y cortó el mango de su Lanza a la mitad. --¡Camarada, no, <Tempestad>! ¿¡Como saliste del subterráneo!? Ante las violentas palabras llenas de duda de su oponente—Ryuu recordó lo ocurrido hace unos minutos atrás. Sin tener que preocuparse por vivienda, comida, ni ropa, estaba en una habitación subterránea que no podría llamarse “prisión”. Pero, al llevar puestos unos grilletes que contenían un Hechizo de Sellado Mágico del tipo de disminución de <Estado>, no se le permitió escapar. Con su impaciencia aumentando y sin poder hacer nada, “ella” apareció frente a Ryuu. --Sal. ¿Por qué los Aventureros de Primera Clase que vigilaban la puerta normalmente estaban tirados en el piso? “Ella” quien entro a la habitación le entrego las Kodachis a la sorprendida Ryuu y tras darle la llave de sus grilletes, declaró. --La condición para liberarte, es que después de esto, causes un alboroto en el lado oriental de la mansión mientras yo me estoy moviendo. Tomando distancia, Ryuu se mantuvo alerta de “ella” quien le solicitó eso indiferentemente con unos ojos que no dejaban ver sus verdaderas intenciones.   --¿Por qué piensas que voy a obedecerte? Cuando le respondió de esa manera regresándole la mirada mientras le arrojaba su voluntad de oponerse, “ella” finalmente le dijo. -- —Te lo ruego, Ryuu. Esas palabras, su tono, y su mirada sacudieron el pecho de Ryuu. Sin importar que su rostro y voz no se parecían, le hizo recordar a cierta “chica”. Dejándola sorprendida, “ella” se marchó. Y entonces, Ryuu en silencio tomo en sus manos la llave, se quitó los grilletes y lucho de esta manera. Ni siquiera yo misma puedo comprenderlo. ¿Por qué estoy haciendo lo que dice una persona de la cual no conozco sus verdaderas intenciones? Pero, esas “palabras” y su “mirada”— Poniendo fuerza en sus manos que sujetaban las Kodachis, Ryuu levantó sus cejas. Tras repeler el ataque de la Lanza de la Elfa quien cerro sus ojos, termino el Canto que había estado recitando como un susurro sobre sus labios. --<Alberga la luz del polvo de estrellas y derrota a mi enemigo>—<Viento Luminoso>. Su disparo tras liberar su <Canto Concurrente> mando a volar a los refuerzos que se estaban reuniendo, provocando una segunda explosión. × × × --¿¡Una explosión en la base!? En el primer piso subterráneo de Babel. En la gran habitación que conectaba con el 1° Piso del Calabozo, Allen quien esperaba a la <Familia Loki> que regresaba desde su Expedición, mostró una actitud amenazante en el momento en que escucho el informe de sus subordinados. --¿¡Qué significa esto!? ¿¡Qué están haciendo ese jabalí y el maldito Elfo!? --¡E-Eso es... parece que no es un ataque desde el exterior, sino que una Magia exploto desde dentro...! Aunque asustado por su tono peligroso, el miembro que le hizo saber del caos en la base le dio su opinión personal bajando el volumen de su voz. Mientras Allen chasqueaba la lengua por no saber nada de lo fundamental, los cuatro Hobbits que lo acompañaban en el lugar hablaron uno después del otro. --La batalla en el campo ya debe haber terminado.   --En nuestra <Familia> no existe un tonto que falle y haga explotar su Magia causándole problemas en los oídos de la Diosa. --Siendo así, como era de esperar, es el trabajo de una fuerza diferente. --No me digan que... ¿Fue <Tempestad> quien estaba encerrada en el subterráneo? Ante las especulaciones de Alfrigg y los demás quienes sacaron conclusiones a través de su telepatía, los ojos de Allen se estrecharon agudamente. --¡A-Allen-sama! ¡Alfrigg-sama! Un instante después el semihobbit Vanir llego corriendo. Allen quien estaba reuniendo sus pensamientos intento patearlo sin ninguna contemplación previa, pero— --Esa persona ¡No, ella desapareció! Al escuchar ese informe, el color de sus ojos cambio. - Esa mujer, realmente tendré que matarla. Ante el Catman que esta vez estaba lleno de intensiones asesinas, Vanir, y los otros miembros del grupo contuvieron el aliento y fueron abrumados. --¿Qué hacemos, Allen? --Ya está decidido. No estés preguntando, imbécil. Allen escupió hacia Alfrigg quien pregunto su opinión como vice Capitán encargado de dirigir ese lugar. --Regresemos. × × × --¿Un alboroto en la base de la <Familia Freya>? Aisha mostró una expresión de duda. En una esquina alejada de la Calle Principal animada por las personas bebiendo, cerca de la Calle Dédalo al este de la ciudad, ella detuvo sus pies. --Si. Parece que Sein y los demás que estaban en el Distrito del Placer lo escucharon. Incluso ahora resuena el sonido como si estuvieran luchando dentro de sus cuatro murallas, Melia vino a informármelo. --¿Qué quieres decir? Esos tipos se matan entre si hasta la puesta del sol, ¿No? ¿O quieres decir que tienen una riña con otra facción? --No lo sé en absoluto. Pero, no es algo que se pueda ignorar, así como así... Su compañero de la <Familia Hermes> el Tygerman Falgar frunció el ceño con preocupación.   Para bien o para mal, el título de la “<Familia> más fuerte de la ciudad” era pesado. Si había algún cambio extraño dentro de su base, era normal que otras facciones estuvieran tensas pensando si algo había ocurrido. Más aún si se trataba de la <Familia Hermes> quienes avocando por la neutralidad se concentraban completamente en la reunión de información. Escuchando la historia de Falgar, la Amazona quien debería haber olvidado todo desde el “Festival de la Diosa”, mostro una expresión como si estuviera atrapada con algo. --De todos modos, hoy continuaron matándose entre sí hasta la noche o algo así, ¿Verdad? Más importante, terminemos con esta distribución de leña rápidamente~ La persona que no le estaba prestando demasiada atención a la conversación entre Aisha y Falgar era Lulune. La chica Dogman se colocó hábilmente en el hombro el manojo de leña que cargaba y golpeo la puerta de una casa. --Somos la <Familia Hermes>~ por encargo del Gremio, les traemos leña~ --¡Ah, gracias! Ya casi parece invierno y hace frio, eso es una ayuda. --Seguro. Entonces, déjanos entrar. --¿Eh? E-Espera. Pasando por un lado del humano que les dio la bienvenida, Lulune entro rudamente a la casa, y se inclinó frente a la chimenea. --La orden de nuestro Dios es “enciendan el “fuego” y regresen”, ya sabes. Tras apilar la leña y encenderla con un pedernal, lleno la chimenea con llamas. La pareja dueña de casa y su hija quedaron encantados ante su habilidad. La familia la invito a cenar como agradecimiento, pero Lulune, resistiéndose a esa tentadora sugerencia dijo “Aun tengo trabajo después de todo~” con una voz cansada y se retiró. --Haa~ ¿Cuántas veces más tenemos que hacer está cosa del “voluntariado”...? Sin duda esta noche será fría~ --Es lo que quiero preguntar. Cielos, ¿La <Familia Hermes> siempre compra puntos tan abiertamente? --No, normalmente no lo hacemos, pero... Los productos de Piedras Mágicas para calefacción eran caros y en Orario la mayoría de las familias pasaban el invierno con chimeneas. Pero, dicho eso, ¿Que planeaba su Dios Hermes empujándoles una gran cantidad de leños y un mapa donde se colocaron las casas a las que debían distribuirles primero? Todos los otros miembros también estaban participando y tanto Lulune como Aisha ya estaban hartas. El vicecapitán Falgar quien de la misma manera cargaba leños en su hombro estaba retorciendo su cuello repetidamente. --Además... ¿Por qué, esta leña, huele a sangre~? Levantando la leña que llevaba, Lulune la olfateo con su nariz de Beastman.   --¿Sera que uso estos leños para matar a alguien? --No digas tonterías y vamos a la siguiente. Hermes-sama nos ordenó firmemente que terminemos antes de que acabe el día después de todo. --Ah, espérenme~ Lulune persiguió nerviosamente a los asombrados Aisha y Falgar. Uno a uno los leños fueron distribuidos por la <Familia Hermes> y el fuego se encendió. Sin que nadie se diera cuenta, las <Llamas de la Chimenea> llenaron la ciudad. × × × *¡¡Doon!!* Ante el impacto que golpeo nuevamente la mansión, coloque mi mano en la pared al instante. --¿¡Uhhh...!? ¡O-Otra vez...! Heith-san quien no pudo mantenerse en pie salió volando hacia mi pecho, dándome un cabezazo, la separé de mí mientras tosía y le pregunté. --No sé qué pasa, pero esto se está volviendo algo terrible, ¿¡Va a estar bien!? --¡E-Eso es...! --Ser invadidos por un solo ladrón no es algo simple, o mejor dicho es algo serio— -- —¡Ya basta! ¡Ni siquiera yo entiendo lo que está pasando! ¡Soy yo quien quiere una explicación! Mientras se daba golpecitos en la frente con el rostro enrojecido, Heith-san levantó sus manos por sobre su cabeza y se enojó. Sin importar que yo era un poco más alto, me disculpé por reflejo ante esa expresión. --¡Bell, por favor no salgas de esta habitación por ningún motivo! --¿Eh...? ¡P-Pero—! --¡Si algo te ocurre a ti quién eres el favorito de Freya-sama, me llevare un buen regaño! ¡Piensa que me estas ayudando y por favor compórtate obedientemente! Lo entiendes, ¿¡¡Verdad!!? ¡También te dejare unos guardias! Sin dejarme decir nada, Heith-san salió de la habitación. Justo como dijo, una pareja a quienes ya conocía entró a la habitación en su remplazo --Bell, escucha lo que dice Heith. Sé que es sobreprotectora, pero esa chica también está preocupada por ti.   --Además, también está el asunto de la <Maldición> que te colocaron. Este ataque sorpresa puede que también esté relacionado. --S-Si... Remiria-san y Rask-san. Junto con Vanir-san eran las personas que hablaban conmigo. Sus palabras eran amables, pero... sus miradas, ¿Me estaban vigilando? Estaban alertas sobre mí, no, no era eso, ¿Acaso no querían que tuviera contacto con el “invasor”? Si era así, podía comprender las acciones de Heith-san quien vino directamente a mi habitación. ¿¡Que tengo que hacer...!? Hasta ahora sin duda un “viento” extraño estaba soplando. Un viento a favor que pareció haber escogido el momento en que acabara de recuperar mi anhelo. Viendo que debía evitar el contacto con Freya-sama, no había mejor oportunidad que esta. Dándole la espalda a ambos, miré hacia el exterior de la ventana y pensé. Escuché que ahora mismo tanto Alfrigg-san y los demás, así como Allen-san y los Aventureros de Segunda Clase como Vanir-san no estaban en <Folkvangr> a causa de una solicitud. ¡La brecha de poder era desesperanzadora, pero, aun así, comparado con lo habitual, realmente había disminuido a la mitad...! Debía moverme. Tenía que reunir mi resolución. Romperé a través de los benefactores que me ayudaron hasta hoy y tomare acción. Cerré mis ojos, contuve mi aliento para no ser notado, y a continuación los abrí con gran fuerza. Y entonces, justo cuando me di la vuelta para intentar salir corriendo, los dos estaban en el piso. --¿¡Que!? Mirándolos a ambos derrumbados en el piso, me quedé en shock por un instante. ¿¡Que ocurrió!? Cuando mis dudas y mis sentimientos de alerta se estaban mezclando entre sí, la puerta de la habitación se abrió. Tras mirar fijamente la puerta entre abierta, me decidí y salí de la habitación mientras prestaba especial atención. Comprobando de izquierda a derecha, no había ninguna persona n el pasillo. —No. En el fondo del largo pasillo, una sombra que parecía una ilusión se balanceaba como si me invitara. Deseché mis dudas y perseguí la sombra.   Las luces de Lámparas de Piedras Mágicas en el pasillo que se parecía al interior de un castillo desaparecieron, llenándolo de una oscuridad azul. Guiándome por la espalda de la sombra indefinida que se parecía a un espectro, avance sin que nadie me notara. El lugar al que llegue, era el lado oeste de la base, en una esquina del piso superior. La <Sala de Meditación> instalada para que los guerreros se concentraran en cuerpo y alma. --Este lugar es... La habitación que tenía un tragaluz convertida en un vitral en la parte más alta del techo se parecía a un altar. Un espacio verticalmente largo que se podría considerar un pequeño santuario. En el piso de mármol negro no había ninguna silla. En la parte más profunda aumentaba la diferencia de nivel, haciendo que pareciera un escenario donde se realizaría una ceremonia de coronación. Erigidos en el borde de la pared como estatuas, no había imágenes de Dioses, sino armas como Grandes Espadas, Lanzas y Hachas de Guerra. La mitad de los miembros de los <Einherjar> que claramente ahora ya no estaban. Di un paso entre los guerreros que emitían una atmosfera pacífica y divina. Y entonces, al llegar casi al centro de la <Sala de Meditación>, la puerta que había dejado abierta, se cerró. --¡...! Al darme la vuelta— La luz de la luna descendió dentro de la habitación envuelta en oscuridad, cayendo sobre mi cabeza desde el vitral. Mientras la luz que cambiaba entre un azul profundo, un suave purpura y un triste plateado teñía mi campo de visión, quien se acercó caminado desde la oscuridad cercana a la entrada... Era una chica. --Hörn-san... Con su largo cabello color ceniza y su ropa negra que rememoraba al aprendiz de una bruja. Esta sería la segunda vez que nos encontrábamos. Igual que cuando vino a entregarme la carta antes del “Festival de la Diosa”, ocultaba su ojo derecho con su largo flequillo. --... Mientras el sonido de sus pasos resonaba, Hörn-san se dirigió hacia mí en silencio. Había algo que tenía que preguntarle. Había un montón de cosas que me parecían extrañas. ¿Fuiste ella quien me trajo hasta aquí? Si era así, ¿Cuál era su objetivo? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones? Aunque hasta ahora fui muchas veces a la habitación de Freya-sama, ¿Por qué nunca me encontré con ella, quien era la <Asistente de la Diosa>?   Y más que cualquier cosa, ¿Esta realmente era solo la segunda vez que nos encontrábamos? ¿Que era está “extraña sensación” como si nos hubiéramos reunido muchas veces, como si siempre la hubiera sentido a mi lado...? Sin embargo, las dudas que aparecían y desaparecían en lo profundo de mi cabeza no se convirtieron en palabras. La “sin nombre” que no poseía un Alias. Atraído por su ojo que solo me miraba a mí, juzgándome como el representante de un Dios, olvide como emitir mi voz. --... --... Se detuvo. Nuestras miradas se cruzaron. Justo en el medio de la sala, manteniendo la distancia. El bullicio del exterior se hizo distante. Tal vez porque el alboroto estaba ocurriendo en el este nadie se acercó a esté lugar Incluso si algo ocurría aquí, ningún intruso aparecería. El tiempo en que nuestras miradas se enredaron continuó, y finalmente, abrió sus labios. --¿Hasta dónde, obtuviste respuestas? ¿Qué estaba preguntándome? Lo comprendí. No debería responder. La razón me decía eso, pero aun así respondí tonta y honestamente. --No pertenezco a la <Familia Freya>. Yo, soy Bell Cranel de la <Familia Hestia>. Sentía que delante de sus ojos, no podía mentir. Cuando declare sin ninguna falsedad, ella, sin cambiar de expresión, volvió a preguntar. --Entonces, ¿De qué tanto te diste cuenta? --... ¿Eh? Esta vez no entendí el significado de su segunda pregunta. No parecía... que estuviera preguntando sobre las contradicciones y anormalidades del actual Orario. Como si estuviera confirmando un importante “núcleo” más valioso que cualquier otra cosa...   --¿Q-Que quieres decir...? No podía comprender las intenciones de Hörn-san. Estaba claramente desconcertado. Ante eso, su rostro que había estado tan sereno como la marea nocturna, gradualmente comenzó a crisparse. Apretó fuertemente una de sus pequeñas manos. Y entonces, cuando parecía que su largo cabello color ceniza caía sobre su rostro— -Basura. Dejo escapar ese murmullo. --¿Heh? -Basura, basura, ¡¡Basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura, basura!! Al instante siguiente, levantó su rostro y explotó. Tras mostrar una expresión tonta por un momento, eché la cabeza hacia atrás y abrí ampliamente mis ojos. --¡¡Una basura que supera incluso a un verdadero idiota!! ¡Engañando a esa persona! ¡Atormentándola! ¿¡Y no sabes nada!? ¡No vengas con esas tonterías! ¡¡Ya basta!! --Eh, eh, ¿¡Eh!? --¿¡¡Tú, que tan denso puedes ser!!? Sacudió su mano en un barrido que alboroto su largo cabello, ese estado en que me bañaba con ataques verbales podría muy bien llamarlo una transfiguración. O, mejor dicho, era aterrador. ¡¡Aterrador hasta el punto que temía por mi vida!! Frente a Hörn-san quien repentinamente se indignó, casi caigo de espaldas olvidándome de la situación. --¡¡Un repugnante animal que se viste de inocente!! ¡¡Criminal inconsciente!! ¡¡Enemigo de todas las mujeres!! ¡¡Escoria humana!! ¡¡Un monstruo que confunde la sinceridad con la insensibilidad!! ¡Si existe un fallo en Dios, sería el haber creado a un monstruo como tú! ¡¡Maldita sabandija del pecado original que tienta solo a las que son mayores que tú, seduciendo incluso a una noble Diosa, deberías conocer la vergüenza!! --Espera, de verdad, ¿¡Que estas diciendooooo!? --¿¡¡Que es eso del séptimo lugar en el ranking de “quiero ser llamada <Onee-chan> por un Aventurero!!? ¡¡No juegues conmigo!! --¿¡Por qué conoces ese ranking!? Solo pude soltar un grito ante sus feroces insultos que disparaba continuamente.   Mientras tanto, sin saber si la furia de Hörn-san se detendría, ella movió su mano hacia su cadera y sacó una Daga—espera, ¿¡Eeeeeeeeeeeeeeh!? --¡¡No puedo aceptarlo, no puedo aceptarlo, no puedo aceptarlo!! ¡¡No puedo aceptar nada sobre ti!! ¡Tú tonto rostro, tu miserable voz, y esa amabilidad que está lastimando a la Diosa! ¡¡Como pensé, debería haberte matado en ese momento!! --¿¡H-Hiiiiiiiiiiiiiiiii!? --¡Todo porque apareciste delante de la Diosa! Lo que comenzó en un instante fue una danza de espadas. Soltando un grito miserable justo como me lo había señalado, escape de la Daga que me perseguía. En el centro del salón, mientras éramos bañados por la luz que llovía desde el vitral, las dos sombras bailaban. *¡Hyunn!* El agudo sonido del viento siendo cortado amenazó varias veces un lado de mi oreja. Definitivamente no podía ser descuidado. Incluso si su Nivel era más bajo, inequívocamente era una Aventurera de Clase Alta. Mientras estaba en caos por este desarrollo inesperado, me moví desesperadamente para no ser cortado, cambiando muchas veces nuestras posiciones pasé por debajo de la Daga que sostenía en un agarre inverso. --¡Esa persona, en frente tuyo es feliz incluso por cosas insignificantes! ¡Se entristece! ¡Y se lástima! --¿¡Eh...!? --A pesar de que tienes las cualidades de un Héroe, ¿¡Por qué no eres un mujeriego!? ¿¡No está bien que aceptes su amor!? ¡Si lo hicieras, esa persona también sería un poco recompensada! ¿¡A cuantas más de nosotras piensas lastimar después de esto!? Hörn-san quien estaba exponiendo sus sentimientos no se detuvo. En remplazo de los violentos sentimientos que no podía expresar, osciló su brazo, golpeando mi mejilla con sus intensos gritos. Al darme cuenta de que la persona a la que señalaba era Freya-sama, intente aceptar el significado de sus palabras junto con su agitación y entonces— --¿¡Que pasa con esa devoción!? ¡¡Maldito esclavo de tu anhelo!! --¡¡—!! Cuando menospreció la existencia de mi anhelo, un sentimiento de rechazo se encendió en mis extremidades que fueron liberadas del miedo. Levantando mis cejas, intente sujetar la Daga que balanceaba de regreso. --¡Por tu culpa esa persona!—¡¡Yo!!   Pero— -- — Al ver las gotas que se dispersaban desde sus ojos, mi brazo se detuvo. Al instante siguiente, en esa misma postura de embestida, fui empujado hacia abajo. --¿¡Uhhh!? Mi espalda golpeo el duro piso. Sus suaves extremidades se montaron sobre mi cuerpo y la Daga fue arrojada justo al lado de mi rostro. Mientras un agudo sonido resonaba en mis oídos hasta casi romper mis tímpanos, Hörn-san sujeto mi cuello con sus manos. --¡Ah, te odio! ¡Te detesto! ¡Quisiera matarte! Olvidándome incluso de resistirme estiré mis brazos sobre el piso y abrí ampliamente mis ojos. No era por que estuviera siendo inmovilizado por su expresión de odio. --A pesar de eso—¡Es enloquecedor! ¡¡Pero, aun así, precioso!! Ahora que su mentira se había desprendido y sus sentimientos estaban intentando salir a la superficie, el tiempo se detuvo. Sus temblorosos dedos, de una forma penosa, no se enterraban en mi cuello. A pesar de que estaba pensando en querer detener mi respiración, por alguna razón no podía asesinarme con sus propias manos. El significado de lo que llaman “amor y odio” No era más que una pizca, incluso si fue la ínfima superficie... por primera vez lo comprendí. --¡Si yo me hubiera encontrado contigo antes!” Ella grito. --¡Si hubiera sabido que vendría este futuro!” Ella se enfadó. --Antes de que te encontraras con la Diosa, yo a ti... a ti, a pesar de que te habría abrazado...13 Ella, tembló. --¡Si yo... me hubiera encontrado antes...... contigo...!   13 Aquí ella primero lo llama "Omae" y luego cambia a "Anata".  —La Diosa no sufriría y yo podría haberme enamorado de ti como “yo misma”. Ese ronco murmullo desapareció efímeramente dentro de un suspiro. Mientras tenía la luz del vitral en la espalda, como un criminal que declara su culpa, expuso las palabras que flotaban en el fondo de su corazón. --Fue inútil... --¿Eh...? --Lo que hice... fue inútil... Su voz parecía desaparecer. Su garganta temblaba. Desde el fondo de su máscara desprendida, sus sentimientos se derramaban. --Quería que esa persona, fuese una diosa noble... no quería que se volviera, una simple “chica”, como yo... pero, a pesar de eso... ¡Aun así...! Tocando mi mejilla, su largo flequillo se sacudió. Su ojo derecho que estaba oculto quedo expuesto. Diferente con su ojo izquierdo que era de un color negro como si hubiera sido teñido por la oscuridad, su ojo derecho parecía de un color “plateado” o “gris”. Ese ojo, ahora estaba llorando. --¡Mi “deseo” no se cumplió a pesar de que esa persona debería haber enterrado sus sentimientos de chica! ¡¡A pesar de que pensé que, si era rechazada por ti, despertaría de esa pesadilla!!—¡Siempre la escucho! ¡Sollozando! ¡Con esa voz, que nunca había escuchado! Sus lágrimas caían sobre mi mejilla. Delante de mis ojos y mi nariz, ella, estaba llorando como un niño. --¡Está preocupada! ¡Está sufriendo! ¡Sin siquiera darse cuenta, parece que va a romperse! ¡Si sigue así, esa persona nunca podrá ser salvada! ¡No quiero eso! ¡No quiero algo así! ¡Eso, no es lo que deseaba...! Tambaleándose siempre entre el “amor” y [ ], estaba intentando destruirse. Un listado de palabras de las que no entendía el punto central. No podía comprender sus verdaderas intenciones. Pero, sus propios sollozos, y los sentimientos que desbordaba, atraparon mis ojos. --... ¡Date cuenta! ¡Date cuenta! ¡No tiene significado si no te das cuenta por ti mismo! Mientras soltaba lágrimas, Hörn-san grito en mi dirección. Mientras arrugaba su rostro, demando que extendiera mi mano.   --¡Por eso, te lo ruego...! Su dolorosa suplica resonó. --Date cuenta... Bell-san— Y entonces, en el instante en que escuche su voz. Una abundancia de recuerdos e información hasta hoy, revivieron con una fuerza terrible. -- ————————— Palabras. Tono. Eco. Tristeza. Lagrimas. Sentimientos. Similitudes. Puntos en común. Parecido. Cercanía. Eran demasiados. Ella quien estaba llorando delante de mis ojos. Esa persona que trabajaba en la <Señora de la Abundancia>. Y la noble Diosa que enamoraba a cualquiera. Tres puntos que no deberían cruzarse. Y sin embargo sus tres rostros se superpusieron. —<La asistente de la Diosa>. —<Sin Nombre>. —Las palabras de la Diosa diciendo “Esa niña no se volverá nadie más”. No se volverá nadie más—tomándolo en retrospectiva, quiere decir que, ¿Ya está determinado en que puede volverse? Si era así, eso, no me digas que—¿Era el “avatar de la Diosa”?14 La “Sensación Extraña” que sentí cuando me reuní con ella. Como si nos hubiésemos reunido muchas veces, como si siempre la hubiese sentido a mi lado, como si la hubiera conocido desde antes. A pesar de que sus rostros, y voces son completamente diferente, ellas son demasiado similares. Justo como la superficie del agua siendo sacudida. Como un espejo de agua que refleja un rostro diferente cuando las ondas se expanden. Ahora mismo, se había llamado “falsa” a sí misma. “En ese momento, debí asesinarte”, es lo que dijo. El día del “Festival de la Diosa”, ¿A quién se parecía esa persona que intentó asesinarme?    14 Encarnación.  La hipótesis que hice en aquel momento. La “posesión compartida de recuerdos”, o posiblemente de su campo de visión. Si pretendemos que esa conjetura se acercaba a la verdad, ella y esa persona estaban conectadas. Y entonces— “—Si, me gustas, ¿Sabes?” “—Si, como pensaba, me gustas.” Las palabras que esa persona y la Diosa pronunciaron. La sonrisa de esa persona que sin duda vi a través de la Diosa. La calidez con la que me abrazaba. El color plateado, limitando con el gris. Hasta hoy siempre había pensado que era extraño. La relación entre la facción más grande de la ciudad y esa persona. Sus guardaespaldas y su título honorifico. Inigualable. Y sin remplazo. En este mundo torcido, esa persona desapareció y como si cambiaran de lugar, la Diosa apareció delante de mí. Imposible, imposible, imposible. Exagerado, absurdo y desquiciado, hacia ese “imposible” al que nunca debería llegar, extendí mis manos. La existencia de la <Sin nombre> se volvió la última pieza, permitiéndome darme cuenta de la “verdad”. En el instante en que mis recuerdos dejaron de reproducirse, yo, abrí mis labios. --Tú... ¿Eres Syr-san? La llamé por su “verdadero nombre”. --Y Freya-sama también... ¿Es Syr-san? Y entonces, superpuse el “nombre” de esa persona. --...... El rostro de la chica que derramaba lágrimas, lentamente— Mostro, una hermosa sonrisa. Los dedos que estaban en mi cuello se soltaron y suavemente, trazaron mi mejilla. Mientras me miraba a mi quien no podía moverme por la sorpresa, Hörn-san estrecho sus ojos y lentamente se puso de pie. Recogió la Daga que había caído al piso y yo, como si la persiguiera también me puse de pie. --... Toma esto   --¿Eh...? E-Esto es, la <Daga Hestia>. Me sorprendí ante la Daga que extendió hacia mí. La Daga que Hörn-san había estado sosteniendo, era justamente la <Daga Hestia> que Kami-sama construyo para mí. Incluso si aquí dentro estaba oscuro, me avergüenzo de mí mismo por no haberme dado cuenta. Sentí como si la propia Daga estuviera enfadada. Y al mismo tiempo, me di cuenta. Kami-sama, y Lili lo habían dicho. Una persona que no poseyera la “Bendición” de Hestia-sama no podría usar esta Daga. Sería como si su hoja misma estuviese muerta. Incluso si fuera cortado con ella en este estado, no me podría causar una herida mortal a mí, un Aventurero de Clase Alta. Hörn-san ya, no estaba intentando asesinarme. --... Quizás, desde el principio... ... ¿Pensabas ayudarme? La Daga que extendía hacia mí, usando sus manos, hizo que la tomara. Al instante siguiente el <Texto Sagrado> grabado en la <Daga Hestia> se llenaron de una luz azul purpura y recuperando su aliento. Hörn-san quien vio eso, sonrió un poco. --Si, no pensaba asesinarte—desde el principio pensé en hacer esto. Diciendo eso, como si me cediera su cuerpo— Se inclinó por sí misma, apuntando a la Daga que sostenía en mis manos. --¿¡Que!? La sensación de la cuchilla perforando la carne. Y el cálido rojo intenso que se desbordaba. En un instante sus ropas y mis manos, se mancharon completamente de sangre. Al instante sostuve a Hörn-san quien, perdiendo su fuerza, se derrumbó. --Que... ¿¡Que estás haciendo!? Arrodillándome en el suelo, y mientras apoyaba su delgado cuerpo con mis brazos, grité con una voz de sorpresa. Moví justo a tiempo la Daga que intento perforar en su pecho izquierdo. Solo pude hacer eso. La cuchilla que perforo ligeramente debajo de su pecho, produciendo sangre fresca desde el fondo de su piel y carne, incluso ahora estaba arrebatándole la vida. Saqué la Daga y detuve la sangre desesperadamente, mientras tanto, Hörn-san quien inclinaba su rostro sobre mi pecho, curvo sus labios.   --Pensando en la Diosa... la traicioné... eso también, ya... con esta, sería la segunda vez... La sonrisa que apareció en sus labios, era de auto desprecio. Era la lastima y el desprecio frente a su tonta yo. --Más que nada... tú, me gustas... —No por los sentimientos de alguien más, sino por los míos. Una efímera sonrisa de arrepentimiento se reflejó en mis ojos abiertos. --Por eso, mi muerte... será mi compensación, hacia esa persona... Puse más fuerza en mi mano que empujaba el pecho de Hörn-san cuyo rostro se volvía más y más pálido por la pérdida de sangre. --¡Una curación! ¡Aún estamos a tiempo! ¡¡Si te llevo con Heith-san—!! ¿¡Por qué haces cosas por tu cuenta!? ¿¡Por qué intentas morir!? Al recordar a Wiene quien una vez se dispersó dentro de mis brazos quisiera o no, apreté mis dientes e intente cargarla. --Espera... Pero, cuando intente ponerme de pie, su delicada mano que se apoyaba en mi pecho, me detuvo. --Desde ahora, la Magia... el “milagro”, que nos conecta a esa persona y a mí… --¿¡C-Conecta...!? --Si uso, esto... todo... será filtrado, hacia esa persona... sobre ti también, lo sabrá todo. Mientras estaba confundido, Hörn-san movió sus labios. Respirando superficialmente y mientras jadeaba de dolor, estrujo las pocas fuerzas que le quedaban. --Aun así... los sentimientos de esa persona, que solo yo conozco... a ti... Reuniendo el muy escaso Poder Mental (Mente) dentro de su cuerpo, ella rezó. --... <Escalera inalcanzable, puerta prohibida... este día de hoy, me opongo a las leyes del cielo—> Un Círculo Mágico se desplego con nosotros en el centro. Su color era de un gris cenizo que no llegaba al plateado. --<Alma vacía, deseo mezquino...> Las ondas eran tranquilas. El Poder Mágico que se arremolinaba también era insignificante. Las partículas de luz que reflejaban la luz del vitral, deslumbrantes, ascendían hacia el cielo.   Sonaba como una efímera melodía que pedía por la salvación. Era un Canto corto comparado con el del Sabio. Pero, abriendo un “territorio prohibido” del mismo tipo, era una “Magia Secreta” exclusiva de ella. --<Junto con el verdadero nombre intercambiado... desciende, hija de los Dioses—> Y entonces desde sus labios temblorosos, declaro su nombre. --<Vana Seidr> El Círculo Mágico se rompió en pedazos. Y entonces, los fragmentos de luz que se volvieron polvo, desde el color ceniza cambiaron a un hermoso plateado como el de una joya, y se reunieron en Hörn-san. --¿¡...!? El cuerpo que sostenía en mis brazos brillo como un fragmento de luna, envuelto por un intenso calor. En el pecho de un yo sorprendido, la luz brilló junto con una extraña corriente inversa de Poder Mágico, y después de que todo se calmó, lo que estaba allí— -- —¿Syr, -san...? Era la chica de cabello gris. Deje escapar una voz distraída. Sus parpados lo recibieron y sus pestañas temblaron. Sus ojos grises, lentamente me miraron. --... Es doloroso. --¿Eh...? --Este sentimiento, no quería conocerlo... no puedo soportarlo... yo, a pesar de que debería haber descartado a esta “yo” (Syr)... a pesar de eso, aun duele tanto. La voz de Syr-san. Su mirada. Su aliento.. Pero, esas no eran sus palabras. Eran los sentimientos de “su yo real” sin adulterar que solo Hörn-san quien estaba conectada con la Diosa conocía. --A pesar de que pensé que, ya estaba bien solo contigo... lastimé a un montón de personas y de cosas importantes... fríamente. A pesar de que “yo” (Syr) fui una completa “mentira”, ¿¡Por qué termino de esta forma!? Este espacio sagrado donde llovía la luz azul del vitral.   Extrañamente, era como la catedral que visité con “ella”. ¿Su triste voz haciendo eco eran los vestigios de la Diosa? Pensando que la había descartado. Pensando que la había enterrado. Y aun así permaneciendo en un lugar sin que “ella” se diera cuenta. --Lo que yo más quería... no es así. Lo que había pedido, lo que “había deseado”— La voz que pedía [ ]. Tragando el aliento. Desde sus ojos grises, grandes gotas se desbordaron, corriendo por sus mejillas. --¡Te lo ruego, detenme! ¡Ya no quiero enloquecer por “amor”! Las palabras que la Diosa no podía decir, “ella” las dijo. --¡Sálvame... Bell-san...! --¡¡...!! Mis dedos se enterraron en los delicados hombros que estaba apoyando. Mis latidos ardieron. Mi determinación recibió un impacto. El violento flujo de emociones atormentó mi pecho y mi corazón, grabando en este cuerpo un solo juramento. --Te salvare. Por eso, le regrese la respuesta obvia. --¡Incluso si con eso te lastimo de nuevo! ¡Incluso si esto es solo mi “ego”! ¡¡Iré a salvarte!! Para poder alcanzar el corazón vacío de “ella”, grite con fuerza. No sabía que tenía que hacer en absoluto. Pero, lo decidí. Incluso si me insultaban, incluso si me despreciaban por ser una cruel autosatisfacción—El honesto idiota bastardo de Bell Cranel, no podía ignorarla. ¡Por el bien de protegerme a mí mismo, no podía alejar la mano que estaba pidiendo ayuda! Sus lágrimas cayeron sobre su ropa manchada de sangre. Sentí que “Ella”, quien estaba mirándome gritarle de regreso, justo antes de cerrar sus parpados tranquilamente... había sonreído muy ligeramente. --¡...! ¿La herida...? La herida en el pecho de “ella”—no, de Hörn-san quien cerro sus parpados y se durmió, había desaparecido.   ¿Un efecto secundario de la Magia? ¿La herida se cerró? No, ¿Acaso es porque fue remplazado por el cuerpo de la <Hija de los Dioses>? No podía discernir la razón. Pero era seguro que sobrevivió. Aun así, no podía permitirme sacar conjeturas. En el momento en que la <Magia Única> que incluso ahora mantenía se deshiciera, la herida mortal de Hörn- san seguramente regresará y en un instante dará su último aliento. --¡No lo permitiré...! Cargándola me puse de pie. No quiero perder a nadie. No podía perderla. Incluso si era fanfarronería, un castillo en el aire o un sueño vacío, incluso si era un tonto miserable que no conocía la vergüenza—¡¡Dilo, dilo, dilo!! ¡¡Déjenme intentar salvarlos a todos!! --¡A ustedes, las salvare! Mientras cargaba su cuerpo comencé a correr. Saliendo de la <Sala de Meditación>, corrí hacia lo profundo de la mansión. Cargando hacia el piso más alto donde una Diosa esperaba. × × × Él viene. El chico, viene hacia aquí. Freya quien observó esa escena al compartir sus 5 sentidos con Hörn quien libero su Magia—torció claramente su rostro. --Ottar. --Si. --Salva a Hörn. No permitiré que desaparezca y regrese al Cielo de esta forma. Mientras estaba sentada en su silla, le ordenó a su asistente que estaba en espera. --Si, absolutamente no lo permitiré. Hacer algo como esto... tengo que castigarla con mis propias manos. Por eso, tienes que salvarla sin falta.   --Sin embargo, tú protección, Freya-sama... --No hay problema. No necesito a otros niños. Haz que todos se retiren y vete. --... Si. Frente a esa conclusión de su Ama, Ottar salió de la habitación. A continuación, sintió como sus guardias y asistentes se iban distanciando de la habitación. En la habitación divina donde todo sonido desapareció, solo quedo ella. Hacia este lugar donde solo estaba ella, él vendría. --Bell... × × × Corre. Corre. Corre. Mientras la cargaba con sus ojos cerrados, sacudiendo sus brazos que colgaban, corrí con toda mi fuerza. Lo que sentía en mis hombros y mi espalda, eran los gritos y la violenta lucha de espadas que aún se desarrollaba en el ala este. Avanzando por el lado oeste de la mansión donde estaba la <Sala de Meditación>, usando los pasillos que se extendían desde el piso de arriba, corrí hacia el anexo del norte como si rodeará el jardín. Que nadie apareciera era antinatural. Lo sabía. Intencionalmente habían despejado el camino. Como esperaba, mis movimientos ya habían sido filtrados. Me estaban invitando. Aun así, no me detuve. Por ahora, arroje lejos mi miedo e inseguridad y avance hacia adelante. --¡...! Faltaba muy poco para llegar a mi objetivo. Subí corriendo las escaleras que continuaban hasta el piso más alto las cuales me había acostumbrado a cruzar hasta hoy y en ese momento, esa persona apareció como si cubriera mi camino. El Boarman de cabello color cobre y un aterrador cuerpo gigantesco. --Entrega a la chica. --¡...! El Aventurero más fuerte de la ciudad que me contuvo con un solo golpe, Ottar-san, declaró mientras me miraba hacia abajo.   Dejé de respirar ante la presión de alguien opresivamente fuerte, pero, aun así, cuando reajusté mi agarre sobre Hörn-san intentando cubrirla— --No la matare. Es la decisión de la Diosa. --¿Eh...? --Esa chica vivirá. Eran las palabras del guerrero taciturno. Pero, ya que era ese guerrero, sentí que podía confiar en sus palabras. Después de permanecer en silencio cruzando miradas con sus ojos color oxido que no mentían, tomé mi decisión. Yo, quien no conocía las características de esta Magia y no podía usar Magia Curativa, no podía curar la herida de Hörn-san. Creyendo en Ottar-san, me acerqué caminado y se la entregué. Sus robustos brazos cargaron a la ligera chica. --Ve. Delante, la Diosa te está esperando. Ottar-san solo me informo eso. Tras verlo pasar junto a mí y bajar las escaleras, me dirigí hacia el frente. Subí las escaleras que me quedaban. Dejando de correr, subí peldaño a peldaño como para endurecer mi resolución. Repentinamente. Recordé un cuento de Héroes—<Fulland del Agua y la Luz>. El Espíritu quien continúo ocultando su verdadero nombre, murió. La Santa termino llena de lamentos y arrepentimientos. Y el Caballero sufrió por su propio pecado. ¿Y entonces, ahora? ¿Quién era el Caballero, quien el Espíritu y quien la Santa? ¿Quién no logro alcanzar su deseo? ¿Quién obtuvo el “amor”? ¿A quién no se le concedió el [ ]? Realmente, ¿Quién fue el más lamentable? Yo no era el Caballero (Fulland). Pero, iré a comunicarle a la “Santa”—a la “Bruja”.   Los sentimientos que ahora albergo en mi pecho. -- —Viniste, ¿Eh, Bell? En el piso más alto. Abriendo las puertas de par en par, al llegar a la habitación ella me estaba esperando sola. En el centro de la habitación, habiendo quitado el sofá en el que ambos habíamos hablado muchas veces, y también la mesa redonda de patas simples, ella estaba de pie. --Tu motivo es bastante claro incluso sin tener que preguntarlo, ¿No es así? Su tono, e incluso la atmosfera que la cubría, era diferente de la que tenía hasta ayer. No como la Diosa afectuosa que me entregaba calidez, sino que me miraba como una reina fría. --A pesar de que si me hubieras aceptado sin darte cuenta de nada... te habría abrazado a mi lado por siempre y te habría llenado de “amor” Hörn también hizo algo excesivo. Su mirada plateada era brillante, pero aun así fría y severa. Ahora era como una niña a la que le habían arruinado su juguete preferido, o incluso como una tirana arrogante. Aun así, desbordaba un enorme carisma. Sus dos facetas positiva y negativa. Cruel y desenfrenada, la Diosa de la Belleza absoluta. Frente a ese Ser Divino que, aunque se parecía a la “chica” del bar en mis recuerdos no era igual que ella—yo, sin acobardarme, abrí la boca. --Tú, eras Syr-san, ¿Cierto? Ante eso, sin mover ni una ceja, respondió. --Si, la que jugó con ustedes en el bar, sin duda era yo. Respondió como si eso fuera algo trivial. --Pero, estas malentendiendo algo. La chica llamada Syr no existió desde el principio. --... --Hay una chica con el mismo nombre, pero. tomé su verdadero nombre “Syr”. Lo que ustedes vieron fue mi actuación, una ilusión. Frente a esa declaración que debería ser impactante, extrañamente incluso para mí mismo, mi corazón estaba sereno. --¿Qué quieres decir?   --Es justo como dije. Estaba realizando un juego de rol... un simple juego. Borrando mi Divinidad y usando la imagen de la “chica”, estuve pretendiendo ser un niño con el fin de matar el aburrimiento. --¿Juego de rol...? --Si. Allí me reuní contigo, Ryuu y las demás. Todo a lo largo del juego. Con una mirada despejada, como si hablara sobre algo trivial, estrecho sus ojos. --Lo construí todo, ustedes fueron simples “piezas”. Syr desde el principio nunca existió. Fue un simple capricho mío. Por eso, tu resolución de salvar a la chica (Syr) está mal enfocado. Dirigiéndome hacia ella quien me transmitió eso indirectamente, la llame. --Syr-san. --... Deja de llamarme por ese nombre. --No quiero. --... --Syr-san. Cada vez que llamaba su nombre, la expresión de la Diosa se torcía por la irritación. Ahora, mientras miraba sus ojos teñidos de un color plateado, solté mi pregunta. --Entonces, ¿Por qué estabas llorando en ese momento? El día del banquete de la abundancia. Bajo el cielo color ceniza que incluso ahora parecía que comenzaría a llorar, la lastimé y ella derramó lágrimas. Sus ojos se abrieron ampliamente. --¿Por qué hasta hoy, siempre me has ayudado? En el momento en que, sonriendo salía volando del bar. En el momento en que me sentí derrotado por la gran altura en la que estaba mi anhelo. En el momento en que, por los Xenos, estaba congelado sin saber que hacer. Siempre apareció a mi lado, en algunos momentos con una sonrisa, en otros con una ruta de escape, y en otros dándome calidez. Y siempre preparándome un almuerzo y entregándomelo. Una montaña de “¿Por qué?” se metieron dentro de esas pocas palabras. --... La razón por la que te ayude siendo Syr, fue con el fin de hacerte crecer. Me enamore a primera vista de tu “alma”. Cultivaría ese brillo transparente, y después de que tu cuerpo y alma crecieran hasta como me gusta, pensaba cosecharte.   --.... --El Grimorio, y también el amuleto que te entregue durante el <Juego de Guerra>, además de todo aparte de esos... fue con el fin de hacerte crecer y protegerte. Sus palabras no estaban equivocadas. Gracias a las múltiples ayudas que me dio, supere muchas batallas y estaba parado aquí y ahora como Aventurero de Segunda Clase. No estaba equivocada. Pero, no era la verdad. --Las lágrimas que viste... solo fueron porque estaba siguiendo mi rol de “chica de la ciudad”. En ese momento, si era Syr, tenía que derramar lágrimas. Por eso llore de acuerdo al juego. Al instante respondí. --Mientes. --¡...! --En ese momento, estabas lastimada. Esas lagrimas fueron reales, tanto que me quede paralizado. Lo negué. Sin importa cuán doloroso sea, sin importar cuánto intentara socavar su propio pecho, con el fin de no dejar que esas lagrimas fueran una mentira, reafirme a la chica llamada “Syr Flover”. Incluso si era una actuación o una ilusión, no importaba. --Syr-san, estaba allí. En el fondo de la gran ventana las escasas nubes temblaron. La luz de la luna que entraba a la habitación escuchaba tranquila y cuidadosamente. Después de que mi fuerte negativa resonó, la habitación teñida de un blanco azulado se llenó de silencio, y su rostro continuó torciéndose más y más. Y entonces, ya frustrada por mi quien no cambiaba nunca mi expresión ni desviaba la mirada, pareció perder los estribos. Sacó un cierto algo desde su bolsillo. --¡...! ¡Ese broche...! Un accesorio en par. No la parte del “caballero” que yo tenía, sino la del “espíritu”. Eso era algo que le había regalado a Syr-san. --El primer presente que Syr recibió de ti... fue agradable. Mi mirada fue atraída hacia ese adorno de plata lleno de decoraciones azules.   Ella sonrió. Y cuando levantó el adorno que sostenía en su mano derecha como si fuese a colocarlo en su propio cabello— --Pero, ya no lo necesito. Lo arrojó. Delante de mí quien abrió ampliamente sus ojos, se convirtió en un sinnúmero de pedazos después de ser arrojado al piso con todas sus fuerzas. El sonido de ruptura que casi perforo mis oídos era justo como el grito de una chica. Mientras el flujo del tiempo se hacía más lento, los fragmentos azules que se habían hecho añicos se esparcieron por el piso, arrebatándome las palabras. --El juego se acabó. No hay significado en ir junto a tus palabras groseras. Uno de los pedazos cayo a sus pies. Y ella, sin ninguna clase de afecto— --Syr ya no existe. La chica, murió. Levantó ligeramente uno de sus pies y lo aplastó. Mi tiempo se detuvo ante ese fragmento del broche siendo pisado, al imaginarme que eran los recuerdos que tenía con Syr-san—la sangre se subió a mi cabeza. Los ojos de un Dios que reía con regocijo verían a través de ti, agitarían el interior de tu pecho y manipularían tus sentimientos. Arrojando fuego a mi corazón sereno como si fuese interesante. En el truco de una Diosa. Sobre la palma de una bruja. Ya no importaba. Descartando mi tranquilidad, le grité. --¡Te equivocas! ¡Syr-san está viva! ¡Syr-san, eres tú! ¡Quieres que te salve, me lo dijiste! --Eso fue porque las emociones de Hörn se mezclaron. Al estar conectadas por Magia, unas impurezas como son los deseos de un niño se mezclaron en mi Voluntad Divina, solo eso. No he pensado ni he dicho que quiero ser salvada. Ella, quien conocía todo lo ocurrido al compartir sus 5 sentidos por el efecto de la Magia, declaró. Sonriendo como si creyera que estaba en una posición superior. Como si se burlara de un niño tonto indignado, estrecho sus ojos. --Además, “salvarme”... ¿Con que boca lo dices? Originalmente quien rechazo a Syr fuiste tú, ¿No es así?   Sus labios mostraron una sonrisa de burla. Eso era el núcleo de todo. La arrogante verdad de la que el hombre llamado Bell Cranel era culpable. Mi respuesta frente a su sólido argumento—fue afirmarlo con todas mis fuerzas. --¡¡Así es!! ¡¡Te rechace!! --¡…! Sin importarme sus ojos plateados que se abrieron con sorpresa, comencé a caminar. El broche roto esparció sus fragmentos por los alrededores, y construyo “un camino”. Un camino por el que no pisaría los fragmentos de mis recuerdos, una ruta directa. Tras avanzar con grandes pasos por ese camino, me pare delante de la sorprendida Diosa. --¡Tu confesión! ¡Tus sentimientos! ¡¡Nadie más que yo te lastimo!! A una distancia en la que si me moviera mis labios llegarían fácilmente, le arroje mis sentimientos. --¡Yo te hice eso! ¡Por eso, te detendré! --¿¡…!? --¡Por eso, te salvare! ¡Este rol no se lo entregare a nadie! Lo que ardía en mi pecho era determinación. Lo que guardaba, era un voto no muy diferente a la obstinación de un niño. No podía compensar las lágrimas que derramó. Pero, podía protegerla de que lastimara a alguien o que ella misma se lastime. ¿Yo era la causa? ¡Así es! ¡Lo provoqué al lastimarla! ¿Alguien tan miserable como yo no tenía las cualidades para hacer algo? ¡No bromees! ¡Incluso si me despreciaban, incluso si me odiaba a mí mismo, cruzarse de dedos y no hacer nada era aún más inútil, eso lo sabía! ¡¡Ni compensación, ni redención, ni nada!! ¡¡Quien acabo por lastimarlos junto con ella, quien rechazo sus sentimientos, fui yo!! --… ¿Comprendes lo que estás diciendo? ¿Dices que salvaras unilateralmente con tus propias manos a la mujer que rechazaste una vez? ¿Sin darle amor, ni regresarle nada? Lo siguiente que dejo escapar después de quedarse parada sorprendida, fue un claro odio. Resoplando por la nariz, ridiculizándome llena de desprecio.   --Pero que “ego” más cruel. Incluso dentro de los Dioses no existen hombres como tú. Realmente eres un “hipócrita”, ¿No es así? --¡Si eso es así, lo que hiciste también fue por tu “ego”! --¡…! --¡Con el fin de volverme tuyo, a Orario, los involucraste y retorciste a todos! Independientemente de que la sangre fluía de la herida que sus burlas provocaron en mi pecho, al reabrirla completamente y apuntarle con un espejo, su sangrado también era fuerte. Ya lo sabía. Ella me arrojaba sus deseos unilaterales y yo escupía argumentos vacíos. Lo que ambos estábamos esgrimiendo era un cruel y grotesco egoísmo. El dado que arrojamos hace mucho que estaba roto. Sin importar cuánto quisiera “amor” o cuanto deseara [ ], nuestros egos chocaban, lastimándonos entre nosotros y solo derramando sangre y lágrimas. Ya estábamos en un punto en que no podíamos retirarnos. Mis ojos y sus ojos plateados se miraban entre sí. --… No importa cuánto grites, el hecho de que estaba jugando no cambiara. Syr es mi “mentira”— --¡Es imposible que crea que esa confesión apasionada fuera “mentira”! --¿Que? Cuando le grite eso medio por impulso, por primera vez, sus ojos plateados temblaron tímidamente. --¡Incluso si repites que todo fue un juego, eso no hará que Syr-san no exista! ¡A quién le importa tu orgullo! No olvidare ese día. Sus lágrimas en ese momento, y mis propios conflictos y arrepentimientos no podré olvidarlos en toda mi vida. ¡Después de todo, sin importar cuanto lo deseemos, incluso si rogáramos rehacerlo, lo que ocurrió ese día nunca desaparecerá! --¡Eso no fue mentira, fue “real”! ¡Eso nadie lo puede negar! ¡¡Ni siquiera tu misma!! Frente a mi quien continuaba gritando, por un instante su blanca piel y sus mejillas se tiñeron de rojo. En el momento en que pensé eso, torció su hermoso rostro y como si no pudiera aguantarlo más, me empujo lejos con uno de sus brazos. Sin tambalearme, retrocedí varios pasos y continúe mirándola. --… Que desagradable. Si, muy desagradable. Es la primera vez que me hacen sentir así. Declarando con un rostro ya sin su sonrisa, sus palabras cargaban una furia tranquila. El odio de una diosa, o su Divinidad, hacían temblar mi piel.   Ahora mismo había algo claramente ofensivo. Dirigiéndome hacia una Diosa de la Belleza que incluso los Dioses temían, le hable bruscamente. Si Hermes- sama me viera, no hay duda de que se desmayaría. Aun así, la Llama Sagrada que llevaba en mi espalda, y los sentimientos que ocultaba en mi pecho nunca se doblegaran. --Detenerme, y salvarme… dices cosas buenas, pero, entonces, ¿Cómo lo harás? --… --Lo había supuesto, pero mi <Encanto> sin duda no funciona contigo Bell. Aun así, Orario aun esta torcido. Si doy la orden, todos en esta ciudad se volverán tus enemigos. Incluso la <Familia Hestia>… o la <Princesa de la Espada>. Arrojo la realidad hacia mi quien cargo hacia adelante solo con mis sentimientos. Sin importar que tan tranquilo me declarase, mi corazón corría salvajemente. Y como si viera a través de mis latidos, agudizo sus ojos y me informó de la dura verdad. --Si no tengo que elegir los métodos, podría romper tu corazón completamente. No había exageración en las palabras de ella, quien tenía la autoridad sobre todo Orario. Una línea de sudor frio que no podía ocultar corrió por la parte posterior de mi cuello. --Que tú me salves es— En el momento en que dijo hasta allí— Algo “extraño” ocurrió. Fui yo quien lo notó primero. -- —¿Esta caliente? Mi espalda, ardía. El <Estado> que había sido renovado por las manos de la Diosa de la Belleza—como si quemara la piel de la falsa <Bendición>, la <Bendición> de las llamas sagradas dejo escapar un gemido. -- — Al instante, Freya-sama se quedó sin aliento y el color de sus ojos cambió. Se giro abruptamente y delante de su línea de visión, estaba el exterior de la ventana. El paisaje nocturno de Orario, lleno de “luces”. --No me digas… ¿Hestia? En algún momento, incontables “llamas desde las chimeneas”, estaban sacudiéndose dentro de la ciudad.   × × × --¿¡Huh…!? Lo “extraño” comenzó en una esquina de la ciudad. Bajo la Sede del Gremio, en el <Cámara de las Oraciones>. En el altar de piedra, Fels se arrodilló colocando una mano en el piso. --¿¡Mi cuerpo arde…!? ¡A pesar de que no hay llamas, parece que estoy ardiendo…! Mientras empujaba su cabeza con su otra mano, alzó la voz como si estuviera siendo quemado por el fuego. Mirando el estado del Mago, Urano murmuro tranquilamente con sus ojos cerrados. --La “<Autoridad> de las Llamas Sagradas” se ha activado. --¿Llamas Sagradas…? ¿¡Que significa eso!? Tal vez comprendiendo el peligro directamente, en el fondo de su capucha negra la luz plateada destellaba como chispas. Una de las reglas determinadas por Freya, “Acciones o palabras que puedan destruir el <Jardín en Miniatura>“ fue tocada. Fels quien estaba bajo el <Encanto> levantó su brazo derecho y apunto un Ítem Mágico en dirección al Trono Divino. --Es inútil. Fels. Ya es demasiado tarde. Ustedes que se han convertido en títeres del <Encanto> no pueden detener las llamas que se propagan. Sin embargo, Urano no vaciló. Como el cielo que mira el Mundo Inferior, tranquilamente comenzó a “revelarle el secreto detrás del truco”. --Aquellos que están bajo el <Encanto> reaccionaran ante cualquier signo o palabra determinada, eliminando cualquier foco de peligro, si decimos eso… solo tenemos que incluir una señal que solo nosotros entendamos. --¿¡Que…!? --Una “señal” trivial que, ni hablar de los niños, incluso en el cielo solo aquellos que vienen del mismo lugar podrían notar. Cuando Hestia visito el altar, las “preparaciones” ya estaban terminadas. Mientras Fels estaba escuchando con atención, los 2 Dioses se pusieron de acuerdo. Por eso Urano dijo. “Ahora, no puedo hacer nada por ti”. Ahora aun no puedo hacer nada, espera hasta que ese momento llegue. --En nuestra reunión anterior supe que Hermes le había entregado un mensaje a Hestia. Más allá de que los métodos eran limitados, fue toda una apuesta, pero… le entregue los “leños” a Hermes y los demás.   --¿¡”Leños”…!? ¿¡Que quieres decir con leños!? Simples leños que el Gremio preparo y que les cedió a la <Familia Hermes>. Esos por si mismos no tenían ningún poder especial. Fels quien estaba atado por las reglas tampoco sospecho nada. Urano, no, Hestia aplico el “truco” a partir de ahí. Todo fue el resultado de la Diosa que siguiendo los preparativos de Hermes hizo su resolución, entendió correctamente la Voluntad Divina del Dios anciano y continúo tomando acción sin rendirse. --En los leños que se llevaron a la ciudad—Estaba el <Ichor> de Hestia. × × × --En serio… fue una cuerda floja peligrosa, ¿Eh…? Bajo un cielo frio hasta el punto donde no sería raro incluso si nevara, Hermes se acercó a la pared y suspiro. En su campo visual, por las calles, se desbordaban los habitantes de Orario que se arrodillaban empujando sus cabezas. Dioses y Aventureros sin excepción. Inclinándose contra la pared igual que Hermes o mostrando un rostro como si soportaran un dolor de cabeza. Y entonces, desde las ventanas de las casas que se alineaban a ambos lados de la calle, la luz de las “chimeneas” se desbordaba. --“Construye una chimenea” despreocupadamente… creo que ha salido bien, ¿Cierto? Las notas que Hermes recibió de Hestia fueron 2. Una fue la nota que el mismo escribió en donde decía “Transforma a Orario en un <Chimenea>“. Y lo que estaba escrito en la otra fue el “lugar donde se mantenía el <Ichor> de Hestia”. En remplazo de Hestia quien no podía moverse por estar bajo vigilancia, seguramente Asfi llenó un Ítem Mágico con su sangre y volviéndose invisible, se lo llevo. En el bar subterráneo ubicado en las afueras que Hermes visitaba diariamente, fijado debajo de la mesa más en el fondo. Los Ítems Mágicos de Asfi eran conocidos por los miembros de la <Familia>. Incluso si invadía con su “invisibilidad” la base donde estaban guardados los leños, la posibilidad de que la sintieran era anormalmente alta. Si fuese reportada por los miembros que estaban bajo el <Encanto> todo habría terminado allí. Por eso, Hermes realizo los toques finales. Aplicó una gota del <Ichor> de Hestia que habían guardado en todos los leños que trajo desde el Gremio. --Incluso si tenía una “sensación extraña”, no sabía nada sobre la situación… ¡Al moverme siguiendo los trazos de Asfi, el <Jardín en Miniatura> seria destruido, nunca dude en primer lugar…! ¡El reconocimiento erróneo y los reseteo, no ocurrirán…!   Mientras torcía su rostro y derramaba sudor, Hermes sonrió de oreja a oreja. Hermes, para que su “sensación extraña” no se convirtiera en “dudas”, había estado conteniendo sus pensamientos desesperadamente. En este punto del tiempo había terminado de corroborar que sus recuerdos no estaban siendo borrados. En consecuencia, no pudiendo tocar las reglas de este <Jardín en Miniatura> ni la existencia de la “mente maestra”—estaba intentando no tocarla—la acción de “construir una chimenea” no podría ser reconocida como el origen de “la destrucción del <Jardín en Miniatura>“. Pongamos un ejemplo. Digamos que una “Espada Llameante” destruiría al “Rey Demonio”. Pero, si no sabía de la existencia misma del punto débil del “Rey Demonio”, incluso si le decían “prepara una Espada Llameante”, solo inclinaría la cabeza diciendo “¿Por qué?”. Si no comprendía la relación entre lo primero y lo segundo nunca mezclaría directamente el “destruir al Rey Demonio” con “preparar una Espada Llameante”. Hermes, sin investigar sobre la “sensación extraña” que estaba sintiendo, siguió en silencio una “dirección desde el exterior”. Haciendo que Lulune y los demás llevaran los leños con <Ichor>, y ordenando que le ellos mismos les prendieran fuego. Todo era justo como Asfi había escrito en la nota. La distribución de leña era algo que se realizaba cada año y era planificado por el Gremio. Ante esa escena que no se desviaba de la normalidad, los habitantes de Orario que estaban bajo la influencia del <Encanto> no los detuvieron ni sintieron ninguna sensación de extrañeza. --Bueno, incluso después de haber estado en jaque mate… hay cosas que puedo hacer… En la esquina de su campo visual, Lulune y los demás que habían terminado de distribuir los leños estaban sentados sufriendo. Mientras pensaba en lo malo que fue el hacerles cargar con una parte de la “conspiración” a sus dependientes sin que ellos supieran, Hermes quien siguió jugando fuera del tablero, mostro una sonrisa de satisfacción cubierta de sudor. × × × --Si hubiera convertido completamente a los habitantes de Orario en esclavos, Freya no nos habría dejado ningún camino. La voz de Urano resonó en el altar subterráneo. Personas, Aventureros y Dioses, si los hubiera convertido en devotas muñecas que solo escuchaban ordenes, la victoria de Freya seguramente no se sacudiría. Hermes se volvería las manos y pies de la Reina sin tener ningún pensamiento extraño, Hestia quien estaba sola no habría podido moverse, y Asfi también habría sido capturada.   --Sin embargo, Freya no lo hizo. O más correctamente, no pudo hacerlo. Orario es la <Ciudad del Héroe>, que perdiera ese significado sería el equivalente a la destrucción del Mundo Inferior. Al convertir en simples muñecas a todos los Aventureros fuera de la <Familia Freya>, podrían las 3 Grandes Misiones—¿Podría el Dragón Negro ser subyugado? ¿Era posible atacar el Calabozo usando esclavos que solo seguían ordenes? La respuesta era, no. Al convertir a todos en marionetas, al transformar el mundo en un <Jardín en Miniatura> perfecto, el <Héroe> que los Dioses querían no nacería. Y Freya también sabia eso. También era uno de los Dioses que amaban el Mundo Inferior, no un “Dios Maligno”. Con el fin de evitar la destrucción del mundo, no torció el mundo. --Y si el Mundo Inferior es destruido… también perdería a Bell Cranel a quien pudo tener en sus manos. Mejor dicho, Freya quien quiere alzar como un <Héroe> a ese chico, necesita mantener el sistema de la <Ciudad del Héroe>. Y el resultado de eso, era este. Aunque los limitaba, los habitantes vivían libremente, ese era el Orario actual que fue distorsionado. Y esa “distorsión” era la única apertura que Urano y los demás podían aprovechar. --¿¡De que estás hablando, Urano!? Bajo el altar, Fels estaba desconcertado. El poder del <Encanto> que se le aplico también estaba fuera de control. Viviendo 800 años, el antiguo Sabio lleno de sabiduría, era impotente ante lo “desconocido”. Ahora no podía comprender las palabras ni la Voluntad Divina de Urano. Su mano levantada, como si la Maldición y su alma se enfrentaran entre sí, temblaba rechinantemente. --¿¡Que estas intentando hacer ahora!? Frente a esa pregunta, el Dios anciano declaro seriamente. --Lo que comenzara a partir de ahora, es la reproducción del <Templo> donde cierta Diosa vivía en el Cielo. Aumentando su Divinidad hasta el punto de cubrir Orario, destruirá el mal. --¿¡…!? --Su nombre es Hestia. Su <Autoridad> es el <Fuego Protector> y el <Fuego Sagrado Eterno>— —La diosa del “Altar” que gobernaba las llamas. Los parpados del Dios anciano que habían permanecido cerrados, se abrieron lentamente.   --“Convirtiendo a Orario en una Chimenea”—en su <Altar>. El final del “silencio” que había pactado con la Diosa. Tras revelar sus ojos de Dios, que rememoraban al cielo azul, levantó las comisuras de su boca. --Se acabó el tener que ajustarnos a tus “lloriqueos” Freya. El Mago de ropa negra que no entendía nada y no podía hacer nada, se quedó sorprendido. Pero, mirando hacia arriba a ese Dios, y poniendo todas las emociones de sus 800 años, susurro. --Ese rostro sonriente tuyo… es la primera vez que lo veo, Urano × × × --¡¡Que friooooooooooooooooooooooooooo!!! En el cielo. A una altura de 3 Km. A una altura muy distante de la superficie, Hestia estaba siendo sacudida por el viento que soplaba. --¡¡Por favor quédate quieta, Diosa Hestia!! ¡Incluso yo solo he volado contadas veces a esta altura después de todo! --¡¡Incluso si dices eso, el frio es frio, Asfi-kun!! ¡Ya estamos en invierno, es la estación donde todos usan la chimenea! ¡Vamos, mis dientes también están castañeando! ¡¡Mira, mira!! --Eso es porque viniste con tu ropa de siempre, ¿¡No es así!? --De cualquier manera, está bien, ¿¡Sabes!? ¡Sería extraño que tú y yo combináramos! --¿¡Realmente está bien de cualquier manera!? Mientras hacían ese alboroto, Asfi quien cargaba a Hestia descendía. Había dos razones por las que ambas estaban a una altura donde podían ver de cerca incluso las nubes que flotaban. La primera era con el fin de asegurarse completamente. Con Hestia (el objetivo de vigilancia) desapareciendo sin que se dieran cuenta, la <Familia Freya> ahora debía estar en un gran alboroto. Incluso si no sabían que escaparon al cielo, el poder visual de un Aventurero de Primera Clase que había Aumentado de Nivel era una amenaza. Además, como el efecto del <Casco de Hades> “volvía invisible a quien lo lleve y su equipamiento”, Asfi quien solo tenía un Ítem Mágico para uso personal, no podía “volver invisible” a Hestia.   Por lo tanto, escondieron sus figuras a una altura en la que no podrían ser atrapadas ni siquiera por el poder visual de un Aventurero de Primera Clase usando incluso las nubes. Por cierto, la débil atmosfera, el violento viento, y las coletas de Hestia que golpeaban los anteojos de Asfi, habían vuelto extraña la tensión de ambas. Y entonces la segunda razón. --¡Diosa Hestia, llegamos a Babel! Era con el fin de llegar al techo de Babel. Extendiendo grandemente las alas equipadas en su <Talaria>, Asfi aterrizo en el techo de Babel justo como informó. Después de una sensación extraña similar a flotar, cuando Hestia quien estaba siendo cargada por ella abrió sus parpados que había mantenido fuertemente cerrados… lo que se extendió en su campo visual fue un cielo nocturno de otoño sin ninguna interrupción. En el techo de Babel no había ningún adorno. Aunque estaba cubierto por grandes lozas, no había ninguna barandilla que evitara que cayeran. En primer lugar, no se pensaba que las persona vinieran hasta este lugar. Lo que había era solo el cielo estrellado que parecía poderse alcanzar si se extendía la mano y un viento frio. --Ah~~ Yo misma lo sugerí, pero, qué bueno que llegamos~ --La <Familia Freya>… parece que no se ha dado cuenta, ¿Eh? Al lado de Hestia quien estaba frotando sus brazos, Asfi miro las escaleras que eran la única entrada hasta el techo. Ya que la habitación más alta de Babel le pertenecía a Freya, actualmente la <Familia Freya> residía allí. Ya que las encontrarían sin falta si subían la torre, Hestia le sugirió la ruta aérea que solo podrían elegir ya que estaba con ella. Hestia quien fue bajada por Asfi miro los alrededores. --Es hermoso, ¿Cierto? … Seguro no tenemos el tiempo libre para estar diciendo esas cosas, ¿Eh? Alrededor de la torre se extendía el hermoso paisaje nocturno de Orario. Podría decirse que ese paisaje que solo se podía ver desde el lugar más alto de Orario era la escena más lujosa de la ciudad. Dentro de las luces de las Lámparas de Piedras Mágicas que se desbordaban como un joyero volteado, Hestia estrecho los ojos al ver las luces de las chimeneas que las familias encendieron, y desató su cabello. --Diosa Hestia. Dijiste que viniéramos hasta aquí, pero… aun no entiendo bien que vas a hacer…   Asfi quien vino hasta la cima de Babel confiando en lo que dijo la Diosa, pregunto tímidamente. ¿La maldición de Hermes y los demás realmente podrá deshacerse? ¿Qué pasara con Orario? Su voz no podía oculta su inseguridad. --Nnn… lo que gobierno, si tengo que decirlo con franqueza, son las “llamas”, pero… bueno, es algo simple, ¿No? --¿Ha? --Diferentes a las <Llamas de la Forja> de Hefesto, son las <Llamas del Hogar> mejor dicho… de cualquier manera, como las técnicas marciales de Take, el <Vino> de Soma y la <Belleza> de Freya, no es mucho lo que puedo hacer aquí en el Mundo Inferior. Al presentársele esos ejemplos concretos que no entendía muy bien, el rostro de Asfi comenzó a teñirse de dudas. Mientras hablaba implícitamente de la causa por la que no podía reunir miembros para su <Familia> hasta que Bell ingresó, la Diosa dejo caer su largo cabello negro desatado hasta su cadera. --Pero, si preparo un <Altar> de esta manera, hay cosas que también puedo hacer. En ese momento— Cuando le pareció ver que Hestia tranquilamente levantaba su brazo derecho hasta la altura de su pecho—una larga y fina luz escarlata comenzó a ascender desde la ciudad. Decenas y centenas de pilares de luz. Eso era el aliento de las llamas que ascendía desde las chimeneas en los hogares a los que la <Familia Hermes> había distribuido los leños. Asfi abrió ampliamente sus ojos. Esa luz, aunque su color era diferente, la recordaba. La cálida luz que fluía escasamente desde su espalda cuando se actualiza su <Estado>—la luz del <Falna>. --Instalando muchas “chimeneas” en la ciudad y colocándolas en formación. Y echar mi <Ichor> en todas las “chimeneas”. En otras palabras, convertirlas en un “intermediario”. Esas innumerables luces son equivalentes a mis dependientes. Si es con esto, puedo recrear el <Templo> de Hestia (la Diosa de la Chimenea) que está en el Cielo. Entonces Asfi se dio cuenta. Su calidez normal había desaparecido de la voz de Hestia. Lo que había allí era una <Divinidad> que había eliminado cualquier humanidad. Un Aura divina se elevaba desde su pequeño cuerpo, y Asfi retrocedió inconscientemente por el miedo.   --Soy la Diosa Virgen. No me someteré ante el poder del <Encanto>, me niego rotundamente a eso. El mal es la lujuria, lo correcto es la pureza. Ahora, limpiare la maldición del <Encanto> que fue aplicado en esta tierra. En resumen, destruiré el mal, con las llamas de la purificación. Su voz se emitía claramente. Podía escucharse como un hechizo o una oración. Sus ojos que miraban la ciudad hacia abajo ya distantes de los de una persona, eran de otro mundo, algo Divino. Como si respondieran a su llamado, el sinnúmero de pilares de luz que ascendían bajo su mirada brillaron con un color rojo intenso, y las ondas de su Divinidad quemaron el campo visual de Asfi. --¿¡E-Esto es…!? Ante la intensa Luz Divina que sopló como una ráfaga repentina, la humana cubrió su rostro con su brazo al instante. Los “leños” que habían sido distribuidos por la orden de Hestia y a través de las instrucciones de Asfi se convirtieron en llamas, aumentando el Aura Divina de la Diosa. Si existiera una persona que poseyera los ojos de un ave volando por el cielo, seguramente se daría cuenta. Las luces de las chimeneas que estaban en Orario como hogueras, aumentaron su brillo y comenzaron a construir una “formación” similar a un Circulo Mágico. La gigantesca ciudad circular rodeada por una muralla se convirtió en una gigantesca “chimenea”, y la luz de las llamas comenzó a desbordarse. --No dirás que esto es una falta a las reglas, tramposa. Esto es un principio que los Dioses decidieron, nuestras pasajera misión y responsabilidad. Ese era un “entendimiento tácito”. La ley no escrita tomada por los Grandes Dioses que temían la “invasión” y el “control” del Cielo, que los guiaba en el Mundo Inferior. Una “Diosa Virgen” que podía repeler el abrumador poder del <Encanto>, era un dispositivo de seguridad y al mismo tiempo tenía el rol de contratacar frente a una Diosa de la Belleza. Cuando había un peligro para el mundo, esa Autoridad—que no era su <Arcanum>, sino la “cosa” que ella misma gobernaba—se le permitiría activarla completamente.15 --… Distanciarte de Babel para rodear a Bell-kun fue un error, Freya. El tono de Hestia al dirigir su mirada hacia <Fólkvangr> en el lado sur de la ciudad regreso por un instante a su tono normal. --Te fuiste y dejaste expuesto el “Centro del <Altar>“.   15 Perdón que diga esto, pero que sacada de no sé dónde se mandó Oomori aquí. Deus ex machina en su máxima expresión.  Babel era el centro de Orario. Y la <Torre Divina> más cercana al cielo. La luz de las llamas aumentó. La tierra se sacudía tranquilamente. La ciudad misma parecía haberse convertido en el “pedestal de las Llamas Sagradas”. En las calles, los bares y las plazas, mientras los niños y los Dioses se derrumbaban, la Diosa declaró. --Te mostrare la ceremonia secreta de la Diosa de la Chimenea que no conocías. Esa era su “carta de triunfo” que solo los Dioses del Olimpo conocían. Era su mayor secreto, un milagro muy inferior que no llegaba al <Arcanum>. Delante de la mirada de atónita Asfi, la Diosa oscilo horizontalmente su brazo derecho tranquilamente.  Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka   --<Dios Aedes Vesta>. Una absurda Aura Divina que difería del basto Poder Mágico, dejo escapar un rugido. --¡¡—————————————!! El cuerpo de Asfi quien presencio con sus propios ojos ese poder se inclinó hacia atrás hasta el límite. Lo que había nacido era una luz que destruía el mal. En resumen, las <Llamas Purificadoras>. La ilusión de ser quemado por las llamas resonó en los oídos de todos los que cayeron bajo el <Encanto>, pero sin duda fue calidez lo que reverberó hacia el fondo de sus cuerpos. La Luz Divina se difundió, y el brillo de las llamas envolvió la ciudad. × × × Las llamas ceremoniales ascendían. Las llamas de la Bendición entonaban una canción pura y sagrada. Mientras se extendían por toda la ciudad como el fuego sobre un campo agrícola, esas llamas no quemaron a nadie. No era un fuego violento que destruía al enemigo, sino unas “llamas protectoras” que salvaban a los que lo pedían. Mucho antes de que se le brindara cultura y civilización a la humanidad, las llamas primigenias. El fuego dentro de la “chimenea” parecía estallar suavemente, como una pacífica hoguera que ilumina la oscuridad, dándoles calor y seguridad a quienes ahora sufrían, y entonces, otorgándoles su Protección Divina. Ese era el sonido del fuego que daba fin a la pesadilla. Quemando la maldición que pesaba sobre ellos, el <Fuego Divino>. Por las calles, los bares, la mansión y la torre. El caminar de las llamas que envolvieron los edificios llegaron a Dioses y hombres. Al Dios Mensajero, a la Diosa Herrera, al Dios de la Medicina, al Dios Guerrero y al Dios Bufón. A la Ayudante Hobbit, al joven Herrero, a la chica del lejano oriente, y a la Hechicera Renard. Y entonces, a la <Princesa de la Espada>. Tumbados en el suelo y en el piso, los Dioses y dependientes que tenían cerrados sus parpados, fueron tragados tranquilamente por el fuego ardiente.   Sin saber si las llamas de la chimenea que se asemejaban al “Milagro de los Espíritus’ se detendrían, dispersando chispas escarlatas que ascendían hacia el cielo—y finalmente, haciéndolos desaparecer. Como si todo hubiera sido una ilusión, la tranquilidad regreso a la ciudad. --… ¿Qué fue la luz de ahora? Hogni murmuro sorprendido. A su alrededor los miembros de la <Familia Freya> estaban confundidos de la misma manera. Dirigiendo hacia arriba sus miradas, hacia el exterior de su base, como si buscaran la marca de las llamas escarlata que tiñeron la oscura noche, su conciencia estaba suspendida en el aire. … ¡Hay algo desagradable! Lo que broto inmediatamente dentro de su pecho fue una impaciencia difícil de describir. Las llamas que se detuvieron al tocar las gigantescas murallas no asaltaron <Fólkvangr>. Las innumerables chispas de fuego que bailaban desde el cielo envolvieron todo su cuerpo, pero no pasó nada anormal. Sin embargo, una sensación de urgencia que no podía explicar estaba amenazando el cobarde corazón de Hogni. Apretando el agarre en su Larga Espada negra que sostenía en una de sus manos, el Elfo Oscuro miro hacia el frente. De espaldas a la gran muralla que dividía la ciudad con el interior de su base, su compatriota con todo su cuerpo cubierto de heridas tenía una rodilla sobre el suelo. --… Ríndete. No causes problemas, no te resistas y baja tu arma. Si no lo haces, cortare una de tus extremidades. --¡¡…!! Quien era rodeada por los miembros de la <Familia Freya> incluyendo a Hogni, era Ryuu. Fue Hogni quien estaba ante sus ojos el que con un ataque le había dado la bienvenida a su final a su batalla que arraso por la mansión tras escapar del subterráneo. Justo como la había abrumado en la batalla del “Festival de la Diosa”, tras forzarla a estar en inferioridad con su poder de Lv. 6, la acorralo hasta una esquina del campo separado desde la mansión. La formación semicircular que la rodeaba, no dejaba pasar ni una mosca. El rostro de Ryuu se torció mientras colocaba en el campo su puño que sujetaba sus Kodachis. --Kuh… Bell… Dirigiendo su mirada hacia la mansión en lo alto de la colina donde seguramente el chico seguía cautivo, pateo lejos las palabras “¿Hasta aquí?” que llegaron a su mente y estimulando su corazón desalentado, se levantó y preparo sus Kodachis.   Ante su compatriota con alto orgullo que no perdió su espíritu de lucha incluso en esta situación, Hogni la admiro y descarto su misericordia. --¡Si eliges el orgullo, entonces te aplastare! Dando un paso sin ningún sonido, su propio cuerpo desapareció y a continuación apareció justo frente a los ojos de Ryuu, balanceando hacia abajo su Espada Negra. Sin embargo— *¡¡Giiiih!!* --” “ “ “ “¿¡…!?” “ “ “ “ Chispas se dispersaron junto con un agudo sonido metálico, y el corte del Elfo Oscuro fue repelido. --¿¡Que…!? ¿Fue Hogni quien abrió sus ojos por la sorpresa? ¿Fue Ryuu quien también estaba boquiabierta? ¿O fue un miembro de la <Familia Freya> el que dudo de sus ojos? Lo que se reflejó en sus ojos, fue una hermosa chica de cabello y ojos dorados. --… ¿<Princesa de la Espada>? Aizu quien escucho el murmullo de Ryuu detrás de ella, blandió su fina espada plateada. Siendo observados por sus ojos dorados, los miembros de la <Familia Freya> excepto Hogni vacilaron. --Lo recuerdo, todo. Lo que estaba incluido en su normalmente plano tono, era una ira innegable. --Bell, no pertenece a la <Familia Freya>. Mientras dirigía la punta de su espada hacia Hogni quien abria ampliamente sus ojos, Aizu llevo a su pecho su mano izquierda. --Las “llamas” de Hestia-sama… me alcanzaron. Lo que brilló, fue una cálida luz como el de una chimenea. Sin siquiera estar unidos por un contrato, y aunque sus amos y sirvientes eran diferentes, la chica quien era un dependiente de un Dios, declaro con confianza. --Quemaron completamente, el poder del <Encanto>. Casi como si ese discurso se volviera el gatillo— Desde el otro lado de la pared una multitud comenzó a crear una conmoción. --¿Eh…? ¿Qué es esto…?   --¿¡<Pies de Conejo>, en la <Familia Freya>…!? --¡Hey, Hey! ¿¡Que son estos recuerdos!? Las voces que retomaron la cordura desde el Distrito Comercial, no, desde todo Orario crearon olas furiosas. Esa no era otra cosa que la evidencia de que el “Aura Divina de la chimenea” había destruido el “Aura Divina de la Belleza”. Mientras Hogni permanecía parado sin moverse ante el gran alboroto y las señales de caos que se transmitían a su piel, desde arriba de su cabeza dos nuevas sombras que siguieron a la <Princesa de la Espada> aparecieron desde el otro lado de la gran muralla. --¡¡Moou, le dije cosas tan crueles a Argonauta-kun!! --Hicieron algunas cosas de mierda, como engañarnos a todas, ¿Eh? … Ahora me harán el favor de explicarme todo, ¿Cierto? Tiona armando un alboroto con su Gran Espada Doble y Tione quien sostenía sus cuchillos Kukri y liberaba un aura asesina miraban a la <Familia Freya> teniendo el mismo odio que Aizu. --¡¡La <Familia Loki>…!! ¿¡No me digan que, de verdad, el <Encanto> de Freya-sama…!? Ante esa escena, incluso Hogni finalmente expuso su temor. La <Familia Freya> quienes no dudaban de lo absoluto de su Ama fueron arrojados a un terreno de confusión. Ajena a ellos quienes perdieron la compostura, Ryuu de alguna manera recupero la calma. Dirigiéndose a la espalda de la Espadachín quien seguía cubriéndola, abrió la boca. --<Princesa de la espada>… nunca pensé, que sería salvada por ti… Ante esas palabras, Aizu lentamente se dio la vuelta. --Err… ¿Dónde está Bell? --¿¡Que!? ¿¡P-Por qué lo primero que preguntas es la ubicación de Bell!? --¿…? ¿No puedo? --N-No es que no puedas, pero… ¡No, como pensé, no puedes! ¡¡Por alguna razón no puedes!! --¿¡Por qué ambas están gruñéndose ahora!? Ryuu balbuceo hacia Aizu quien inclinaba la cabeza, y, en conclusión, perdiendo la calma le grito con el rostro sonrojado, Tiona por su parte las interrumpió mientras escupía saliva. Hogni, quien había dejado de moverse ante la farsa que exhibían, levanto sus cejas. --No sé qué es verdad o mentira. ¡Pero este es el territorio de la Diosa! ¡Cortare a los barbaros que pisotean esta tierra con sus sucios pies!   --¡Muy bien, luchemos! ¡¡También estoy muy furiosa después de todo!!! Tiona quien hacia girar su Gran Espada Doble por sobre su cabeza también rugió. Mientras el Elfo Oscuro y la Amazona chocaron sus armas de inmediato, Aizu, Tione y Ryuu, dirigiéndose al frente, comenzaron su enfrentamiento contra la <Familia Freya> que dejaba escapar gritos de guerra. × × × -- —¡¡Tch!! Una violenta patada golpeo la Lanza Plateada de Allen. --Parece que nos estabas subestimando, ¿Eh, gato de mierda? … No necesito de charlas tediosas, voy a matarte a patadas. --… Hombre Lobo, malnacido. Frente a Bete Loga quien estaba lleno de salvajes intensiones asesinas mientras tenía la luna a su espalda, Allen chasqueo la lengua claramente. El lugar era el sur de la ciudad, el 5° Distrito. El grupo liderado por Allen quien se había retirado hacia su base, había sido bloqueado por “otra de las grandes de la ciudad” mientras se dirigían a <Fólkvangr>. --Santo cielo, maldito Bete. No me escuchó cuando le dije que acompañara a Aizu y las demás. … Pero, solo por esta vez, también debería intentar dejar de esperar una buena oportunidad. Mientras se quejaba, y sin embargo inmediatamente estrechaba agudamente sus ojos, se encontraba un solitario Enano. --Antes de que el Gremio nos detenga, no me sentiré bien si no golpeo fuertemente sus rostros. --¡<Elgarm>…! --¿¡Como es que repelió la Voluntad Divina de la Diosa!? --Las extrañas llamas de antes deben ser la causa. --¡Maldito viejo Enano! Justo al lado de Allen y los demás, Gareth Landrock y Alfrigg con los demás se enfrentaban. Incluso si no llevaba ningún arma, frente al Enano quien choco sus puños como rocas, los cuatro hermanos Hobbits escupieron palabras de vacilación y antagonismo. Incluso delante de Vanir y los demás quienes tragaban saliva, los miembros de la <Familia Loki> sedientos de sangre al igual que Bete obstruían su camino.   El hecho de saber que habían estado jugando con ellos había encendido una llama en el Hombre Lobo y el guerrero Enano. Junto con el violento sonido del choque de espadas, nació el segundo campo de batalla. × × × Los habitantes de Orario que no se habían recuperado del shock al instante dejaron escapar gritos trágicos y se extendió una escena justo como la de una guerra. --… Es mentira. Quien estaba dejaba escapar esa voz en pequeños fragmentos mientras abría su corazón, fue la chica Hobbit. --Es mentira, mentira—¡Es mentira! ¡¡Esto es mentira!! Lili, Lili, a él, a Bell-sama, lo lastimé…… ¡¡NoOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOO!! --¿¡L-Lili-dono!? En la <Mansión de la chimenea> resonó un grito capaz de aplastar su garganta. Sucedió justo después de que las <Llamas Purificadoras> se activaron y todos fueran liberados de su maldición. Para la chica Hobbit quien había caído enamorada del chico que la había salvado y que había prometido no traicionarlo una segunda vez, su tratamiento hacia él hasta hoy fue demasiado pesada. Lili quien recordó todo por el flujo inverso de recuerdos se derrumbó en el piso y gemía con una voz como la de un instrumento roto. Mikoto quien había palidecido por haber hecho lo mismo, intento acercarse corriendo hacia Lili quien era aplastada por su propio infortunio, pero—*¡Dosah!* Desde un lugar diferente, resonó el sonido de unas rodillas golpeando el suelo. --¿Por qué? Esto… yo… ¿Por qué… algo así… tan… cruel…? --Ha-Haruhime-dono…… La chica Renard se derrumbó en el piso de rodillas y gotas comenzaron a caer una tras otra desde sus ojos vacíos. En contraste con Lili quien estaba en caos, su figura que había caído en el abismo del auto odio mientras se llenaba de lamentos como una mujer de las nieves, congeló su corazón hasta el punto en que se olvidó del tiempo. Encontrándose en un dilema frente a la desesperanza de ambas, Mikoto se quedó paralizada sin poder moverse. --……… A su lado, Welf quien estaba de pie sorprendido, apretó su puño.   Mientras era atacado por unas náuseas y un auto odio nada inferior al de Lili y las demás, quemó por la fuerza su corazón con entusiasmo. Acercándose a Lili quien repetía disculpas una y otra vez mientras abrazaba su pequeña cabeza con sus manos y empujaba la frente en el piso, la sujeto por lo brazos. --¡Levántate, Lili-enana! ¡Si quieres maldecirte, maldícete hasta la muerte después! Y entonces arrojo “eso” hacia sus ojos marrones que derramaban lágrimas. --¡¡Si no vamos a salvar a Bell ahora, será devorado completamente por esa Diosa de la Belleza!! -- —¿¡KYEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!? Al instante siguiente, sus ojos marrones se abrieron más allá de su límite, y dejo escapar una onda de alta frecuencia de una clase diferente a la anterior. Ante ese sonido que marco el final del tiempo de seriedad, los hombros de Mikoto y Haruhime saltaron. --¡¡No puede ser, no puede ser, absolutamente no puedeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ser!! ¡¡Violar y mancillar a Bell-sama quien aún es un niño!! ¡¡Lili protegerá la castidad de Bell-sama—!! --¡¡Entonces vamos!! --¡AAAAAAAH! ¡¡Bell-shamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! A causa del fuego anti mágico muy bien jugado de Welf, Lili dejo escapar un grito extraño y tras ponerse de pie nuevamente, salió volando de la habitación a toda velocidad. Welf también les gritó a Haruhime y Mikoto quienes estaban atónitas con la boca abierta. --¡¡Ustedes también muévanse rápido!! ¡Somos una <Familia>! ¡¡Iremos a darle la bienvenida!! --… ¡¡Si!! Tras limpiarse las lágrimas violentamente, Haruhime se levantó sin ayuda y salió corriendo con gran impulso. Nerviosa, Mikoto siguió detrás de Welf quien comenzaba a correr. Con Lili y Haruhime a la cabeza, y Welf y Mikoto un paso por detrás, todos salieron de la mansión. La chica del Lejano Oriente que corría junto al joven Herrero, sin saber por si misma si estaba muy conmovida o arrastraba sus lamentos, le dirigió al joven Herrero una pobre sonrisa. No pudiendo aguatar más, golpeo con una mano la cintura de Welf y aceleró. Welf quien sonrió en respuesta a eso, grito mientras sacudía sus brazos. --¡¡Espéranos, Bell!!   × × × --Uuuwa… ¿Esta es la segunda vez, que le causó problemas a Bell…? Dentro de una farmacia desolada. La voz de la chica Dogman se desvanecía lánguidamente. --Realmente, quiero morir… --¡No digas tonterías! ¡Solo tienes que compensárselo de aquí en adelante! Agarrando el brazo protésico de Naaza quien estaba seriamente desesperanzada, Daphne la jaló hacia el exterior. Miach también persiguió a las dos que comenzaron a correr con su objetivo decidido. --Incluso los Dioses cometen tonterías. ¡No mires abajo nunca, ahora tenemos cosas que hacer! --¡Uwaaan, lo sabía fue justo como mi profecía~~~! A pesar de haber visto ese sueño premonitorio, ¿¡Por qué no me volví la aliada de Bell-san~~~~!? Ignorando el grito de su Dios quien raramente gritaba, Casandra corrió mientras abrazaba su largo Báculo contra su pecho. Mientras que la profetisa de la tragedia lloraba por una razón diferente que todos los otros, la <Familia Miach> también tomó la misma acción que la <Familia Hestia>. × × × --Ese tipo otra vez fue forzado a un predicamento, ¿¡No es así...!? ¡La siguiente vez no terminara incluso si lo protejo con un escudo! --¡Aun así, vamos! ¡A salvar a Bell-san! Ouka y Chigusa corrieron por la Calle Principal sosteniendo sus armas. Siguiendo detrás de ellos estaban los miembros de la <Familia Takemikazuchi>. --Santo cielo, desde que descendí al Mundo Inferior me he sentido insignificante muchas veces, pero… ¡Esto es el extremo! Sin relación con que tenía las habilidades físicas iguales a las de una persona común, Takemikazuchi estaba corriendo velozmente como un ninja sobre los edificios con una manera de correr para nada común.   × × × --¡D-Deténganlos! ¡Detengan el arrebato de cada una de las <Familias>! En la Sede del Gremio que estaba en un alboroto con sus empleados recobrando la cordura, Roiman el Maestro del Gremio cambio su expresión y comenzó a gritar alrededor. --¡¡Protejan a la <Familia Freyaaaaaaa>!! ¡Emitan una orden de cese al fuego! --¿¡Eeeeeh!? Pero Maestro del Gremio, como era de esperar, no podemos perdonar lo que hizo la <Familia Freya>, o, mejor dicho, si los dejamos libres, es aterrador que nos manipulen de nuevo quiero decir… --¡Eso es secundario! ¡¡Si las facciones poderosas, especialmente la <Familia Loki> y la <Familia Freya> se enfrentan, Orario se convertirá en un mar de llamas!! --¿¡Hieeeeeeee!? La recepcionista Misha, interrumpió dudando de sus oídos ante esa orden, pero cuando la respuesta que obtuvo fue un grito enojado dejo escapar un chillido. Aunque era natural, pensando que el mismo también fue <Encantado>, Roiman estaba más impaciente que nadie. O, mejor dicho, sintiendo las señales de una guerra total entre Loki y Freya que había temido desde hace mucho, estaba temblando de miedo. Ahora que el <Encanto> ya había sido deshecho, si comparaba el pasado donde habían estado siendo manipulados con la “destrucción de Orario” tendría que decir que eso era algo muy pequeño, poniéndolo ansioso de que no pudiera detener la chispa de esa gigantesca explosión. Todos los empleados del Gremio que se dieron cuenta de su importancia palidecieron y comenzaron a moverse. --¡Tenemos que detenerlos…! Si no lo hacemos, ¡¡Tendré que aumentar mi medicina para el estómago de nuevooo……!! Sujetando su abundante abdomen con una de sus manos, Roiman se tambaleo muchas veces. Y más que nada, en esta situación él sabía muy bien que no podría detener a esos “salvajes” Aventureros. --¡E-Eina! ¡Esto es bastante complicado, pero lo mejor es que sigamos lo que dijo el Maestro del Gremio…! Agitando su cabello color melocotón, Misha se dio la vuelta, pero— --Ah, no está… Fue después de que la figura de su amiga y compañera Eina desapareciera y saliera corriendo del lugar. × × × Ira, miedo, dudas y confusión.   Mientras muchas personas y Dioses que vivía en la amplia ciudad eran sacudidos por múltiples emociones, extrañamente estaban en el mismo “estado” que la <Familia Freya>. En otras palabras, liberados del <Encanto>, compartieron los recuerdos falsos que se les insertaron a la fuerza, y comprendieron la situación sin que nadie se los dijera. --¡La única que podría hacer esto, es la Diosa Freya! ¡Ese día del “Festival de la Diosa”, uso su <Encanto> en nosotros…! Sus recuerdos del momento en que se les aplicó el <Encanto> no estaban claros. Pero al igual que los Dioses y las otras personas inteligentes, Eina determinó inmediatamente al único sospechoso que podría “invadirlos” así. Corriendo por la Calle Principal por la noche, y dejando atrás a los transeúntes que no podían comprender todo lo que estaba ocurriéndoles, Eina gritó con su respiración entrecortada. --¡No puedo perdonarla! ¡A una Diosa que hace algo como eso! ¡¡Ni a mi quien le hizo eso a Bell-kun!! Las gotas derramándose desde las esquinas de sus ojos esmeralda se dispersaron en el aire. × × × --¡¡Voy a matar a esos bastardos!! --¡¡E-Espera, Aisha!! ¡Cálmate! --¡¡Te lo pido, por favor no luches contra la <Familia Freya>!! --¡¡Son ruidoso!! ¡¡Esos tipos, pagaran por esto—!! Falgar y Lulune intentaban contener desesperadamente a la Amazona quien hervía de rabia con sus ojos inyectados en sangre. Aisha quien había sido manipulada y para colmo había visto a la Renard a quien veía como su hermana menor era lastimada delante de sus propios ojos, se sacudió sus manos y salió corriendo. La Semielfa y la Amazona que corrían en lugares diferentes, apuntaban al mismo lugar. --¡<Fólkvangr>! × × × Las acciones de Eina, Aisha y los aventureros comenzando por Aizu y las demás, fueron rápidas. Arremetiendo por su ira, o con el fin de proteger su “lazo con cierto chico”, se reunieron en el territorio de la facción más grande que se ubicaba en el lado sur de la ciudad. Su “estandarte” se agitaba con el viento. Lo que rodeaba ahora <Fólkvangr> eran las “banderas” de numerosas <Familias>.   --¿Esto está bien, Mi Señora? Formarse frente al territorio de la <Familia Freya> con todas las facciones juntas. --Está bien. Tenemos una causa justa. Ante la voz de la Maestra Herrera Tsubaki Coldbrande, Hefesto respondió con resentimiento. Ella, quien lideraba a casi todos los miembros de la <Familia Hefesto> y hasta los Herreros Superiores que rivalizaban incluso conos Aventureros de Primera Clase, estaba parada sobre las murallas que rodeaban el amplio campo. Mientras miraba la mansión que se erigía en lo alto de la colina en el centro del campo, Hefesto no estaba intentando ocupar su base. --Esto no tiene sentido. Incluso dejando de lado mi apoyo a Hestia y esas cosas… hay límites que no puedes cruzar, Freya. Frente a la figura de la Diosa enfurecida que estrechaba su ojo izquierdo que no estaba cubierto por su parche— frente al odio de la Diosa Herrera que se decía que “hizo llorar a muchas Diosas en el Cielo”—Tsubaki se encogió de hombros con una expresión ligeramente aterrada. × × × --¡Freya-zamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡¡Como castigo por dejarte llevar, te destruiré con este súper ultra rayo explosivo de destrucción16, maldita ninfomanaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! --Cálmate, Loki… En el lado opuesto de la <Familia Hefesto] quien rodeaba desde el sur al oeste, la <Familia Loki> tomo posición desde el norte al oeste. Mirando a su Diosa quien miraba fijamente con enojo por sobre la muralla y reía a carcajadas, Finn empujo su frente con su pequeña mano. --¿Por qué tengo que decir “Freya-tamaa~ escuchare todo lo que digas~” con marcas de corazón en mis ojos? ¡Mierda! ¡¡A pesar de que la amenacé con que no usara ese <Encanto> suyo cuando estaba en el Cielo, esa idiota!! Mirando de reojo a su Diosa quien estaba furiosa y humillada por haber caído en el <Encanto>, Finn suspiro mientras golpeaba el mango de su Lanza en su hombro. --Me pregunto si fue una fortuna dentro de las desgracias que Riveria hubiera ido al Calabozo junto con Lefiya y los demás… si supieran que un Alto Elfo está siendo manipulado, los Elfo en la ciudad y en todo el mundo no se quedarían en silencio. Mientras verbalizaba esa aterradora imagen mental, movió su mirada por los alrededores.     16 La única referencia que encontré en esto fue una carta de Yugi oh…   Además de la <Familia Loki> y la <Familia Hefesto>, las <Familias> Miach y Takemikazuchi y las facciones que tenían relación con la <Familia Hestia> se sumaron a la red que cercaba <Fólkvangr>, extendiendo una escena justo como la de una demostración militar. × × × --O-Oye, Mord. ¿¡Está bien mezclarnos en esto...!? --¡N-No te acobardes ahora! ¡También está la <Familia Loki>, incluso si es la <Familia Freya>, si se enfrenta a este número terminaran despedazados! ¡Entonces nos aprovecharemos de la confusión y nos llevaremos el dinero que tienen guardado…! Dentro de eso también había Aventureros viles que apuntaban al beneficio propio mientras el resto luchaban, pero el hecho de que estaban rodeando a la facción más grande de la ciudad no cambiaba. Mientras le gritaba de vuelta a los Aventureros que traía consigo, Mord miro la mansión. --¡Vamos, si no regresan a ese mocoso rápido, vamos a atacar! × × × --¡¡Capitán!! En una habitación de la misión. La voz agitada de Heith quien estaba a cargo de la curación de Hörn resonó. --No me digas… Ottar quien estaba parado a su lado, abrió sus ojos color oxido ante la escena fuera de la ventana. --¿El <Encanto> de Freya-sama, se deshizo…? Sobre la colina. Hedin, dándole la espalda como si protegiera la mansión, también mostraba sorpresa sin falsedad en sus ojos. Los miembros que llegaron con el quien estaba tomando el mando, tenían miradas de confusión. El número de Aventureros que miraban hacia ellos empujándose no solo hasta la puerta principal sino hasta las murallas, realmente superaba al número total de los miembros de la <Familia Freya>. --… ¿Es divertido llamarlos ignorantes? Los primeros que pisotearon su dignidad con el fin de cumplir la voluntad de su Diosa, fuimos nosotros. Sin embargo, Hedin levantó sus cejas sin derramar ni una gota de sudor y golpeo la punta de su <Rhomphaia> en la colina.   --Por eso, lo que tenemos que hacer no cambia. ¡Soy el arma y el escudo de la Diosa! ¡Solo tengo que protegerla de las malas intenciones y aplastar a sus enemigos! La expresión del sagaz Elfo Blanco se llenó de espíritu de lucha, lo que se transmitió incluso a los otros miembros. Aún eran <Einherjar>. Mientras Hogni y Aizu continuaban su violenta batalla en el fondo de su campo de visión, sin agitar la atmosfera, el concurso de miradas a punto de explotar continuó. Y entonces— × × × --¡¡Anya!! --¡¡Anya!! Incluso en la <Señora de la Abundancia> las voces resonaban. --¿¡Que significa esto, nya!? ¡Justo cuando estaba poniéndome impaciente porque no podía hacer un movimiento con el chico de buen trasero porque es de la <Familia Freya>, la verdad es que todo eso fue un lavado de cerebro y el chico es un cliente habitual de la <Familia Hestia>! En otras palabras, ¿¡De quién demonios es el trasero del chico!? --¡Guarda silencio un poco! ¡No puedo creer que olvidamos todo a pesar de que fuimos lastimadas por la <Familia Freya>…! ¡¡Hijos de puta!! --Chloe, Runoa… ¿Lo recuerdan, todo…? Mirando a Chloe y Runoa quienes saltaron dentro de su propia habitación, la demacrada Anya abrió ampliamente sus ojos. Chloe y Runoa se acercaron a ella mientras vociferaban su confusión y odio, sin embargo, al final preguntaron con una expresión de ansiedad y desorientación. --Syr… Syr, ¿Qué paso con ella? En el “planteamiento” que la Diosa de la Belleza injertó en la ciudad no estaba la existencia de la chica de cabello gris. Ante la pregunta de Runoa, los ojos de Anya se llenaron de lágrimas lentamente. Torciendo su rostro, se brazo a su pecho. -¡O-Oye! ¿¡Qué te ocurre!? --… ¿Anya? Mientras enterraba su rostro en el pecho de Chloe, dejo escapar un sollozo.   Nerviosa, Runoa se quedó de pie como una roca pareciendo exhausta, y su brazo que estaba rígido en una posición media levantada, suavemente rodeo su espalda que temblaba. Con una mirada extraña, Chloe la acerco como una hermana menor que lame con su lengua a un pequeño gatito. Anya sofocó su voz y continúo llorando. --...… En el lado del pasillo a través de la puerta que estaba abierta. Justo al lado de la puerta donde no alcanzaba la luz de la habitación, estrechando sus ojos y cruzando sus brazos, Mia miro por la ventana mientras se recargaba en la oscura pared. --Realmente… es una Diosa estúpida. Su mirada y sus palabras, se dirigieron hacia el territorio de la Diosa. × × × El fervor de los Aventureros y el sonido de la violenta batalla llegaba incluso a la habitación de la diosa en la parte más alta. Bell y Freya quienes compartían la sorpresa y el shock, estaban parados sin moverse mientras dirigían su mirada hacia la gran ventana que se extendía al largo de dos paredes. --¿Mí, <Encanto> se rompió…? Si hay alguien que puede hacer algo así— Desde una expresión de estupor, la Diosa paso a fruncir el ceño por el odio. Dejando de lado a Bell quien no podía comprender la situación, justo antes de que Freya hiciera su conjetura— la gran ventana se rompió. --¿¡E-Eeeeeeeeeeeeeeeeeh!? Una voz de sorpresa escapo de la boca de Bell, junto con el sonido de los cristales rompiéndose. Justo cuando los fragmentos de cristal se dispersaban como una lluvia, Bell quien cubrió su rostro con su brazo junto con Freya, lo vio. Saliendo disparado desde el cielo a una alta velocidad, y rompiendo la ventana, una aguja tallada en espiral. Y entonces— -- —¡¡Bell-kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuun!! --K-Kami-sa—¿¡Buaaah!? Junto con las cuatro alas que se agitaban por el cielo nocturno, la joven Diosa entró. Con un golpe de cabeza volador de Hestia quien se liberó por la fuerza de Asfi controlando su <Talaria>.   Bell quien la recibió por reflejo, rodo una y otra vez por la fuerza de ese proyectil Asfi quien paso por sobre sus cabezas no sabía que hacer frente a la joven Diosa que salió volando por su cuenta, Freya quien estaba atónita y finalmente Bell quien abrazaba su pequeño cuerpo. Bell quien finalmente se había detenido luego de rodar unas diez veces sobre el piso, levantó la parte superior de su cuerpo. --… ¿Kami, -sama? -- —¡Lo sientoooooo, Bell-kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuun! ¡Te puse en una situación muy cruel! ¡¡Soy un fracaso como Diosaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! ¡¡Por favor perdona a esta inútil yo!! La voz temblorosa de Bell fue interrumpida por Hestia quien levantó su cabeza con fuerza. La joven Diosa que derramaba lágrimas y mocos, rodeo sus brazos en el cuello de Bell y lo abrazo. Mientras que Asfi tensaba su rostro ante la brecha que había con el momento en que libero su Aura Divina, Hestia comenzó a llorar como un niño. Bell entonces lo comprendió. Había sido Hestia quien libero el <Encanto> que pesaba sobre la ciudad, y siempre había estado intentando salvarlo. En un abrir y cerrar de ojos sus ojos se humedecieron y su nariz comenzó a picar ante la calidez de su abrazo. Mirando el rostro de Hestia mientras colocaba sus manos en sus hombros, y arrugando su rostro al igual que su Diosa, Bell sonrió desde el fondo de su corazón. --¡Muchas gracias, Kami-sama! … ¡Te quiero mucho! --… ¡Si, yo también! La Diosa y su dependiente derramaban lagrimas juntos y compartían una sonrisa. Intercambiando un abrazo una vez más, los dos se pusieron de pie juntos. En frente de sus miradas estaba una Diosa que mostraba una expresión peligrosa. --¡Por lo tanto, Freya! ¡Regrésame ¡A–MI-Bell-kun! ¡¡No tuyo, mío!! ¡¡El Bell-kun con quien comparto un profundo lazo de amor mutuo!! --K-Kami-sama… Mientras sudaba frio por Hestia quien la provocaba haciendo valer su absoluta superioridad, Bell miró hacia el frente. La Reina con su rostro manchado de barro, mostraba claramente su descontento. Incluso si no hacía algo como morderse las uñas, miraba fijamente las manos conectadas de Bell y Hestia mientras enrollaba su cabello al costado de su cara con su dedo.   --Liberando al máximo tu <Divinidad>… y usando las llamas y tu <Ichor> como catalizador, invocaste tu <Templo> del Cielo… no, hiciste una pseudo-recreación. Tenías esa carta bajo tu manga, ¿Eh, Hestia? Freya quien rápidamente analizo la información, no odiaba a Hestia quien fue la causante de la destrucción de su <Jardín en Miniatura>, ni siquiera a sus dependientes que permitieron esta situación. Por quien sentía más ira y desesperanza, fue por ella misma Ella misma cuyo corazón fue sacudido por las palabras sin importancia del chico y por estar demasiado enfocada en su interior, su atención se había dispersado. Si fuese justo como siempre, habría notado los movimientos de Hestia y el juego sucio de Hermes y los habría aplastado sin falta. --¡Si, esa es mi Protección Divina a máxima potencia que solo conocen los Dioses del Olimpo! ¡¡Sin embargo, como normalmente es inútil, no lo uso!! ¡Contra un oponente como tú, sin duda fue algo bueno! Hestia recibió de frente la mirada espinosa de Freya. --¡Todo gracias a esa dulzura a medias tuya quien no me regreso al Cielo, no, mejor dicho, esa amabilidad! ¡¡Sin embargo no te agradeceré!! Tal vez porque estaba irritada, la inusualmente agresiva Hestia la golpeaba con sarcasmo. Bell quien fue dejado de lado fuera de esa carnicería entre Diosas comenzó a actuar de manera sospechosa. O, mejor dicho, a asustarse. Asfi quien la había traído hasta aquí luego de que se postrara ante ella se reía secamente con un, “H-Hahahaha… invadimos ilegalmente la base de la <Familia Freya>… además rompí la ventana de la habitación de su Diosa… es el fin…”. Mientras perdía la mitad de su cordura, se encontraba en la misma situación desesperada que su Dios Hermes. --Entonces… ¿Qué harás Freya? Digas lo que digas es tu derrota, ¿Sabes? ¡Orario ya no está confundido y Bell- kun tampoco se volverá tuyo! Más allá de que su <Encanto> no funcionaba en Bell, la transformación del mundo era un truco de una sola vez. Aunque fuera rechazado nuevamente por las personas que fueron manipuladas por Freya, Bell ya no se perdería de vista a sí mismo y, además, Hestia quien posee el título de Diosa Virgen no permitiría algo como eso. El rostro de Freya quien había sido puesta en jaque tras cubrir todo el tablero abrumadoramente, perdió toda su expresión como una máscara noh. Y colgó sus brazos sin fuerza. × × × --¿Dónde piensas que estará el terreno común, Loki? Fuera de la mansión que se parecía a un palacio, sobre la muralla.   Con Allen, Bete y los demás atacando y defendiendo a su espalda, y mientras Hogni, Aizu y los demás se enfrentaban violentamente en la entrada justo debajo, Finn preguntó dirigiendo su mirada hacia el frente. Loki quien estaba parada a su lado, respondió mientras miraba de reojo a Mord y los otros que, siendo instigados por Aizu y las demás, incluso ahora se abalanzaban hacia <Fólkvangr>. --Es irritante, pero… el Gremio no debería permitir una “Guerra” que pueda derribar a Orario. Incluso si estalla desde ahora, sin duda va a terminar con una combustión incompleta. Desde atrás podía escucharse ligeramente la desesperada orden de cese al fuego de los empleados del Gremio que finalmente habían llegado a la Calle Principal del sur. --Pero, para los Aventureros es imposible contener su resentimiento sin un lugar para dejarlo salir. Ante la respuesta de su Diosa, Finn declaro como si fuese un asunto de otra persona. Fijando su mirada en la parte más alta de la mansión, en la habitación de la Diosa donde dos sombras que se parecían a <Perseo> y la joven Diosa estaban invadiendo. --Siendo así, solo existe un método. Mirando en la misma dirección que su dependiente, Loki abrió uno de sus ojos color bermellón. --Un <Juego de Guerra>. × × × --Hestia—Tengamos un <Juego de Guerra>. --¡¡...!! --¡¡...!! Ante esas palabras, Hestia y Bell abrieron sus ojos. Incluso Asfi quien se había perdido a si misma levanto su rostro con sorpresa, mientras Freya les infirmaba indiferentemente. --Si pierdo escuchare cualquier cosa que digas. Aceptare incluso regresar al Cielo… Y si gano, me darás a Bell. --… No juegues conmigo, Freya. ¿Piensas que voy a aceptar ese duelo en una situación como esta? Ya perdiste, y estas en la posición de ser juzgada. Hestia bajo su voz y levantó sus cejas, pero esa Diosa de la Belleza era una reina arrogante en cualquier lugar. --Recibiremos una pesada multa del gremio. Pero, es solo eso. --¿¡Que…!?   --Orario quien debe completar las <Tres Grandes Misiones> no puede disolver y no hacer uso de la facción más grande de la ciudad, es decir, a nosotros. Está bien incluso si lo apuestas. Y, cuando esta agitación se enfrié… probablemente mis manos se deslicen involuntariamente, y haga otra “travesura”. --¡¡…!! --¿Realmente estarás tranquila así? Hestia quien se suponía estaba en una posición superior se agitó ante Freya quien la acorralaba incluso cuando ella misma estaba acorralada. Bell a su lado estaba igual. Las palabras de Freya eran completamente reales, Asfi lo confirmaba en silencio. El flujo del aire se estancó junto con el tiempo. Sin embargo, no hubo titubeos en los pensamientos de Hestia y los demás. Desde el pasillo que se había vuelto un alboroto, los dependientes de la Diosa de la Belleza se dirigían hacia allí tras notar que había un invasor. --Ese es el verdadero poder de mi <Familia>. La posición que he construido hasta ahora. Ese modo de hablar era la arrogancia misma, hasta el punto de poder llamarlo un descaro. --Apuesto todo eso como fichas. Riqueza, prestigio, gloria e incluso ella misma, la Diosa de la Belleza declaro que ofrecería todo eso en esta única batalla. Una segunda sorpresa ataco a Hestia y los demás. Un <Juego de Guerra> ofreciendo todo lo que ella misma poseía pidió el comienzo de la guerra. Si perdía esto, Freya seria degradada a una reina desnuda propiamente y lo perdería todo. --No tengo problema incluso si reúnes algunos camaradas. Está bien si cooperas con las <Familias> que están afuera. Los recibiré con solo mi propia <Familia>. Esa postura en la que se añadía una desventaja a sí misma mostraba su resolución. Arrojando a sus pies su corona de reina, la Diosa los miró fijamente y les suplicó. --Tengamos un duelo, Hestia… y, Bell. El silencio cayó. Las tres miradas se cruzaron y enredaron entre sí. En la posición de un tercero, Asfi tragó saliva y los vigiló, y entonces, fue Hestia quien primero abrió la boca. --Freya… te odio. Claramente. No puedo simpatizar con tu manera de hacer las cosas y no voy a compadecerte. --……   --Tomaste las vidas de Ayudante-kun y los demás como rehenes y lastimaste a Bell-kun… te odio y te despreciare por el resto de mi vida. --…… --… Pero, ¿Por qué estás tan obsesionada con Bell-kun? Hestia quien le había estado arrojando su malicia y desprecio sin discrepar con sus palabras, le preguntó. --¿Es porque eres la Diosa del Amor? Realmente, ¿Solo estas interesada en Bell-kun? ¿Qué te hace estar desesperada hasta ese punto? Las preguntas se acumulaban. Su mirada era clara, muy distante del desprecio. Hestia, descartando también su posición y autoridad, le pregunto cómo una Diosa igual. --Freya… ¿Que querías, hacer realmente? No hubo respuesta. Mientras el aire frio que soplaba desde la ventana rota y la luz azul de la luna acariciaban su perfil, la Diosa de la Belleza de cabello plateado escasamente, y realmente finamente, bajo su mirada hacia el piso. Para Bell esa figura parecía como si ella misma no supiera nada, se parecía a un niño perdido. Hestia quien se dio cuenta que el silencio continuaría eternamente suspiro tranquilamente y apretando su agarre en su mano conectada, miro hacia Bell. --Bell-kun… ¿Qué quieres hacer? Como la mayor víctima de este caso, la Diosa le confió la elección al chico. Tu eres el más adecuado para decidir, es lo que le transmitió con su mirada. Sus ojos rubí se abrieron ampliamente y su boca se cerró. Finalmente, soltando lentamente la mano que los conectaba, Bell dio un paso adelante. --… ¿Si ganamos, también escucharas mi deseo? --… Está bien. ¿Qué es lo que deseas? El chico declaró hacia la Diosa quien le respondió fríamente. --Deja que me reúna una vez más con Syr-san, no— Sacudiendo su cabeza, declaró su deseo. --Por favor muéstrame tu “verdadera yo”. -- ——— Sus ojos plateados se abrieron y tras quedarse sin palabras, finalmente bajó su mirada.   Luego de que su expresión desapareciera por un instante detrás de su flequillo, Freya lo miró de regreso. --Haz lo que quiera. Sin embargo, no sé cuál será esa “verdad” que deseas. Todas las condiciones fueron aceptadas por ambos lados. <Perseo> fue la testigo. Con el testimonio de ella quien tenía a Hermes como su Amo, la decisión de este día se volverá el consenso general de la ciudad. --¡Freya-sama! Al mismo tiempo, los miembros de la <Familia Freya> llegaron corriendo desde el piso de abajo y abrieron las puertas. Freya liberó tranquilamente su <Divinidad>. Ante la <Autoridad> de la Diosa que sacudió el aire como el viento, los miembros que intentaban abalanzarse dentro se detuvieron y bajaron sus armas, Hogni y los demás que continuaban luchando en el exterior también miraron hacia el piso más alto de la mansión. Un espacio en blanco se produjo en Orario y todos dejaron de luchar. Aizu quien abrió ampliamente sus ojos, Ryuu quien se quedó parada sin moverse, la <Familia Hestia>, la <Familia Loki>, todos los que estaba allí también dirigieron su mirada hacia la habitación donde estaban las Diosas. --Lo entiendo… es un duelo, Freya. La voluntad de Bell. Y la resolución de Freya. Hestia quien acepto ambos, anunció con una voz que hizo temblar los oídos de muchos. --¡Es un <Juego de guerra>! Su grito subió hasta el cielo. La declaración se hizo. Lo pactado será el “más grande <Juego de Guerra>“ en la historia de Orario. Las campanas de la batalla que más tarde sería llamada la <Gran Guerra de Facciones> comenzaron a sonar tranquilamente.     Epilogo – Doble Rol I  Si me dijeran que es ridículo, seguramente fue así, ¿Eh? Incluso ahora recuerdo lo que paso en ese momento. Una mañana de primavera que se sentía un poco fría en mi piel. Ver a ese chico fue una coincidencia. El brillo de su alma era muy pequeño. Hasta el punto de no ser nada comparado al de Ottar y los demás. Pero, era hermoso. Transparente. De un color que nunca había visto hasta ahora. —Lo quiero. En el instante en que lo vi, eso fue lo que pensé. Una hermosa luz, un color extraño, o un fuerte brillo. Yo, quien me sentía atraída al ver la esencia de las almas, tenía el mal hábito de coleccionarlas. Pero en ese momento, lo sentí por primera vez, solo un deseo desnudo. Yo, quien lo había estado mirando con fervor, reí dentro de mi pecho, acercándome a ese chico que parecía un pequeño conejo asustado de los alrededores, y saqué una Piedra Mágica que ocultaba en mi bolsillo. “Se te cayó esto.” El comienzo fue una “mentira”. Desde el principio, una “mentira”. En ese momento, quien se reunió con ese chico no fue la “Diosa”, sino la “chica”. “Soy Syr Flover, Bell-san.” Si fuese la yo de siempre, inmediatamente debería haber intentado robarlo. Conociendo la facción a la que pertenecía, si no había algún problema, seguramente me acercaría como una bruja maliciosa y lo raptaría. Pero, en ese momento me contuve. Porque no me encontré con el como la “Diosa”, sino como la “chica”, “Syr”. Esto era un juego. Un <Juego de Rol>. Siendo así, pensé en cambiar mi plan de siempre. Controlando solo un poco mi orgullo como Diosa, pensé en vigilar su crecimiento por un tiempo. Al fin y al cabo, desde que era yo, terminaría interfiriendo ya que no podría resistirlo. Por eso, en un principio eso fue lo que pensé. Además, nunca había perdido hasta ahora. Mi verdadero deseo, era encontrar un <Odr>.   No había problema ya sea si era un Dios o un niño. Por eso tenía expectativas en ese chico que tenía un alma que no había visto hasta ahora. Por eso decidí extraer atenta y cuidadosamente el brillo de su alma. Comenzó la “relación del chico y la chica”, diferente con las que sucedieron antes, más pasiva y aburrida si se miraba desde el punto de vista de los Dioses que me conocían. Pensándolo bien ahora, eso probablemente fue un error. Al principio fue justo como lo había pensado. Sin poder resistirme, había incitado a un Silverback y cuando pensé que le faltaba algo, le entregué un Grimorio. Más fuerte, y más adecuado para mí. Mientras pasaba mis días contactando con él en el bar y mirándolo desde Babel, intente pulir el alma del chico niño pensando en mi futuro <Ord>.. Pero, de repente, algo comenzó a volverse extraño. No fue algo repentino. Tranquila, y lentamente, sin que me diera cuenta, dejaba escapar un sonido extraño como si los engranajes no encajaran. El manantial cristalino que proyectaba la luna extendía ondas, como si poco a poco fuese envenenado mi Voluntad Divina con agua transparente. Hubo una advertencia. Mientras preparaba al Minotauro con el que probablemente moriría enseguida, la noche en que me reuní con ese chico como “Syr”, dije algo extraño. “… ¿No está bien incluso si no vas a la Aventura?” Esa fue una contradicción. Algo extraño hasta el punto en que reí sin querer. A pesar de que había decidido perseguir su alma si regresaba al Cielo, esas fueron palabras que deseaban una vida en el Mundo Inferior. Cuando regresé del bar, incliné la cabeza. Parecía que me estaba metiendo un poco demasiado en el <Juego de Rol>. “Syr’” seguramente diría algo como eso, pero mi Voluntad Divina como jugadora era diferente. Sin darme cuenta, me ceñí a la tirada del dado. En ese momento, llegue a esa conclusión. Y entonces, las pequeñas desviaciones comenzaron a aumentar. Sintiéndome ansiosa sobre ese chico, lo había protegido y el grado de mis intervenciones disminuían. Incluso en el momento en que intente incitar al Minotauro una vez más hacia ese chico que intentaba regresar de la miseria y revivir, emocionada, le había ordenado a Ottar y los demás que “no lo dejen morir nunca”. Comparado con antes, el tiempo que pasaba como “Freya” disminuyo y, por el contrario, mi tiempo como “Syr’' iba en aumento. Me sorprendí cuando me di cuenta de esa realidad. Dentro de mí, algo había cambiado. ¿Cuál era el origen?   ¿Fue por haber continuado haciendo esos almuerzos torpemente, como una doncella? ¿Mi cuerpo estaba siendo arrastrado por el nombre que recibí de Hörn? ¿O, porque ese chico era muy tonto, puro hasta el punto de compadecerse de él y demasiado directo? ¿O tal vez por qué su figura que corría dirigiéndose a un objetivo que no debería alcanzar, y sus posibilidades me habían deslumbrado hasta el punto de ser algo envidiable para mí, quien no cambiaba? No lo sé. No puedo pensar en una razón directa. Si tuviera que decir algo, solo podría decir que pasó de alguna manera. Por mucho tiempo busqué y perseguí su figura con mis ojos. Por ejemplo, en el momento que le entregue el almuerzo. La sonrisa que mostraba me gustaba. Por ejemplo, cuando hablaba con otra mujer. Era un poco desagradable que alguien del sexo opuesto que no fuera yo se burlara de él mientras su rostro se sonrojaba. Por ejemplo, en el momento en que su determinación blanca mostro su sombra. Preocupado, lastimado, y aun así levantando su rostro intentado avanzar, realmente pensé muchas veces en querer volverme su fuerza. Por ejemplo, por ejemplo, por ejemplo… Acumulando una montaña interminable de ejemplos, pase un pequeño tiempo sin importancia hasta el punto de reírme sin querer—él me gustaba. No sabía la razón, pero al ser consciente de que eso era algo sumamente vergonzoso, absolutamente no quería reconocerlo. Me sentía cautivada por él. No como una Diosa, sino como mujer. Después de reconocerlo, fue simple. Pero al mismo tiempo, mis pensamientos como Diosa soltaron una carcajada ante esa simple conclusión. Porque, era así, ¿Cierto? Después de todo, realmente me había interesado en un niño de mi <Juego de Rol>—en un habitante del juego. No había nada raro. No había nada que hacer. Porque “Syr” era una “mentira” después de todo.   Solo estaba actuando. Mientras miraba el tablero llamado Mundo Inferior, controlaba la “pieza” llamada “chica de la ciudad”, nada más que eso. A diferencia un juego de mesa normal, los personajes no eran piezas hechas de madera o piedra, sino que poseían pensamientos y albergaban vida. Sin embargo, ¿Y que con eso? Cambiando mi tono de voz, moviendo la pieza llamada “Syr” y acercándome a ellos, en el momento en que me di cuenta, yo, quien estaba mirando el tablero desde arriba, no cargaba nada más que mentiras. Eso era equivalente a anhelar a un personaje dentro de un libro, o a soñar con una cita con un personaje de ficción. Todos sabían que no podían volverse parte de ese país ficticio. Pero— Quien lo vio primero, fui yo (la Diosa). Y quien fue cautivada, fui yo (Syr). Por eso, era inútil como “Freya”. Lo que yo perseguía, sin duda, no tendría significado si no era como “Syr”. Lo que significaba que el “objetivo” de la Diosa se cambió con el “método” llamado Syr, solo eso. Y entonces, al liberarme del “yugo de la Diosa”—nuevamente manteniendo la esperanza que debería haber descartado hace miles de años—como esperaba, se produjo una “ruptura”. El resultado es lo de ahora. No pude obtenerlo como “Syr’”. Siendo así, solo podía descartar la pieza llamada “Syr” y regresar a mi verdadero yo. Me volvería fiel a mi como “Freya”, al deseo que había mantenido desde el principio. Haría mía esa alma. Costará lo que costará, traería a ese <Odr> hacia mí. No se lo entregaría a nadie. No se necesitaba explicación. En conclusión, para mí solo había “amor”. Mirándome hacia arriba desde el tablero, Anya y las demás dijeron “tú no eres Syr”. Ellas dijeron “devuélvenos a Syr”. Era gracioso. A pesar de que les dije que “Syr” no existía. Sin querer me reí de su ridiculez e incluso de mi quien se sentía herida. Al parecer, había pasado un poco demasiado tiempo como “Syr”. Y entonces, tomando esa apertura, él y Hestia dieron vuelta al tablero. … No. … Te equivocas. Una “voz”. Una “voz” que resonaba desde algún lugar, estaba confundiéndome. —¿Cuándo te darás cuenta de tu verdadero “deseo”? Aah, eres ruidosa.   La voz de “alguien” que debería haber enterrado, resonaba aun en lo profundo de mi corazón—17                                                           17 ¿Qué clase de Moonknight es este?       Palabras Finales  Autor: ¿Sabes? Las mujeres antes y después de maquillarse son personas diferentes. Editor: Oh. Autor: Si quieren, incluso si no se maquillan, con motivarse se pueden convertir en alguien diferente. Editor: ¿Y entonces? Autor: En otras palabras, Syr-san es una versión sin maquillaje de Freya-sama. Editor: Ya veo, no lo entiendo. Como no me comprendieron incluso cuando lo expliqué con fuerza, añadí una configuración a la fórmula y se convirtió en el volumen 17. El episodio continúa desde el volumen 16 y aún no termina, me disculpo por eso. Como esperaba, era imposible superar las 800 páginas. Ya que espero traerles el volumen final del “arco de Syr” o el “arco de Freya” tan rápido como me sea posible, por favor solo esperen un poco más. Y esta vez también, ya que es difícil tocar el contenido, pensé en hablar sobre recuerdos. Con respecto al manuscrito de “Danmachi” con el que hice mi solicitud a GA Bunko, la verdad es que el desarrollo de la etapa final fue diferente. En el momento en que eran perseguidos por el monstruo durante el <Festival de Monstruos>, quien escapaba con el protagonista no era la joven Diosa, sino la chica de cabello gris. La parte en la que la joven Diosa traía la Daga era la misma, pero el editor-san de esa época me aconsejo que “pusiera a Hestia como la principal propiamente”, y en esa época terminé aceptando y lo corregí.18 Mientras releía ese manuscrito, me hizo considerar en que estaba pensando cuando escribí esto, y recordé varias cosas, pero desde esa ocasión solo el hecho de que la chica del bar era una chica especial no ha cambiado. ¿El “campo de flores” al que ella llego es el mismo que yo había dibujado en mi mente en ese tiempo? Ahora estoy pensando en eso. Con eso, ahora vamos a movernos hacia los agradecimientos. ¡Usami-sama quien es el nuevo encargado, estoy encantado de contar contigo de ahora en adelante! Al editor Kitamura quien ha monitoreado a Oomori por un largo tiempo, por favor continúe vigilándome. A Yasuda Suzuhito quien esta vez también le dio vida a la historia con sus fascinantes ilustraciones19, como siempre muchas gracias. Incluyendo mediamix, a todos los relacionados que han prestado su fuerza a este producto llamado Danmachi mi más profundo agradecimiento. Y entonces, a todos los lectores que tomaron este libro en sus manos, realmente muchas gracias.  18 Mm, ¿Quiere decir que el editor actual es otro? 19 ¿Cuáles por ejemplo…?    Desde aquí hablare sobre un producto diferente, pero por favor déjenme informarles una cosa. Desde el 9 de abril del 2021, el primer volumen de “Tsue to Tsurugi no Wistoria” del cual Oomori es el autor encargado, saldrá a la venta. Su dibujante es Aoi Toshi quien a pesar de ser un novato tiene una habilidad para dibujar al nivel del <Rey>.20 Nuevamente es una fantasía de Calabozos al igual que “Danmachi”. Y al mismo tiempo te hace ser consiente muy fuertemente de la “Espada y la Magia”. Ya que estaré yendo con todas mis fuerzas por el camino fácil que yo mismo imaginé, mientras pienso cada día que sería bueno si los emociona a todos, si lo toman junto con “Danmachi” y lo comparan, seré muy feliz. Muchas gracias a los que leyeron hasta aquí. Y entonces me despido.  Oomori Fujino.  20 Supongo que refiriéndose a Ottar. Por cierto, lean el manga putos :v Fin de la parte 2.

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